(REMITENTES LOS JUBILADOS)
“Lo que hace el PAMI me recuerda al libro ‘Diario de la guerra del cerdo”
OTRAS CARTAS: Voces, reclamos y esperas de jubilados
Si el lector conoce
el libro de Adolfo Bioy Casares ”Diario de la guerra del cerdo” sabrá de
qué hablo, sino al finalizar esta carta también. Hace cuatro meses,
debido a mi hipoacusia bilateral, recurrí al PAMI para la obtención de
audífonos. Los resultados fueron los siguientes: espera de turno para
médico derivador, luego otra espera para orden de audiometría. Turno en
el Sanatorio Ateneo para realizarme la misma 20 días más tarde, el 30 de
diciembre de 2014.
Seis días antes de la fecha el sanatorio me comunica que la médica responsable no atendería esos turnos acordados y que yo debía volver a PAMI a recomenzar.
Esta historia que acabo de relatar y que lleva meses de absolutamente ningún resultado salvo una audiometría inservible por el tiempo transcurrido, no es más que una muestra del PAMI que nos toca en suerte. De cómo esta institución me robó durante 20 años (en los cuales jamás recurrí para ninguna prestación) parte de mi jubilación. Porque considero que esto no es más que una defraudación, retener para una prestación que se dificulta tanto que no se otorgará.
Supongo que como en el libro de Bioy Casares, el PAMI decidió terminar con los “cerdos jubilados” para que los aportes forzosos sean quizás llevados a algún paraíso fiscal. Claro que llevará un tiempo, pues somos casi tres millones que podemos morir mientras esperamos.
Graham Green decía, “dichoso el idioma español que confunde espera con esperanza”. Yo ya la perdí. Tengo 84 años y la primera vez que intenté utilizar PAMI no me sirvió nada más que para aumentar mi hipertensión. Al menos les pido que cuando llegue mi fin me envíen por debajo de mi puerta una tarjeta que diga “Descanse en paz”, siempre es más barato que dos audífonos.
Juan del Bono
juan_delbono@yahoo.com.ar
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Yo soy un jubilado, pero más parezco un mendigo que va todos los meses a recibir la limosna que hemos ganado con mucho esfuerzo. Después de 37 años de trabajo y aportes, ya cerca de dejar este mundo de “décadas ganadas”, seguimos respirando gracias a los aportes de nuestros hermosos hijos, nuera y yerno, que mereciendo sus vacaciones deben apostar por nosotros y así vivimos miserablemente.
Cuando el Gobierno se llena de números y se sienten orgullosos con la limosnita que recibimos de aumento, tal vez piensan que con eso ya distribuyeron la riqueza y se van a dormir tranquilos.
Yo quiero que el aumento sea por suma fija para todos, alguna pequeña escala para los que más ganan, porque mientras la mínima recibe $ 100, los otros reciben $ 1.000 o $ 2.000.
Pedro Palacios
pedroenriquepalacios@gmail.com
He recibido con tristeza la tarjeta Argenta que me envió la ANSeS y que sirve para acceder a un préstamo en pesos y otros beneficios. Mi estado de ánimo a los 94 años de edad, se justifica porque la ANSeS, que me ofrece un crédito, es la misma institución que desde hace 8 años hace caso omiso a mis reclamos de ajuste jubilatorio, que por sentencia firme la Corte Suprema de Justicia ya se ha expedido a mi favor. El humor negro resulta obvio visto que mi deudora, la ANSeS, me ofrece en cómodas cuotas dinero que me debe.
Ingeniero Francisco H. Santoro
josepe@fibertel.com.ar
El Ministerio de Economía difundió el negativo resultado fiscal de enero, que arrojó un déficit primario de $ 1.457,4 millones, pese al fuerte aporte de la ANSeS al Tesoro nacional.
Con $ 2.942,7 millones en 2014, millones (SIC), $ 4.387,1 millones este año la ANSeS es la que hizo el aporte más fuerte.
¿Se detendrá un jubilado a leer cifras estadísticas de orden económico que posiblemente no alcance a entender? Si así lo hiciera difícilmente podría darse una fugaz idea de la triste realidad encerrada en el frío comunicado. La Presidenta que tanto lo ama le ha robado de su caja previsional la módica suma de más de $7.000 millones. Es la misma hada madrina que en su país de las maravillas le ha vetado el 82% móvil aprobado por las dos Cámaras del Congreso Nacional.
La corrupción es un cáncer que un nuevo gobierno puede llegar a detener y a castigar en los tribunales, pero ¿cómo y quién puede reparar el daño infligido durante los largos años de cautiverio jubilatorio, a los pobres ciudadanos al borde de su muerte que han sido saqueados por un poder absoluto y malsano? ¿Quién podrá calcular el monto exacto de la defraudación?
Silvio Pizarro
silviopedropizarro@gmail.com
Me desempeñé como docente bonaerense durante 44 años en dos y tres cargos simultáneos. Accedí en una primera instancia a la jubilación del primer cargo titular mientras continué hasta febrero de 2012 manteniendo el segundo cargo activo. En octubre de 2011 presenté la renuncia definitiva y la documentación requerida para el incremento de la jubilación por los cargos por cuales aporté, ante la Dirección de Jubilaciones y Certificaciones.
Transcurridos tres años y medio el expediente duerme en dicha dirección sin resolución sin que nadie brinde respuesta alguna pese a los reiterados pedidos de Pronto Despacho.
Tengo muchas dudas incluso que se haya perdido el expediente porque nadie es capaz de responder, incluida la Directora Gral de Escuelas, con el agravante que Jubilaciones no trabajó en marzo por reclamos gremiales.
¿Habrá alguien activo en la provincia de Buenos Aires que pueda resolver esta situación?
Ana María Cedro
anacicn@hotmail.com
FUENTE
"CLARIN.COM", 13.05.2015
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