El mito de la clase media.
Viri Ríos explica por qué le hace daño al país que tantos mexicanos —pobres o ricos— vivan con la ilusión de que pertenecen a la clase media.
Y aunque los datos son para México, la idea es provocadora para gran parte del continente.
No, no eres clase media
La mayoría se equivoca.
El malentendido impide solucionar los problemas más apremiantes del país y perpetúa políticas que solo benefician a las élites.
La mitad del país vive con un serio malentendido sobre su nivel de ingreso, confusión que comparten ricos y pobres por igual.
La realidad es que el 84 por ciento de la población no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer las necesidades de su familia, pero lo niega.
Negar la realidad impide tener demandas políticas concretas y claras.
Es momento de empezar a hacerlo para fortalecer la clase media y reclamar las políticas necesarias para ampliarla.
Los estudios de Alice Krozer han mostrado que aún entre el 1 por ciento más rico del país, dos terceras partes creen ser clase media.
El mito de todos-somos-clase-media se repite en todo nivel de ingreso: mexicanos que ganan 120.000 pesos mensuales, por ejemplo, creen que tienen un sueldo “promedio” cuando en realidad ganan más que el 90 por ciento del país.
Considerando que el 61 por ciento de los mexicanos cree ser clase media, incluyendo dos terceras partes de los más ricos, existen al menos 43 millones de mexicanos que viven en condición de pobreza moderada pero que creen que son clase media.
No lo son, porque para ser clase media necesitarían ganar 64.000 pesos mensuales para una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que solo gana el 10 por ciento más rico de México.
De hecho, hay casi 37 millones de personas que técnicamente no son pobres pero tienen carencias básicas como acceso a la salud, seguridad social o educación.
Esto se debe a que la línea de pobreza del gobierno mexicano es demasiado baja.
El CONEVAL calcula que con 3200 pesos mensuales una persona puede satisfacer todas sus necesidades, algo lejano de la realidad en muchas zonas del país.
En promedio, la clase media en México logra esto ganando en promedio 16.000 pesos por persona.
Es acertado que la agenda de López Obrador sea atemperar la pobreza, pero este es solo el primer paso.
La creación de una clase media sólida y amplia debe ser la última meta de su gobierno.
Entre los 15 millones de mexicanos que sí son clase media recae una responsabilidad aún más importante: entender que están en peligro de extinción y que seguirán así mientras continúen pensando que deben compartir su agenda política con los más ricos.
Los ricos no representan a la clase media.
El modelo económico actual no promueve la movilidad social sino el estancamiento.
En este momento, los integrantes de la clase media tienen mayor probabilidad de volverse pobres que de ser ricos.
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