26 ene 2021

ESPAÑA / INICIATIVA

 

 

 

 

 

 

ESPAÑA / INICIATIVA


 

La empresa de respiradores que salvó a España exporta ahora a medio mundo

Más de 4.000 respiradores de Hersill llegaron a hospitales españoles en la primera ola. 

Hoy quedan 955 aparatos en la reserva estratégica nacional y son otros países necesitados los que compran a la compañía de Móstoles

Banco de pruebas del Vitae 40, el respirador de Hersill que fue producido de forma masiva la pasada primavera para las UCI españolas.
Banco de pruebas del Vitae 40, el respirador de Hersill que fue producido de forma masiva la pasada primavera para las UCI españolas.Víctor Sainz
 
 
Móstoles (Madrid) - 24 enr 2021 
 
 
En marzo de 2020, el pánico por el rápido avance de la pandemia de coronavirus se apoderó del mundo y los países desarrollados ordenaron a sus fabricantes de material médico que cancelaran sus exportaciones
 
Fueron semanas de sálvese quien pueda en las que quedaron en evidencia las carencias de España, un país de sol, playa y ladrillos.
 
Entonces entró en escena Hersill, una empresa familiar creada en 1973 que desde Móstoles fabrica y exporta equipos médicos punteros. 
 
Uno de ellos era su propia versión del producto avanzado más escaso aquellos días, el respirador, la máquina usada en las UCI para bombear oxígeno a los pacientes que están a punto de perder la batalla contra el virus.
 

Justo antes de ese caos, en febrero, Hersill estaba recibiendo un aluvión de ofertas del extranjero para comprarles su modelo de respirador Vitae 40. 

Ellos tenían ya los componentes para montar 100 unidades en su fábrica, en un polígono a las afueras de Móstoles, donde trabajan unas 60 personas. 

La fuerte demanda era una noticia especialmente buena para los directivos de la empresa, los descendientes del fundador Benjamín Herranz, porque el respirador era su producto más nuevo. 

La Unión Europea les acababa de dar en 2019 una autorización para comercializarlo después de tres años de espera. 

Ese alto número de peticiones era extraordinario y les abrió los ojos. 

Los compradores internacionales, y también los servicios de compra de algunos hospitales en España, estaban pidiendo cantidades masivas por temor a ser desbordados por el virus

Lo cuenta casi un año después el director de I+D, Carlos Martínez, sobrino del fundador, durante una visita de este periódico esta semana a la sede de Móstoles. 

Martínez narra con nuevos detalles cómo fueron aquellos días críticos.

“Esto fue una fiebre. Hazte a la idea del bitcoin. De repente te piden los distribuidores internacionales que les hagas una oferta por 1.000 respiradores. Y si los tienes en el almacén mándamelos que te hago ahora mismo una transferencia”, dice Martínez, un ingeniero madrileño de 53 años.

En ese momento deciden que deben avisar a las autoridades españolas. 

Era la semana del lunes 9 de marzo, cuando Madrid suspendió las clases en los colegios y el país entró en alerta. 

El presidente de Hersill e hijo del fundador, Benjamín Herranz Jordán, un pediatra con muchos contactos en la Consejería de Sanidad de Madrid, mandó un correo avisando de que tenían un pequeño stock

“Queríamos saber qué hacer”, narra Martínez.

El sábado 14 de marzo, día del decreto de estado de alerta, la Comunidad de Madrid les pidió rechazar los pedidos de exportación y el martes 17 llegaron a un acuerdo para que el Servicio Madrileño de Salud adquiriera esas máquinas.

Por esos días las UCI de los hospitales de Madrid estaban al límite y ya estaban negando la posibilidad de cura a enfermos de edad avanzada. 

Hersill no exportó nada y los respiradores se fueron entregando conforme sus operarios fueron terminando el ensamblaje y acabaron en cerca de una decena de hospitales madrileños.

En principio, el respirador de Hersill no era la opción ideal porque estaba pensado para su uso en una UVI móvil y no en hospitales. 

Es un aparato que cabe en una mano, mucho más pequeño que los respiradores de UCI, que tienen alarmas, pantallas más grandes y capacidad para mezclar oxígeno con aires medicinales. 

Pero no había alternativa en el mercado español.

“Que yo sepa en España nunca se han fabricado respiradores de UCI”, dice Martínez. 

En todo caso, el Vitae 40 de Hersill cumplía de sobras su función. 

“Al final fue la opción que tomaron países avanzados como Francia, Reino Unido o Estados Unidos porque en pocas semanas era posible fabricar muchos miles de unidades”, dice el directivo.

Si bien los respiradores de transporte tenían hasta hace unos años prestaciones inferiores a los de UCI, los últimos modelos de varios fabricantes, entre ellos el Vitae 40 de Hersill, tienen prestaciones y modos ventilatorios propios de ellas.

Carlos Martinez, director de I+D de Hersill, posa este jueves junto al respirador Vitae 40 en la sede de la empresa en Móstoles, en el sur de la Comunidad de Madrid.
Carlos Martinez, director de I+D de Hersill, posa este jueves junto al respirador Vitae 40 en la sede de la empresa en Móstoles, en el sur de la Comunidad de Madrid.Víctor Sainz
 

Pero la pandemia era tan grave que Madrid y el resto del país necesitaban muchos más respiradores. 

Con los españoles ya confinados en casa, el secretario de Industria del Gobierno central, Raúl Blanco, y la patronal del sector tecnológico Ametic movieron hilos para conocer qué empresas españolas tenían capacidad de producir respiradores. 

Solo Hersill y la más pequeña Temel, en Valencia, se dedicaban a ello. 

La automovilística Seat y la comunidad de impresores 3D solidarios que surgió con la pandemia se ofrecieron como alternativa, pero era un riesgo. 

Un respirador que funcione mal puede reventar los pulmones del enfermo. 

Finalmente Hersill emergió como la opción más segura, avalada por su marca validada por la Unión Europea.

El Gobierno de Pedro Sánchez les pidió fabricar 5.000 unidades en diez semanas. 

Como Hersill solo tenía unos pequeños talleres con cuatro máquinas de torneado y mecanización, sellaron una alianza con otra empresa madrileña, Escribano, una fábrica de armamento. 

Es una historia conocida que captó la atención del país el 3 de abril, en lo peor de la primera ola, cuando Sánchez visitó la sede de Hersill para reconocer este esfuerzo sin precedentes en la historia reciente de España.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a la sede de Hersill el 3 de abril, acompañado de los líderes de la empresa militar Escribano, Ángel y Javier Escribano (en la izquierda de la foto), y el director gerente de Hersill, Óscar Martínez. 
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a la sede de Hersill el 3 de abril, acompañado de los líderes de la empresa militar Escribano, Ángel y Javier Escribano (en la izquierda de la foto), y el director gerente de Hersill, Óscar Martínez
 

Pronto cundieron los nervios. Hersill hizo los primeros 100 respiradores para la Comunidad porque ya tenía en su poder los componentes traídos desde otras partes del mundo. 

Pero ahora esos proveedores habituales de Hersill tenían una larga lista de pedidos de todo el mundo y España tuvo que ponerse en cola.

Diplomáticos españoles en Estados Unidos o Suiza tuvieron que intervenir. 

“Hablamos con el ministerio para que presionara. Si hiciera falta, que hablase el Rey”, dice Martínez. 

Hubo que fletar aviones privados para recoger esos materiales y los diplomáticos españoles hicieron de transportistas.

Hersill y Escribano cumplieron su misión en solo nueve semanas a un ritmo de casi 100 respiradores por día. 

Conforme iban produciendo unidades, Correos y otras empresas de paquetería los recogían en Móstoles para entregarlos a hospitales de toda España. 

Según un portavoz del Ministerio de Sanidad, el Gobierno central conserva hoy 955 de estas máquinas en la reserva estratégica creada a raíz de la pandemia.

Ahora la tercera ola golpea con fuerza pero los hospitales españoles están mejor preparados.

Hersill exporta a países más necesitados, en Sudamérica, Asia o el norte de África. 

Por si acaso, la compañía ha dejado en pie el taller improvisado en una oficina de su sede de Móstoles donde en primavera trabajaron 35 técnicos de Hersill y Escribano en turnos de mañana, tarde y noche. 

Ahora fabrican a demanda y guardan un stock de 300 respiradores.

Industria “débil”

La empresa ha crecido en ventas en 2020 más del doble respecto al año anterior y sus directivos sienten que su reputación en el mercado internacional ha crecido. 

Con la ayuda de fondos públicos comenzaron en junio el desarrollo de un respirador de UCI que ya está en fase de espera para la validación comercial europea.

Han vendido también grandes cantidades de otras máquinas usadas en la terapia de los pacientes con covid-19: los caudalímetros, que permiten controlar el suministro de oxígeno, y los vacuoreguladores, que mantienen abiertas las vías aéreas del paciente.

El mercado de fabricantes de equipos médicos es extremadamente competitivo y está dominado por empresas de EE UU, Alemania o Japón, países con una cultura mayor de inversión en I+D. 

Hay dos familias de máquinas médicas, las de diagnóstico y las terapéuticas. 

La primera está dominada por los equipos avanzados de EE UU, pero en la segunda hay espacio para que España pueda competir. 

El jefe de I+D de Hersill hace un llamado a los grandes capitales españoles para que apuesten por la industria avanzada

“Tenemos capacidad para dar un salto, pero hace falta que los inversores se arriesguen”, dice Martínez. 

“Si España consiguió en cuestión de décadas tener algunas de las mejores infraestructuras del mundo, también puede conseguir lo mismo en fabricación puntera”.

También pide a las autoridades españolas que compren más producto made in Spain

Los servicios de compras de los hospitales españoles tienden a veces a ignorar lo que se hace en España. 

“Lo que más ilusión me ha hecho este año ha sido que jefes de UCI de hospitales nos digan ¿pero dónde estabais?”, dice Martínez.

¿Los fondos europeos para la reconstrucción tras la pandemia son una oportunidad? 

Él corrige. “Son una obligación”.

“Hay un compromiso para reindustrializar Europa y con la pandemia hemos visto lo débiles que somos”

fuente

"EL PAÍS", 24 DE ENERO 2021

 

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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.