El presidente de la República Bolivariana de
Venezuela Hugo Chávez Frías declara a los medios de comunicación y muestra el
fax enviado por un soldado desde Turiamo en la que escribió que no renuncia a
la presidencia. Caracas, 14-04-2002 (ERNESTO MORGADO / EL NACIONAl
El cambio político que sufrió la Venezuela del año
1998, con la llegada de Hugo Chávez al poder, sigue trayendo consecuencias.
Las decisiones políticas que se implementaron a partir de ese año llegaron bajo
un discurso nacionalista que, de entrada, dejó ver sus intenciones de refundar
la República y que marcarían el rumbo de la economía venezolana.
Chávez, que resultó electo presidente el 6 de
diciembre de 1998, le ofreció al país un nuevo proyecto político.
Lo
llamaba «el modelo democrático de justicia social», hasta que, años más
tarde, lo bautizó con el nombre de socialismo del siglo XXI, ideología
que ha marcado el rumbo de más de 30 millones de venezolanos.
El liderazgo de Chávez estuvo impulsado por varios
años de crisis económica a finales de los años 70 e inicio de los 80, que se
intensificó en el segundo período del presidente Carlos Andrés Pérez y no
mejoró en el gobierno de Rafael Caldera, que se vio obligado a recortar el
presupuesto del año 1994 y a reformar varias leyes fiscales, lo que desencadenó
aún más el descontento social.
La retórica del
discurso a favor de los pobres y la igualdad social convirtieron a
Chávez en la promesa de cambio de una nueva democracia basada en la
Tercera Vía que, a su juicio, era venezolana y con un modelo económico más
humano.
«Recuerdo que
cuando Chávez estaba en campaña, era muy común escuchar en la clase media que
lo que necesitaba Venezuela, en medio de esa crisis, era mano dura
militar», afirmó Luis Lauriño, sociólogo venezolano e investigador del
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica
Andrés Bello.
Asegura que la llegada del chavismo al poder partió de las
grietas que se abrieron en lo que fue el Pacto de Punto Fijo.
La subida del
precio del petróleo en los primeros siete meses de su gobierno representó, en
materia económica, la nueva era del cambio en Venezuela, aspecto que influyó
inmediatamente en el área social, política e institucional.
El
discurso marxista
Después de la
dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el país dejó atrás una forma de hacer
política basada en el autoritarismo.
Luego de los 40 años de democracia, cayó
en una nueva ideología que nació del discurso bolivariano, originario
de diversas corrientes ideológicas.
«Soy
socialista, bolivariano, cristiano y también marxista«, expresó Chávez
en el año 2009 durante el acto de clausura de la VIII Cumbre del Alba. Ya había
aparecido abiertamente junto a Fidel Castro.
El 14 de abril de 2002, Hugo Chávez, luego de su
regreso después de las manifestaciones, llega al Palacio de Miraflores y
expresa sus palabras a los medios de comunicación. En la imagen el fallecido
presidente muestra un cristo en señal de reconciliación. Caracas, 14-04-2002 |
(ERNESTO MORGADO / EL NACIONAL)
«Al hacer una línea de tiempo, uno se da cuenta de
que este señor mientras estuvo en campaña jamás mencionó al socialismo por
ningún lado. Pero una vez que gana aparecen términos confusos.
Es difícil de
definir por qué es la mezcla de diferentes corrientes ideológicas y
contradictorias entre ellas”, señaló Lauriño.
«Chávez sienta
a Bolívar con Marx. Pero para nadie es un secreto lo que escribió Marx
sobre Bolívar.
Cuando analizamos estas ideologías del siglo XXI aparecen
algunos elementos del socialismo científico con la interpretación del pensamiento
castrista.
Y no solo eso, también sentaba a Simón Rodríguez a Gramsci,
a Castro y su ideología que también es otro mezclote de cosas en la
misma silla.
Sentaba a Douglas Bravo y fue él, inclusive, el que introdujo eso
que llamaron el árbol de las tres raíces que fue el pensamiento de Simón
Rodríguez el de Zamora y Bolívar.
Cosas que también son difíciles de mezclar.
Metía allí al indigenismo, aunque el indigenismo en Marx no podía existir
porque Marx era un pensador alemán que no entendía de ningún indigenismo«,
agregó Lauriño.
No solo fueron los
pensamientos de Marx, Bolívar y Castro los que pasaron a formar parte de lo que
sería la ideología que se estaba instaurando en el país.
Y aunque en 2005 el
mandatario ya hablaba de las ideas socialistas, es en 2009, durante la
presentación de la Memoria y Cuenta, cuando asume públicamente el
marxismo.
También el cristianismo, el martianismo, el sucrismo y el
mirandismo.
Durante sus
primeros años de gobierno se evidenció el talante autoritario del
régimen.
Este se agudizó desde 2013 cuando Nicolás Maduro llegó al
poder.
Un hito que ejemplifica claramente esa manera de actuar es el
cierre de RCTV en 2007.
O esta conocida frase: «Doy la orden de una
vez, señor ministro de Defensa, ministro de Interior y los jefes de la policía,
a partir de este momento, el que salga a quemar un cerro, a quemar unos
árboles, a trancar una calle, me les echan gas del bueno y me lo meten
preso. Si no lo hicieran me raspo a los jefes responsables”, dijo
durante una marcha oficialista en relación con la enmienda constitucional el 17
de enero de 2009.
Respecto al asedio
a la libertad de expresión, Carlos Correa, director de Espacio Público, afirmó:
«Una dinámica que hizo Maduro y que no hizo Chávez fue permitir que sectores de
su grupo tocaran medios de comunicación. Por lo tanto la connotación de que los
medios son enemigos, amenazas, es la que han implementado. La dinámica de no
adversarios sino enemigos.
Para Chávez era inadmisible una deslealtad
comunicativa entre la gente y el plano comunicativo. Por eso cerró RCTV».
Ley
y socialismo
Para Chávez, en Venezuela
el socialismo del siglo XXI suponía la superación del capitalismo como modelo
económico.
Consideraba que el libre mercado promovía la desigualdad
social y la explotación de las sociedades.
Por ende, desde su llegada al poder
se concentró en la transformación fiscal del sistema socioproductivo.
Sus ideas
socialistas empezaron a ganar espacio en las leyes del país cuando en 2006 creó
los planes y proyectos vinculados al desarrollo comunitario de los consejos
comunales con rango de ley con la creación de la Ley de los Consejos
Comunales.
En la Constitución
se extendió el período presidencial de cinco a seis años con derecho a
reelección indefinida y mandato revocable a los tres años.
Por otra parte, la
ideología en el ámbito político tomaba cada vez más fuerza en las bases
del Partido Socialista Unido de Venezuela, en el cual el discurso se
afianzaba en la destrucción del capitalismo, lo que llevó al gobierno a
establecer abiertamente al capitalismo como principal enemigo de la humanidad
en el Libro Rojo del PSUV en el año 2010.
Las denuncias
sobre la pérdida de la autonomía en las instituciones del Estado llegaron el
mismo año en que Chávez tomó el poder.
Esto fue un factor que también influyó
en la instauración de la ideología socialista.
En el año 1999 por
primera vez en la historia del sindicalismo en Venezuela unas elecciones que
habían sido libres de forma fueron controladas por el CNE.
Las políticas
laborales, la contratación colectiva y el salario mínimo empezaron a ser
decididas por las implicaciones electorales.
El descontento en las políticas económicas y de control durante el gobierno de
Chávez no se hizo esperar.
Inclusive, aún en el gobierno de su sucesor
continúan las denuncias de personas que son obligadas a asistir a las marchas
para apoyar al oficialismo.
Pero no solo fueron esas denuncias que motivaron el
descontento social, sino también las expropiaciones arbitrarias por parte del
gobierno.
Petróleo
y pobreza
Lauriño asegura
que en el año 1999 había en el país cerca de 13.000 grandes empresas.
Hoy día,
señala, quedan menos de 2.500: «Trabajan a un porcentaje de
capacidad productiva reducido a la mínima expresión. Cerca de 30%».
El sociólogo
explica que el país pasó de 1.800 (SIC ERROR DE IMPRENTA) empleados públicos en 1999 a 2
millones y medio en 2017.
Medida que en vez de incrementar los niveles
de producción los ha disminuido considerablemente, debido a la dependencia que
existe entre los empleados y el gobierno, que, a juicio de Lauriño, ejerce un
papel de operador político sobre ellos.
Los cambios
estructurales en la economía y en la sociedad venezolana empezaron a notarse
luego de las decisiones políticas que fueron tomadas en los primeros 15 años de
gobierno, lo que generó, de forma notable, el debilitamiento de la
renta petrolera a partir de 2013.
Y que dio como resultado el
desplome petrolero de 2014, que se ha mantenido hasta la fecha.
Chávez en Maracaibo en el año 2002 | AFP PHOTO/Americo TORRES
Durante el
chavismo en el poder, Venezuela tuvo sus años de bonanza gracias a la renta
petrolera.
Pero estos duraron poco tiempo.
El efecto Chávez produjo su primera
caída en el año 2002, cuando se registró el paro petrolero.
De igual forma, la
instauración del control de cambio y de precios marcó el rumbo de la economía
del país en 2003.
En 1998 el precio
del petróleo venezolano se encontraba en 11 dólares por barril.
Pero a partir
de 1999 los números empezaron a subir.
Para ese año, la
cesta petrolera promedió los 16 dólares por barril y en 2004 los precios se
ubicaron en 32 dólares por barril.
Los precios
seguirían aumentando hasta llegar a 88 dólares por barril en 2008 y, aunque
caerían en 2009 por la crisis financiera internacional, a partir de 2010
volverían a crecer y se mantendrían entre los 84 y los 103 dólares de promedio
entre 2011 y 2014.
Aunque la renta
petrolera se haya mantenido a un precio favorable para los venezolanos, la
economía actual de Venezuela genera muchas incongruencias sobre lo que
representó para el país tener los precios petroleros por encima de los 100
dólares.
En la actualidad,
el Producto Interno Bruto per cápita muestra la caída del rendimiento
de las condiciones económicas y sociales del país.
En los años 70, el
crecimiento del PIB per cápita llegó a 97%, muy similar al de Estados Unidos.
Pero el desplome petrolero entre 2015-2016 posicionó a Venezuela muy
por debajo de América Latina y Estados Unidos.
Entre 1998 y 2017
se registró un crecimiento económico en Latinoamérica.
En el caso de Venezuela,
fue el único país que registró una caída de 25% a 30% del PIB
per cápita.
La caída del
crecimiento económico ha significado una pérdida negativa para el país en
cuanto a competitividad, densidad sectorial y diversificación, lo que ha tenido
incidencia directa en la pobreza y su comportamiento.
En los últimos 21
años, los índices de pobreza de ingresos no tuvieron una tendencia
lineal, gracias a las políticas económicas y sociales tomadas por el
chavismo, lo que generó un fenómeno caracterizado por avances y retrocesos,
señala el libro Pobreza y el Gasto Social en Venezuela de la Revolución
Bolivariana de María Gabriela Ponce y Lissette González, investigadoras del
Instituto Económico y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello.
En 1997 los
niveles de pobreza de ingreso fueron notables. 58% de los hogares no contaban
con el dinero suficiente para cubrir sus necesidades básicas.
Mientras que 30%
de los hogares del país tenía al menos una necesidad básica que cumplir, reseña
el informe.
«El tema de las
políticas sociales empieza a cambiar cuando surgen las misiones en el año 2004.
Desde ese momento empieza a estar cada vez más claro que la política social
está cada vez más vinculada al tema político. La pobreza durante el gobierno de
Chávez disminuyó de forma significativa, pero la variable que más se asocia a
los cambios en la tendencia en la pobreza no es el gasto social,
es decir, no son las políticas sociales, sino que es gracias al ingreso
petrolero», señaló Lissette González.
Hasta el año 2001,
la tendencia de pobreza de ingresos registró una caída, lo cual se vio afectado
por el paro petrolero de 2002 y generó que los ingresos de pobreza volvieron a
ser los que se tenían en 1997.
Sin embargo, luego
del revocatorio en 2004 se desaceleró la masividad de los programas sociales y estos
empezaron a tener un tinte político electoral muy marcado.
Los momentos de auge
y declive tuvieron relación con los momentos electorales en los que se ponía en
juego a Hugo Chávez.
Hugo Chávez durante desfile cívico-militar en conmemoración de los 192
años de la Batalla de la Victoria y Día de la Juventud | Archivo El
Nacional
«Analizamos la
evolución de la pobreza con distintos indicadores junto con la evolución del
gasto social, junto con la evolución de los precios del petróleo y otras
variables para ver qué era lo que se asociaba más a la política social y esos
cambios en la pobreza», señala González.
«Fue el boom del
petróleo (2004-2008), y que se mantuvo a precios altos hasta 2012.
El boom de
los precios del petróleo, que suele ser cíclico en la economía venezolana,
significa una expansión del gasto público, del empleo y de la inversión.
Esa
mejoría social que hubo en esos años no es del todo atribuible a las políticas
sociales», añade.
González asegura
que el gobierno de Chávez fue muy exitoso en términos de discursos y
propaganda, lo que le permitió hacerle creer a la sociedad que estaba
siendo verdaderamente incluyente.
El fallecido presidente ofreciendo un discurso en la madrugada del 01 de
noviembre de 2004 en las afueras del Palacio Presidencial ante miles de
adeptos oficialistas en Caracas | AFP PHOTO/PRESIDENCIA
«La verdad es que en
los años 90 hubo un importante esfuerzo de programas sociales.
Lo que
pasa es que se dio en un contexto de recesión, de crisis y de ajuste.
Hubo dos
ajustes económicos importantes, el del 89 y del 94.
Ocurrió en ese tiempo
también la crisis bancaria, es decir, la situación económica
general fue bastante precaria.
Hay que tomar en cuenta que el petróleo en
tiempos de Caldera llegó a estar a 7 dólares por barril, a pesar de
los gastos de ingresos se mantuvo una importante inversión en lo social»,
señala.
Con la llegada del
oficialismo, la gente empezó a percibir, indica González, los programas
sociales de manera diferente: «Por varias razones. Una porque el venezolano
tenía una afinación de movilidad social y de beneficios a través del Estado,
alimentado desde el inicio de la democracia.
A fines de los 50 y a principios
de los 60 hubo políticas agresivas de expansión de las oportunidades educativas
y de expansión de la salud pública. Los programas sociales de los gobiernos de Chávez,
aunque también se dedicaban a los pobres, se presentaban de otra manera: ahora
Venezuela es de todos como un aspecto más reivindicativo y no peyorativo.
Eso tuvo un impacto importante en cómo la gente valoró esos programas aunque
desde el punto de vista técnico son un desastre total porque no había
fiscalización.
No se sabe quiénes son los beneficiarios.
No hay
mediciones del impacto«, agrega.
Sin embargo, datos
de 2014 del Instituto Económico y Sociales apuntan a que, en comparación con
los números de 2017, hubo un incremento de 32,6 puntos porcentuales en la
categoría de pobreza extrema.
Es decir, aquellos hogares donde los ingresos no
alcanzan para comer.
20
años después
Durante el
chavismo, las promesas de una economía que superaría el sistema neoliberal, que
aceleraría el desarrollo y la modernización del país estaban condicionadas al
sistema político e ideológico de la llamada revolución bolivariana.
En el Programa de
desarrollo económico 2001-2007 implementado por Chávez, Venezuela sentaría las
bases de un modelo productivo capaz de generar un crecimiento autosustentable
que promovería la diversificación productiva y lograría la competitividad
internacional en un período de tres a seis años.
Alcanzaría una mayor
eficiencia en el gasto público, mejoras en el sector salud, educativo,
energético, en el abastecimiento de agua, en el sector transporte, generaría
seguridad jurídica y personal para crear un ambiente de confianza para la
inversión privada.
Pero con el paso
de los años, las libertades sociales, los derechos ciudadanos, el respeto a la
inversión privada y el valor adquisitivo de la moneda venezolana se fueron
resquebrajando.
El Observatorio
Venezolano de Conflictividad Social ubicó 2018 como el año en el que se
registraron más protestas en el país desde 2011.
Datos más recientes
señalan que de 9.847 protestas que se realizaron en 2015 se pasó a 12.715 en
2016.
Es decir, 35 protestas diarias por temas sociales.
En el primer
trimestre de 2018 hubo 2.414 protestas, mientras que en los
primeros cinco meses de este año se registraron 6.212.
Todas
relacionadas con escasez de alimentos, de gas doméstico, agua potable,
gasolina, pago de pensiones, ajuste de salarios y escasez de medicinas.
La riqueza de la
nación se ha reducido considerablemente en los últimos años.
El Fondo Monetario
Internacional estima que Venezuela vivió en 2018 su tercer año consecutivo con una
reducción superior a 10% del PIB, mientras que el actual régimen de
Nicolás Maduro encontró en la emisión de billetes y aumentos de sueldo una
manera de enfrentar la hiperinflación.
La situación
económica del país generó su mayor peso en el deterioro de las condiciones de
vida de los ciudadanos, que en los últimos seis años se han enfrentado a la
peor crisis económica del continente.
Ante ello, la migración de forma masiva ha sido la solución para millones
de venezolanos.
Aún
se habla de democracia
Lauriño asegura
que en el ADN de los venezolanos hay conocimiento de lo que significa la
democracia, lo que a su juicio es una piedra en el camino para el gobierno y lo
que ha impedido que se instaure por completo el modelo político que pretende.
«Los políticos del
45-48, y del 59 al 99 iniciaron un ejercicio de pedagogía en el poder. Desde
arriba estaban tratando de enseñar a una sociedad que no tenía idea de lo que
era la democracia. Hoy en día, el rechazo a este gobierno ha tenido que ver con
lo que esta significa.
La gente entiende su significado.
Pero no por
referencia bibliográfica o de otros países, sino por haberla vivido.
No es un
anhelo, aspiración, sino la exigencia de una cosa que se vivió.
La gente más
joven exige democracia y no por haberla vivido, sino por haberla aprendido en
casa en un ambiente familiar», afirmó.
Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.
La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.
Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.
El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.
Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.
De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.
A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).
¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.
¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?
¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!
El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.
Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio
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