La promesa fácil, el engaño y la particular forma de impactar los sentidos, especialmente el de la vista con banderas de colores, caravanas de autos con gente paga, como Belloni/Naves que abonó 500 pesos a sus seguidores antes de salir de El Calafate o Claudio Vidal y Harasic que abrieron unos 120 locales partidarios, desafectó más de 500 personas de las empresas petroleras para trabajar a su servicio, las decenas de millones de pesos en vehículos, camionetas nuevas ploteadas y un enorme capital desperdiciado, mientras hablan de sensibilidad social; todo se volcó a la calle para sorprender a incautos y desprevenidos.
“Somos la renovación”, dice el slogan de Belloni y es kirchnerismo puro junto con Vidal y Alicia Kirchner.
Uno se preguntaría ¿Qué va a renovar?, tal vez la forma de desviar fondos, simular gastos o promover una administración “más controlada” pero con tanta corrupción como la encontrada en el municipio de El Calafate por el Tribunal de Cuentas, tal como lo hemos publicado en sucesivas notas y sin embargo, en una provincia donde el kirchnerismo tiene total impunidad, nada es punible.
Hoy los que tienen antecedentes son candidatos.
Ayer las interminables caravanas de Belloni y Vidal en Río Gallegos, levantaron más bronca e insultos que adhesiones.
Claro, ellos no trabajan, pero la gente que produce en la provincia, los padres llevna (SIC) al colegio con sus hijos y el tránsito normal de ciudadanos ocupados en sacar adelante sus vidas, sí lo hacen un día de semana cualquiera como ayer miércoles.
Por eso, cuando desde las camionetas atestadas de empleados públicos pensaban que los saludaban, en realidad, la mayoría se estaba acordando de los familiares de cada candidato.
Y si éramos poco, apareció Carlos Zannini en le cierre de campaña de la gobernadora y luego diciendo en un medio para oficial “Lo resumió muy bien Alicia, acá hay mucho amor, no es anti nada, es una convocatoria muy amplia a una hermandad de todos y a buscar un triunfo legítimo en las urnas que es lo que va a posibilitar que se siga construyendo igualdad y que Santa Cruz siga adelante”. (¿?)
Alicia Kirchner, por su parte, abstraída de los 4 años de calvario que le hizo transitar a los santacruceños, atrasando salarios, sin aumentos, sin pago a los jubilados y postergando todo, menos la máquina de recaudar de la ASIP, un glorioso invento de la gobernadora para recaudar metiéndole la mano al bolsillo de la gente a la que hoy le pide el voto, dijo “Gracias por el calor, estamos abrigados por el cariño. Como decía Néstor abramos las avenidas de la Patria, acá estamos, en esta hermosa Avenida”, mientras arrastraba al inefable Pablo Grasso a su lado,quien se prende para cualquier cargo a mano, desde diputado, gobernador o intendente.
“Acá están los militantes sin bajar los brazos. No nos importa el frío. Yo creo que el viento no nos moldea y el frío tampoco. Porque es ese clima frío el que nos permite darnos ese abrazo militante con afecto y amor. Y el viento nos hace fuertes y duros como sabemos ser los santacruceños y santacruceñas”.
Es decir, nada. Toda mística kirchnerista berreta, que la excluye de cualquier comentario.
Claudio Vidal, el petrolero devenido en kirchnerista inundó las calles de la capital con el lema “Nosotros sabemos lo que hay que hacer” y apunta sus millonarios cañones de fondos sindicales, junto al empresario (extrañamente kirchnerizado) Mijhael Harasic, que lleva a viejos mutantes de la política, anquilosados en el exilio o grandes fracasados de la administración en estos últimos 12 años K.
Entre ellos Héctor Di Tulio, Mónica Pereyra, José Luis Garrido, Iris Rasgido, Jazmín Macchiavelli, Roberto Borselli, Ariel Varela y otros, con quienes el petrolero pretende “renovar la política y enderezar a Santa Cruz”.
Eduardo Costa, empresario que juega su última carta en la cuarta intentona por coronar la gobernación, fue esta vez quizás el menos aparatoso de los candidatos, sin embargo no tuvo una feliz idea al prometer que si llega a la gobernación aumentará el 35% los sueldos de la administración pública.
Una innecesaria promesa, como aquella de los 20 mil puestos de trabajo del 2011 o los 6 mil puestos en las represas del año 2015.
Daniel Peralta, lanzó una campaña austera pero con la sola pretensión de recuperar un espacio peronista propio, restándole muchos votos al kirchnerismo y algunos a Costa.
No es casual que tanto Belloni como Vidal hayan estado interesados en integrar a Peralta al kirchnerismo que representan tanto la gobernadora, como el petrolero y el intendente de El Calafate.
El domingo, Peralta constituye la piedra en el zapato del kirchnerismo y es el único que le puede restar entre un 9 y un 15% al oficialismo, pudiendo llevarlos a la derrota.
La farsa
Alberto Fernández firmó con el Vicegobernador pablo González, un acuerdo para impulsar las obras en Santa Cruz, pero lo extrañamente absurdo es que más de la mitad de esas obras están paradas por corrupción, denuncias e investigaciones.
Una demagogia innecesaria que se transforma en una burla hacia el propio electorado de la provincia, que conoce (como tal vez Fernández no) lo que han hecho y dejaron de hacer acá, los Kirchner.
1º El Kirchnerismo, conformado por Alicia Kirchner/Eugenio Quiroga – Javier Belloni/Conie Naves – Claudio Vidal/ Mijael Harasic.
2º Cambiemos, con varios candidatos a gobernador por Ley de Lemas entre ellos: Eduardo Costa – José Carambia – Carlos Fernández – Gabriela Mestelán – Antonio Tomasso – José Blassiotto y Héctor Vidal.
3º Peronismo (no kirchnerista) con un solo candidato: Daniel Peralta
4º La Izquierda va con Omar Latini y Paula Nauto
El domingo Ud, lector elige: prolongar el desastre votando al sistema k de siempre (aunque muten sus apellidos y se muestren renovadores son siempre de la misma matriz) o buscar el cambio en otra alternativa, aunque luego no resulte lo que pensábamos.
Siempre habrá un modo, forma y tiempo de cambiar, lo que no tendremos es paz, si seguimos promoviendo un cambio y elegimos siempre lo mismo.
(Agencia OPI Santa Cruz)
Fuente
“OPI Santa Cruz”, 09.08.2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario