MEJOR CALMADO QUE…
DESAFORADO
Los argentinos vuelven a las calles |
JOSÉ PABLO CRIALES |
Buenos días.
"LETRA P"
Acostumbrado ya a imponer su narrativa a los golpes, el presidente argentino, Javier Milei, interrumpió la programación televisiva habitual del lunes por la noche para dar anuncios en cadena nacional.
Fue en la víspera de un día de protestas masivas en todo el país en contra de los recortes presupuestarios en las universidades públicas, pero esa tarde, por un momento, los noticieros dejaron de cubrir los reclamos y volvieron a concentrarse en qué hacía y qué diría esta vez el presidente.
No hubo anuncios.
Rodeado de sus funcionarios económicos, Milei salió a defender su gestión: avisó que el país había logrado conseguir tres meses seguidos de cuentas fiscales en verde, una marca que no se veía en el país desde 2008, e intentó atajar las críticas a su ajuste, que ha visto la inflación mensual en descenso durante los mismos tres meses a coste de las pensiones de los jubilados o los fondos de la educación pública, y con la pobreza siete puntos más arriba que el año pasado.
Cuando se enoja, el presidente argentino suele tuitear desenfrenado sobre lo que llama “principio de revelación”, una manera de mostrar que incluso sus derrotas forman parte del plan maestro.
Lo hizo cuando su ley de desguace del Estado cayó en el Congreso y dijo que en realidad el proceso había servido para “desenmascarar” a los diputados de “la casta” que solo buscaban mantener sus privilegios, y volvió a hacerlo después de que cientos de miles de personas tomaran las calles de las principales ciudades del país en defensa de la educación pública.
“Aquellos que pretenden seguir viviendo a expensas de los argentinos se montaron sobre una mentira para promover sus intereses”, dijo sobre la manifestación que convocó a casi medio millón de personas solo en la ciudad de Buenos Aires.
Milei, que en campaña afirmó que acabaría con la educación pública y que en el Gobierno promueve la educación privada con subsidios especiales para las familias que la eligen, tuvo que recular y afirmó que la marcha por las universidades defendía una “causa noble”, pero que la oposición había buscado capitalizarla en su contra.
El golpe, esta vez, no surtió tanto efecto.
Es cierto que los principales referentes de la oposición –incluidos el derrotado candidato presidencial del peronismo, Sergio Massa, o la expresidenta Cristina Kirchner– se dejaron ver durante la manifestación, pero ninguno se animó a hablar en público ni menos a acercarse a las tarimas desde donde los estudiantes hicieron su reclamo al Gobierno para que no se cargue uno de los orgullos más grandes que tienen los argentinos: un sistema de universidades que llega a todo el país y que ha promovido históricamente el ascenso social.
A la manifestación se unieron los sindicatos con sus propias consignas, llegó la izquierda más tradicional con banderas palestinas para denunciar la guerra de Israel en Gaza y el entusiasmo desmedido que le genera al presidente, y los peronistas cantaron las clásicas canciones que dicen que volverán más fuertes.
Pero eran mayoría los estudiantes de Medicina que protestaron en ambo o bata, los profesores de Letras que llegaron con libros de Jorge Luis Borges o Rodolfo Walsh, o los contingentes de estudiantes de Derecho que marcharon al Congreso cantando el himno nacional.
Los
argentinos llevaban casi cinco meses esperando a ver quién liderará la
oposición.
En diciembre, durante una de las primeras protestas contra el flamante Gobierno, una mujer mayor se volvió viral por una entrevista televisiva frente al Congreso en la que decía que las protestas seguirían, “con los dirigentes a la cabeza o con las cabezas de los dirigentes”.
Todavía no hay respuesta, pero las opciones parecen ir por la segunda.
Este miércoles, atentos al reclamo de una de las protestas más grandes en dos décadas, algunos diputados convocaron a una sesión especial en el Congreso para discutir los presupuestos educativos, pero la mayoría eligió no ir y la reunión fue cancelada.
Fuente “EL PAÍS”, España, 25.04.2024
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