GOBIERNO DESATIENDE
ARGENTINA MEJOR QUE LO ATIENDA
ESPECIALES CLARIN: La guerra mapuche por dentro: viaje al corazón del conflicto, donde el estado chileno no puede entrar
10 de noviembre de 2022
"TN", 04.11.2021
Un equipo de enviados especiales consiguió adentrarse en las comunidades que buscan forjar la «nación mapuche» y visitó, además, a las víctimas de la violencia rural creciente, cuyos ecos llegan a la Argentina.
Crónica desde el corazón de la Araucanía.
Una guerra enfrenta en el sur de Chile a grupos mapuches radicalizados con el Estado, las empresas y los propietarios.
Es un conflicto que atravesó la dictadura de Pinochet y a todos los gobiernos democráticos posteriores.
Pero que recrudeció en los últimos años, con vidas perdidas y con ecos de violencia que llegan hasta la Argentina.
En la región de la Araucanía está el nudo geográfico del conflicto.
Allí, todos los días suceden ataques contra viviendas, maquinarias, empresas y personas.
El Estado encuadra estos hechos bajo la figura de actos de terrorismo.
Considera que existen guerrillas operativas que se financian con el tráfico de drogas, armas y madera. Por eso la zona está militarizada.
Extensión del territorio reclamado por el Reino sobre fronteras actuales. 1860
El presidente Gabriel Boric intentó modificar el estado de excepción militar que había establecido su antecesor en el cargo, Sebastián Piñera.
Pero tuvo que volver a implementarlo por la violencia incesante.
Moverse por las rutas interiores, que se desprenden de la conocida autopista 5, sobre todo de noche, es peligroso.
Clarín lo comprobó durante un viaje al corazón del conflicto.
¿Conoce una finca recién atacada?
Incendio de la iglesia evangélica Alianza, en Chile, en el marco del conflicto mapuche. "EL CRONISTA", 05.11.2021
Claudio Verdugo está sentado delante de las ruinas de su casa.
Nada queda.
Saca su teléfono.
Muestra un video del momento en que el fuego arrasaba con todo.
El audio es pura desesperanza.
El propietario grita de impotencia mientras las llamas consumen su vivienda.
Lo sorprende la visita de los enviados argentinos.
Se llegó hasta su fundo haciendo la misma pregunta a los pobladores: “¿Conoce una finca recién atacada?”
“Este país está in gobernado -dice Verdugo-. Estos tipos son guerrilleros, han tomado la causa mapuche pero son delincuentes. Yo no llegué a tiempo. Cuando mi casero me avisó que estaban ya era tarde. Habían quemado la casa. Le habían apuntado a la cabeza. Habían incendiado los camiones y las máquinas. Desde entonces, estoy acá en alerta. Armado por si escucho ruidos durante la noche. Pero si vuelven, ¿qué hago? ¿Los enfrento? ¿Les disparo?”
Claudio Verdugo. En octubre sufrió un ataque mapuche. Le quemaron por completo su casa.
En chile hay 1.800.000 mapuches.
La mayoría de ellos están organizados en comunidades pacíficas y coexisten con la ciudadanía sin mayores problemas.
Pero una parte minoritaria busca forjar “la nación mapuche”, una vasta de zona que abarcaría desde el Océano Atlántico hasta el Pacífico y tomaría parte de dos países.
Los grupos radicalizados dicen que es la tierra de la que fueron expulsados durante la llamada “Pacificación de la Araucanía” perpetrada por los conquistadores españoles.
Buscan recuperar todo ese territorio por medio de la violencia, ocupando lotes e intentando expulsar a las industrias que operan en la región.
Si la nación mapuche existiera, la ciudad de Temuco sería su capital.
"LA CAPITAL MAPUCHE"
La carrera de Temuco por ser el símbolo de las ciudades inteligentes en el sur de Chile. "La Tercera", Chile, 20.04.2019
Es un lugar pujante.
Pero tiene una peculiaridad: aquí todos los carteles de vía pública están escritos en mapuzugun, la lengua originaria mapuche.
Nadie repudia ni impide que las comunidades conserven sus usos y costumbres.
“Nada de eso”, dice la empresaria hotelera que recibe a Clarín en un viejo hotel que no volvió a abrir tras la pandemia.
Angélica Tepper fue una de las constituyentes que votó en contra de la nueva constitución.
No acepta que se hable de “estado plurinacional”, como decía el texto que la mayoría de los chilenos rechazó.
“Nadie me consigue explicar que significa esa palabra. Yo no veo unidad en ella, sino fragmentación y aquí tenemos que hablar de un estado único soberano donde pueden caber todas las comunidades, pero no diferentes naciones, como sugiere el término. Eso no puede existir aquí y no existe en ninguna parte”, plantea una de las referentes de Temuco contra la violencia de los grupos radicales.
Angélica Tepper. Congresista constituyente, empresaria de Temuco. Se opone a la idea de «estado plurinacional».
Esas agrupaciones confrontan de diferentes maneras.
Pueden operar en la clandestinidad o incluso hay comunidades que directamente impiden que las corporaciones avancen sobre la naturaleza.
A una hora de Temuco, espera en su camioneta Alberto Curamli, Lonko de un Lof que se opone a un proyecto extractivo de energía sobre tierras ancestrales.
“El agua, los ríos, la montaña. Todo eso va incorporado en ese Wallmapu (país mapuche). Están los árboles, los esteros que bajan y que están siendo intervenidos hoy día por empresas transnacionales. Y si hablamos de un río, un río también es un ser vivo. ¿Qué es lo que hacen ellos después de cortar estos árboles nativos? Es ponerle planta de eucalipto y de pino. La empresa forestal. Son las que causan todo este tipo de conflicto, porque ellos vienen a imponer. Ellos son los responsables de esta militarización”, dice.
Curamil estuvo un año preso acusado por un robo que luego se comprobó que no cometió.
Durante su estadía en la cárcel de Temuco -un presidio con alto porcentaje de presos mapuches acusados por terrorismo- conoció a Facundo Jones Huala. El líder de la RAM, la agrupación que comete atentados del lado argentino, hoy permanece prófugo.
A Curamil se le dibuja una sonrisa cuando lo recuerda: “Ese Facundo, ese argentino. Lo ayudábamos con la comida. Estaba muy solo…”.
Alberto Curamil, lonko de una comunidad que impide proyectos extractivos en una zona de naturaleza.
Camino a Ercilla
Siguiendo rutas internas, se llega a la localidad de Ercilla.
Ercilla es el sitio a donde nadie recomienda ir, Ia localidad más caliente de la Araucanía.
En ese lugar, un carabinero corre serio riesgo de ser atacado.
La comisaría está rodeada de grandes bloques de cemento.
Se cansaron de ser tiroteados a cualquier hora del día.
Todos los días.
Es uno de los sitios donde los ataques más han crecido.
Pasaron de 289 en 2013 a 1668 en 2021. Aumentaron un 477%.
La mayoría son incendios y se dan en zonas rurales.
En Ercilla se percibe la tensión latente y el estado de guerra.
El equipo de Clarín ingresa y es observado por hombres mapuches reunidos en el boulevard que divide la calle principal.
Las paredes dicen: “Libertad a los presos políticos mapuche”.
Según el estado chileno, es la zona desde donde la llamada Coordinadora Arauco Malleco (CAM), la guerrilla clandestina mapuche, planifica sus ataques.
Pintadas mapuches en la región de araucana. Foto Francisco Javier Argerich Hoffmann.
Emilia Coñumil es concejala indígena de esa comuna.
Su madre tiene casi cien años y los pasó todos en este mismo lugar.
Emilia funciona como nexo entre todas las comunidades y también como vocera frente al Estado chileno, las fuerzas armadas y las empresas que explotan el área.
“El Estado chileno siempre ha intentado acallar los movimientos y lo hace utilizando las fuerzas armadas. Lo ven como delincuencia y no como una reivindicación territorial. En el fondo, el que no patalea simplemente se queda sin nada”.
La CAM es el brazo armado de la lucha mapuche.
El principal denunciante de las acciones de la CAM y de todo activismo mapuche en la región es APRA. La Asociación para la Paz y la Reconciliación en La Araucanía es un movimiento civil que condena los ataques incendiarios y busca la defensa de los agricultores y madereros afectados por terrorismo.
Ha sido definida como de extrema derecha por tener una retórica anti-indigenista.
Francisco Alanis Porcella, su titular, recibió a Clarín en el centro de Temuco.
“Yo tenía máquinas viales, era contratista, un día me quemaron tres máquinas. Por eso estoy acá”, se presenta.
“Nos ponen en el lugar de la derecha. Pero somos las víctimas: estamos contra el terrorismo mapuche y denunciamos que se financian con narcotráfico y robo de madera. Contra el delito estamos. No contra la cultura”, agrega y suelta la palabra clave: Temucuícuí (1).
“Es ahí donde se ocultan. Ahí intenten entrar”.
La «Nación Mapuche»
Temucuicuí es el experimento mejor logrado de la Nación Mapuche.
Una zona de 12 mil hectáreas habitada por cinco comunidades.
Allí no entra el estado chileno (lo mapuches expulsaron a tiros a una ministra de interior que intentó visitarlos para dialogar) ni la policía (un agente murió baleado en el último allanamiento a la zona intentado por las fuerzas de seguridad).
Desde Temucuicuí se han cometido ataques contra vecinos.
Bárbara Orellana, una vecina, justamente, cuenta: “Tuvimos un ataque directo a mi marido, que fue víctima de homicidio frustrado y tenía casi destrozada su pierna. Tuve que firmar una carta que la iban a amputar. Fue terrible y el asedio fue para intentar que nos rindiéramos y que dejáramos la propiedad. Soy fuerte por él. Y por mi hija”.
Durante varios días, Clarín intentó entrar a Temucuícuí.
Se tomó contacto con las cinco agrupaciones mapuches que lo habitan.
Las más beligerantes rechazaron ser visitadas.
El líder de uno los grupos citó a los enviados en la Feria Pinto de Temuco, un gran mercado latinoamericano donde abundan productos de todo tipo, desde ropa hasta alimentos.
Víctor Queijpul tampoco aceptó ser entrevistado, pero escuchó el requerimiento de este equipo en un playón de estacionamiento.
Con las fuerzas armadas
En Pailahueque, cerca de Ercilla, está la base de Carabineros más importante de la zona.
Desde ese comando, tanques militares salen todas las mañanas con efectivos armados hasta los dientes a “barrer” el área de posibles atentados.
Gracias a una gestión de periodistas chilenos, el equipo de Clarín consiguió entrar a la sala de situación desde donde se monitorea toda la región.
“Hemos tenido que potenciar nuestras unidades. Ha habido una radicalización y una evolución de los hechos de violencia y con ello también los ataques al personal policial. Saben disparar y saben lo que tienen que hacer. Usan armamento automático de guerra contra el personal policial”, explicó el general César Bobadilla.
Carabineros de Chile, una de las principales fuerzas armadas del país vecino, hace decenas de recorridas diarias para prevenir ataques mapuches vistiendo armamento de guerra. Foto: Francisco Javier Argerich Hoffmann.
Invitó a presenciar un retén en zonas de tensión.
La cuadrilla de carabineros instaló un tabique cerca de Ercilla, sobre un camino de tierra, y comenzó a detener a todos los autos provenientes de Temucuícuí.
Pedían identificación.
En todos los vehículos venían mapuches que salían de la zona para hacer sus tareas pacíficamente.
La situación se fue tensando.
El operativo terminó con un detenido.
No tenía antecedentes: sólo estaba alcoholizado.
El general César Bobadilla, a cargo de toda la vigilancia del área más conflictiva.
En 2018, un grupo de Carabineros asesinó de un disparó en la espalda al mapuche Camilo Catrillanca.
Estaba junto a un menor e iban desarmados.
Se trató de una muerte simbólica, que acrecentó el conflicto.
Catrillanca es considerado un mártir que cayó defendiendo su tierra.
El lonko Juan Catrillanca autorizó el ingreso a Temucuicuí.
Su abuelo, Juan Catrillanca, lonko de una de las cinco comunidades de Temucuicuí fue quien finalmente autorizó a los enviados de Clarín para que pudieran entrar a la reserva.
La camioneta de los periodistas fue escoltada hasta el lugar.
El área lucía repleta de graffitis que declaran a estos terrenos como territorio ancestral mapuche.
Antes de ingresar, el lonko Catrillanca le pidió permiso al agua y a la tierra.
Mencionó una oración delante de un río antes de cruzarlo.
Luego, junto a varios integrantes de la comunidad, caminó delante de un rewe, un sitio sagrado.
Hablaban delante de Clarín en dialecto originario.
Catrillanca expresó que no son terroristas.
Que ésta era su tierra y que no reconocían las leyes chilenas.
Que el Estado no debía ni acercarse a ese sitio y que la nación mapuche, cuyos límites llegan hasta la Argentina, debían expandirse más, expulsando a las forestales.
“Ellos son la violencia”, insistió.
Mostró una ruca (una casa) que había pertenecido a colonos suizos y que ahora estaba ocupada por ellos.
Los integrantes de la comunidad invitaron a los periodistas a tomar café con sopaipilla (tortas fritas).
Catrillanca negó cualquier vínculo con operaciones guerrilleras de la CAM.
Camilo Catrillanca, un mártir de las luchas por la tierra en el sur de Chile.
Cuando se le expuso que el Estado chileno, la Justicia y los propietarios de la zona sostienen que algunas de las facciones mapuches se financian con el robo de madera y tráfico de drogas, Catrillanca aseguró que todo “es mentira, un invento de los que nos quieren sacar de acá”, expresó.
Se le dijo que en Temucuícuí fueron hallados invernaderos con plantas de marihuana y también maquinaria forestal para talar árboles y producir madera, pero ofreció respuestas confusas.
Los Catrillanca saludaron a los enviados de Clarín y en el aire quedó flotando una pregunta sin respuesta.
¿Hay una solución para violencia?
¿Quién es quién en esta historia?
Todos los entrevistados que participaron de este trabajo escucharon esas mismas preguntas al final de cada encuentro.
“Yo creo que ha faltado voluntad política para solucionar los temas”, dijo Angélica Tepper, sentada en el recibidor de su viejo hotel cerrado.
“El Estado winka (blanco) no va a ceder”, dijo el lonko Catrillanca, dispuesto a seguir en la pelea.
“Esta situación no tiene una solución de orden militar o policial”, explicó el general Bobadilla, dando a entender que la salida debería ser política.
Alberto Curamil, el defensor de los ríos, dijo: “Yo creo que no va a haber punto de encuentro”.
Claudio Verdugo, el vecino cuya casa quedó en cenizas, fue más duro: “Con estos gallos. No se puede hablar con amor, hay que hablar con armas”, expresó tajante.
“Y el gobierno tiene que poner mano dura”, agregó Tepper.
“Acá están invadiendo nuestro territorio y mientras no se respete, no va a haber resolución y tampoco paz”, avisó Curamil.
“Cada vez más el mapuche tiene que seguir levantándose”, reforzó Catrillanca.
“Hay que irse a la guerra con ellos, no hay otra forma”, cerró el propietario Verdugo sobre su casa en ruinas.
fuente
"DIARIO NEUQUINO", 10.11.2022
Fuente Clarín
(1) Temucuicui o Temocuicui es un conjunto de comunidades mapuches en la comuna de Ercilla, Provincia de Malleco, Región de La Araucanía, en Chile. Son ocho predios agrícolas ubicados a 86 kilómetros al norte de Temuco. Wikipedia
La guerra mapuche por dentro: viaje al ... - Argentinos.es
- 8 oct 2021 — Son 33 mil hectáreas y advirtiendo que “resistirán” contra intentos de allanamiento de la policía.
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