FRENTE A LAS URNAS
Argentina: "Locura y normalidad son ejes de esta elección"
Deutsche Welle: En su libro "Galería de celebridades argentinas” retrata a figuras de la historia y a políticos argentinos.
¿Cómo llega a la idea de escribirlo?
Pola Oloixarac: Yo venía haciendo retratos de distintas figuras del gobierno argentino para el diario La Nación.
Aunque soy novelista, me había impresionado la forma en la que los políticos son los personajes de una narrativa que quieren controlar.
Entonces algunos políticos me criticaron en redes sociales, y allí surgió la idea de hacer este libro de retratos.
Al desbaratarles esa narrativa, por un lado, a los lectores eso les encantaba, y por otro lado, los políticos se enojaban.
Reaccionaron tuiteando para decir que eso no era periodismo.
Entonces, la idea de que haya gente en el Gobierno queriendo determinar qué es periodismo y qué no, qué se puede narrar y qué no, me fascinó.
Era ver cómo una fuerza literaria puede deshacer una narrativa.
¿Por qué es importante mostrar el aspecto humano, el perfil psicológico de los políticos, en este caso, de los candidatos a las presidenciales en Argentina?
Bueno, porque Argentina se encuentra en una crisis gravísima.
Y ya no recordamos el momento en que no hubo una crisis.
Argentina, prácticamente, es un ´defaulteador´ serial.
Es como si estar fuera de la regla y la normalidad fuera la normalidad argentina.
Yo creo que el problema del peronismo -por más que su mitología sea muy simpática, y lo es para mí- es que ha devenido en una cleptocracia.
Eso no solo se ve en los esquemas de corrupción en los que están anidados.
No hay alguien que tenga la voluntad de ser una persona de bien y decir 'esto no va más'.
A todo esto, el ministro de Economía, con una inflación de más del 120%, 130%, se está planteando ser electo presidente.
O sea, es algo totalmente demencial.
Si algo así te pasa, es que fracasaste.
Pero no, él está diciendo 'vamos por más'.
Entonces ahí se ve que el sentido común no está funcionando.
Creo que por eso el libro tuvo esa repercusión, porque es empezar a mirar a las personas, cuánto mienten y cuánto desean mentir en relación a lo que realmente son, o sea, hasta qué punto crean una ficción de sí mismas, cómo la quieren fabricar entre nosotros.
La figura más polémica y mediática en estas elecciones es Javier Milei. ¿Qué piensa de él?
Se trata de un personaje que me parece preocupante.
Él había surgido como panelista de televisión, y no tenía ningún tipo de experiencia, más que la de ser empleado de uno de los mayores contratistas del Estado, Eduardo Eurnekián, que maneja los aeropuertos y otros negocios del Estado.
Él era una especie de empleado de una corporación peronista que se beneficia con los negocios del Estado.
Entonces, cuando Milei empieza a hablar de la "casta” política -que es un concepto que él importó de un partido de derecha italiano, el Movimiento Cinco Estrellas- se nota que hay mucha distancia entre la proveniencia de este hombre -que, de hecho, también era asesor de Antonio Bussi, un ex represor condenado por delitos de lesa humanidad, y también había sido asesor de Daniel Scioli [vicepresidente de Argentina entre 2003 y 2007]- y lo que él hace, tratando de meterse en política. Estaba en los medios todos los días, y los periodistas tendían a escucharlo siempre.
En él hay algo que no convence.
Periodistas investigativos aseguran que es una figura creada por el mismo peronismo, que siempre está mutando.
Un capítulo de su libro en el que habla del partido Juntos por el Cambio se llama "La familia ensamblada”. ¿Cómo ve la figura de Patricia Bullrich?
A mí me parece que ella es una candidata interesante porque le gana a Horacio Rodríguez Larreta la interna con mucha facilidad sin tener el aparato de la Ciudad de Buenos Aires, porque él era gobernador de la capital.
Le gana recorriendo el país.
Esa victoria de ella es como si el humanismo le hubiera ganado a la tecnocracia.
Y ella también es interesante porque, en general, las mujeres en Argentina, cuando llegan al poder, siempre han sido peronistas, siempre son las viudas del hombre poderoso.
Es el caso de Isabel Perón, la viuda de Juan Domingo Perón, y es el caso de Cristina Kirchner, la viuda de Néstor Kirchner.
El caso de Cristina Kirchner es notable porque, como la gente no la ve gozando del dinero, a pesar de las causas en las que la siguen condenando, y de que esa corrupción está probada, hay como una justificación del robo.
Muchos piensan que para hacer política es necesario robar, siempre y cuando ese dinero sea para sostener el poder.
Patricia Bullrich, en cambio, es una persona honesta, que vive como vive desde hace mucho tiempo.
Alguien que formó parte de la Juventud Peronista pero se arrepintió de estar de ese lado.
Ella dice que, aunque no era guerrillera, estaba en la JP, y dice que se equivocó.
Eso me parece valioso.
Me parecen decisiones de una persona cabal.
Sin duda, repensar la historia de los 70 es importante, pero en el caso de Milei, niega que hubo 30.000 desaparecidos, y hace resurgir la teoría de los dos demonios.
¿No es peligroso eso?
¿No es retroceder en las conquistas de 40 años de democracia y derechos humanos en Argentina?
Me parece totalmente siniestro que quiera presentar esa posición como la posición oficial de Argentina.
Por eso es que él lleva a una candidata a vicepresidenta [Victoria Villarruel] que reivindica a los militares de la dictadura.
Me parecería muy grave volver a abrir un capítulo de nuevo fascismo en Argentina.
Por otra parte, Milei dice, por ejemplo, que quiere estar 30 años en el poder.
Al mismo tiempo, dice que es liberal, pero está en contra de la libertad de elegir de las mujeres.
Por eso, esa reforma ideológica que plantea Milei es a lo único a lo que podría aspirar, porque, de ser elegido, no contaría ni con diputados ni con senadores para promover ninguna de las cosas que plantea de esa manera delirante.
Por otra parte, Alberto Fernández está algo ausente del escenario político…
Alberto Fernández fue puesto a dedo por Cristina Kirchner.
Así como Sergio Massa, que es el que está de candidato a la presidencia.
En algún momento, ellos quisieron traicionarla, ellos quisieron destrozarla, y perdieron.
Entonces ella lo que hace ahora es, digamos, ir usándolos.
Primero lo puso Alberto, a pesar de que la gente tenía esta fantasía de que Alberto la iba a traicionar, porque el peronismo, cuando es elegido, se transforma.
Pero Alberto no tuvo ninguna voluntad de hacer absolutamente nada más que ir a cócteles y hacer un personaje de izquierda como si fuera un AMLO argentino.
Lo que hace es copiar todo lo que hace AMLO.
Y Massa se presenta como si no fuera parte de este gobierno.
Es un grupo de gente muy cínica que no rinden cuentas a nadie.
Y siguen como apoyados por el dedo de Cristina, que sigue siendo totalmente relevante.
La exacerbación del discurso agresivo político, en una Argentina golpeada por la crisis, ¿podría desembocar en una elección, ya no solo por descarte, por elegir el mal menor, sino sobre todo motivada por la desesperación?
Creo que cuando vos vivís con crisis económica durante años, con una inflación de más del 120%, cuando no hay normas claras, cuando no hay seguridad jurídica, cuando todo lo que tenés se va licuando, queda claro que ahora, más que nunca, la locura y la normalidad son dos ejes fundamentales de esta elección.
Porque estamos enloquecidos por la realidad en la que nos metió el kirchnerismo enloquecido.
Entonces, cuando aparece una persona que actúa la furia como la actúa Milei, genera, por supuesto, un montón de expectativa.
La gente se puede sentir reflejada en lo que él grita: ese grito es su grito.
El problema es que Milei es una estafa.
Entonces, nuestro trabajo, el trabajo de los periodistas, es mostrar que eso en realidad es de otra manera, que nos está vendiendo un perro.
Y los argentinos ya estamos acostumbrados a que nos mientan.
Lo que hay detrás de ese fenómeno es una mezcla de apatía y enojo.
¿Cómo es su visión de la literatura desde el periodismo y del periodismo en la literatura?
Yo creo que utilizo las herramientas que da la literatura para escribir de cosas que nos pasan a los argentinos.
No necesariamente es periodismo, porque el periodismo está sometido a la temporalidad.
Pero estos personajes no caducan, van evolucionando, generan nuevas estrategias.
Se puede usar todo lo que nos da la literatura para para enriquecer el discurso periodístico.
Tenemos que volver a las cosas que importan, a qué tipo de personas son los políticos, a lo que hacen verdaderamente, y a lo que no.
Paola Caracciolo (conocida por su seudónimo Pola Oloixarac) es una escritora, periodista y traductora argentina nacida en 1977.
Es autora de tres novelas ("Las teorías salvajes", "Las constelaciones oscuras" y "Mona"), y la obra de no ficción "Galería de celebridades argentinas". Reside en Barcelona.
(ers)
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