- 20/03/2017
Magario es un apellido de peso en el peronismo, especialmente dentro de la provincia de Buenos Aires y en el distrito más poblado del país: La Matanza.
Parte de la historia de ese apellido la escribió Raúl Magario, quien fue Jefe de Finanzas de la agrupación Montoneros, que secuestró a los hermanos Borno entre septiembre de 1974 y junio de 1975 .
Por ese rescate el empresario pagó U$S 60 millones, un récord en la historia argentina y mundial.
Después de muchos años en el olvido, la periodista María O’Donell reflotó aquella historia en el libro “Born” de (Sudamericana).
Ahí relata el pago del secuestro y confesó que inició la investigación para saber qué beneficios recibían aquellos que aportaban a las campañas presidenciales.
“Necesitaba ejemplos y recordé el indulto a Firmenich. Como Firmenich había hecho aportes a la campaña de Menem, me metí con esa historia y, en realidad, descubrí que esa plata que venía de Cuba tenía que ver con el secuestro de los hermanos Born y, cuando comencé a investigar, me pareció increíble que esa historia no se hubiera contado en detalle”, explicó O’Donell a Perfil al presentar el libro.
En esa serie de indultos de Menem también fue beneficiado Raúl Magario.
Pero es algo que a su hija Verónica no le gusta hablar, y remarca que ella arma su propio camino.
“Es la historia de mi viejo, no la mía. Yo tengo otra historia. Y no quiero ser la “hija de” sino que he construido una vida de militancia propia. Nosotros fuimos hijos de la persecución y del exilio”, destacó en un reportaje a La Nación en plena campaña 2015, cuando logró la intendencia de La Matanza como candidata del FPV.
Magario vivió ocho años exiliada en México durante la dictadura, lo que marcó una infancia dura.
“Cuando llegué del exilio y empecé a adaptarme de vuelta a la Argentina, en el año 84, cumplía los 15 años. Y al poco tiempo él (su padre) cae detenido. Yo termino la secundaria, empiezo a trabajar sola con mi hermano y aquel 8 de octubre del 89 yo al viejo le dije: “hasta aquí llegué, ésta es tu vida, yo te acompañé como hija, pero a partir de ahora empieza mi etapa para construir mi propia vida”. Y ahí empezó mi militancia, con mis propios ideales”, remarcó.
A mediados de los ’90, Verónica empezó a militar con Alberto Balestrini en La Matanza, donde su padre fue funcionario hasta 2011.
En la última etapa, durante la intendencia de Fernando Espinoza, hoy líder del PJ Bonaerense, Raúl Magario fue secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable local y en mayo de 2011 renunció por problemas de salud.
“No fue mi maestro político: es mi padre y sigue siéndolo, con las grandes diferencias que hemos tenido siempre. Por supuesto que esto me permitió nacer en una cuna peronista y vivir como hija de un militante”, sentenció Magario en un reportaje en La Nación, por si quedaban dudas de su carácter fuerte.
Luego de una lucha interna entre Verónica Magario y la esposa de Alberto Balestrini, María del Carmen Cardo dentro del municipio, la actual intendenta de La Matanza se impuso, y empezó la parte más visible de su crecimiento político.
En 2013 fue elegida por Cristina Fernández de Kirchner como la tercera en la lista de diputados nacionales del FPV –que encabezó Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora), en la elección en la que el oficialismo perdió con Sergio Massa, que acababa de irrumpir con su Frente Renovador.
Hoy, como intendenta y ya como la presidenta de la Federación Argentina de Municipios, Magario es una de las que más muestra su descontento con el presidente Mauricio Macri, pero también con la Gobernadora María Eugenia Vidal, a quien pocos se animan a criticar por su alta valoración entre los boanerenses.