GRABOIS Y EL FISU
El fondo fiduciario que manejaba Juan Grabois gastó $ 130 millones en viáticos y comisiones el año pasado
- Durante
el cuarto gobierno K, la Secretaría de Integración Socio Urbana pasó de
60 a más de 600 personas, que en su mayoría respondían al líder de la
UTEP.
-
- La organización piquetera manejó decenas de miles de millones del FISU, un oscuro fondo que Milei ordenó eliminar.
Como lo fue con Martín Insaurralde, Máximo Kirchner fue una especie de mecenas para Juan Grabois. Le aprobó el impuesto a las Grandes Fortunas y el Impuesto País que financiaban al fondo fiduciario del piquetero.
19.02.2024
"El choreo que hicieron con este fondo fiduciario es pornográfico. Un afano de tal magnitud que no entran los ceros en una planilla de excel, sólo comparable con lo que hizo Cristina con Lázaro Baez en Santa Cruz. Entre otras cosas, el balance del año pasado refleja gastos por 130 millones de pesos en viáticos y pasajes para militantes que aparecen com (SIC) supuestos 'auditores'".
Clarín escucha y toma nota de lo que cuenta el alto funcionario de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) que convivió con los piqueteros de Juan Grabois durante los últimos cuatro años del cuarto mandato kirchnerista, que finalizó el 10 diciembre, apenas hace poco más dos meses.
Fernanda Miño nació y vive en La Cava, San Isidro. Es del movimiento MTE, aliada a Grabois. Fue la que firmaba los miles de millones de pesos que iban al banco BICE que manejaba el massista José Ignacio De Mendiguren, para a su vez, trasnferir a las cooperativas.
Cada frase fue consultada con dos ex ministros de Alberto Fernandez que lidiaron con la arquitectura que diseñó Grabois para "urbanizar" los barrios populares que figuran en el Renabap y, (SIC) de paso, sostener financieramente sus agrupaciones piqueteras.
Habría que reconocerle al amigo del Papa que no comía solo: parte del dinero público que según las fuentes Grabois obtenía con este fondo fiduciario la habría compartido con Emilio Pérsico y Fernando "Chino", Navarro, fundadores del Movimiento Evita, aunque este último dirigente lo niega.
Reparto de dividendos en la prolífica sociedad piquetera argentina.
Entre 2019 y 2023 no se movía una mosca en la SISU sin autorización de Grabois.
La Jefa, en los papeles, era la ultracristinista Fernanda Miño, ex concejal de San Isidro que suele valerse de su paso como vecina de la villa La Cava como carta de presentación de una supuesta honestidad para manejar una cifra astronómica que en cuatro años habría alcanzado unos 60 mil millones de pesos.
Fernanda Monticelli es abogada y contadora. Fue la encargada de armar el sistema multimillonarios de obras que se gastaron en el Fondo Fiduciario de Juan Grabois.
En realidad, el cráneo detrás del esquema habría sido otra lugarteniente piquetera, pero con estudios: "la contadora y abogada Fernanda Monticelli era la encargada de emprolijar las facturas dibujadas con sobrevaluaciones absurdas que enviaban las cooperativas de Grabois, que se encargaban de realizar las obras", señalan los funcionarios que detectaron las supuestas irregularidades.
La Secretaría en cuestión fue creada por Mauricio Macri para hacer obras en los barrios carenciados.
Cuando asumió Alberto Fernández cayó en el flamante ministerio de Hábitat, que manejaba María Eugenia Bielsa.
Aseguran que la hermana del actual entrenador de la selección uruguaya "se asustó" con la voracidad de Grabois y ofreció cierta resistencia para financiar el vidrioso programa de urbanización.
El piquetero logró llevarse la Secretaría a Desarrollo Social, pensando que su amigo Pérsico podría liberarle las manos.
Pero no lo logró del todo, ya que los ex ministros Daniel Arroyo, Juan Zabaleta y, sobre todo, Victoria Tolosa Paz siempre "me metieron palos en la rueda para quedarse con la guita de las organizaciones sociales", dicen en el UTEP (ex CTEP).
Para poder tener independencia en el manejo financiero y operativo total, Grabois habría gestionado -y obtenido- el Fondo Fiduciario de la Secretaría de Integración Socio Urbana. La sigla es FISU.
Dentro del FISU armaron un comité que lo preside Miño.
Allí se definía dónde y qué trabajos hacer.
Pero sobre todo, cuánta plata salía cada proyecto.
"Es cierto que muchas de las obras que eran básicas, como plazas, cordones, pavimentación y algunas casas, se hicieron. El escándalo es lo que se gastaba.
Y las facturas que se presentaban.
Por eso, la importancia para Grabois de contar con Monticelli, que como abogada y contadora se esmeró en emprolijar lo que podía, pero aún así quedó pedaleando por los abusivos sobreprecios, imposibles de maquillar", cuentan a Clarín en la propia Secretaría.
En 2019, cuando se hace cargo Grabois, el SISU tenía 63 empleados.
Pero como cada obra debía ser "auditada", por "técnicos" de la dependencia, la planta creció exponencialmente.
En 2023 terminaron trabajando allí 613 personas, la mayoría de organizaciones de Grabois.
También del Movimiento Evita.
"En resumen, tuvieron que inventar estos supuestos técnicos, que no eran más que militantes, muchos sin estudios, que viajaban por todo el país para aparentemente auditar las obras. Militantes aprobando las obras de sus organizaciones sociales", indican desde la actual gestión de la Secretaría.
Según consta en el balance 2023 (que no está terminado), se pagaron unos 62 millones en viáticos de esos técnicos militantes de Grabois.
"Esa suma crece a 130 millones si se suman los pasaje de avión. Viajaban por Aerolíneas Argentinas con un costo por pasaje que, curiosamente, era más alto que el que figuraba en la propia página de la empresa".
Juan Grabois, junto a Pablo Mayoano y Baradel. Manejó durante toda la gestión de Alberto Fernandez el fondo fiduciario de la Secretaría de Integración Socio Urbana.
fuente
"CLARÍN", 19.02.0224
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