BOLIVIA:
CIERRE DE UN DIARIO…
PORQUE NO SORPRENDE
Cierra diario por "acoso" del gobierno.
“Página Siete” denuncia amedrentamiento a periodista
Uno de los grandes problemas que han tenido los gobiernos de izquierda en América Latina, es la convivencia con la prensa independiente.
En particular los que se asocian al esquema "bolivariano", se han caracterizado por un trato hostil a los medios de prensa.
En ese contexto, causó estupor días atrás en Bolivia el cierre del periódico Página Siete, luego de 13 años de publicación.
En una carta publicada en su edición digital, el presidente del directorio del periódico, Raúl Garáfulic Lehm, indicó que el cierre se debió a una "tormenta perfecta", pero marcada en buena medida por un "acoso" ejercido desde el partido de Gobierno.
Según el empresario, "el partido de Gobierno" -el Movimiento al Socialismo (MAS)- "bloqueó sistemáticamente la pauta publicitaria para el periódico e incluso presionó a empresas privadas" para que no publiquen sus avisos en Página Siete.
oficialismo puso en marcha "una estructura de hostigamiento público por redes sociales contra el periódico que hasta hoy está impune", además de las "recurrentes" auditorías y multas desde diversas entidades estatales que le llegaron todos los años, mientras la competencia "de línea oficialista" fue tratada "con guante blanco". También, aseguró que el
"El acoso judicial infundado derivó en el bloqueo de mis cuentas bancarias y el embargo de mis bienes, lo que limitó mi capacidad de acción", añadió Garáfulic.
Para entender mejor lo que ha pasado en Bolivia, en momentos en que arrecia una crisis política muy seria en el país por el explícito choque entre el actual presidente Luis Arce, y Evo Morales, consultamos al analista y habitual columnista de Página Siete, José Rafael Vilar.
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Según nos explicaba José, "desde que el gobierno del MAS consideró que había logrado posicionar su poder, empezó su embate contra los medios masivos de comunicación, entonces mayoritariamente independientes y privados: ya fuera por compra, cooptación o, muy común, cerrando la entrega de publicidad estatal".
"Entre los medios independientes que aún circulaban impresos, Página Siete se había posicionado como la voz más destacada; no era un diario opositor porque no era partidario sino político: un defensor de los derechos de la ciudadanía".
Página Siete se vio afectado desde distintos lados por la presión del gobierno masista: se le excluyó de toda la publicidad estatal; se coartó a muchas empresas para que no le pusieran su publicidad; se coaccionó al medio a través del servicio de impuestos; se presionó a empresarios que iban a capitalizar el periódico para que no invirtieran; se les bloqueó cuentas… En fin: se les ahogó".
El análisis de José cerró con un comentario que es generalizado de varias personas con las que hemos contactado en Bolivia.
"El cierre de Página Siete significó el final de la prensa impresa con voz independiente en el Occidente del país y una grave reducción —cada vez más significativa— de la libertad de expresión y opinión en el país".
fuente
"MIRADA SUR", 14.07.2023
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