Y… MÁS O MENOS ASÍ
La tormenta no terminó: antes de votar vencen $13 billones
Quedan muchos compromisos: hay deuda en dólares y una gigantesca deuda en pesos.
Qué recomiendan los analistas.
La primera semana de 2023 fue muy buena para las acciones y los bonos argentinos y el dólar salió empatado, con gran intervención oficial.
Luis Varela
09-01-2023
Dos hechos trascendentes fueron clave a lo largo de la semana pasada para todos los mercados.
Por un lado se comprobó que la suba de tasas de la Fed empieza a afectar al empleo norteamericano.
Y por otra parte, el segundo canje de deuda que realizó Massa limpió vencimientos hasta fines de marzo.
Eso bajó la incertidumbre de corto plazo, de muy corto, con 80 días de duración.
Pero aún hay dos puentes complejos por saltar: con la difusión este jueves de los IPC de diciembre de EE.UU. y de Argentina, en el exterior dentro de 24 días la Fed anunciará cuánto más sube la tasa y durante cuánto tiempo y, a nivel local Massa tendrá que enfrentar dos licitaciones de deuda en pesos (el 18 y el 27 de enero) con un paredón de deuda solo de parte del Tesoro (sin contar el barril sin fondo de Leliq que adeuda el BCRA) por nada menos que $ 13 billones, que crecerán de manera desconocida, ya que el canje se hizo pagando tasas más altas o con títulos ajustables por inflación o por tipo de cambio.
Los datos de empleo y los números de ayuda por desempleo marcaron que el freno económico norteamericano empieza a sentirse.
Pero será el dato de inflación de diciembre el que moverá el joystick del titular de la Fed, Jerome Powell.
El consenso del mercado supone que el 1 de febrero seguramente anunciará un aumento de la tasa: en los extremos dos minorías dicen que la suba será de 25 o de 75 puntos básicos, pero el consenso cree que el incremento será de otro medio punto, por lo que la tasa corta de EE.UU. habrá llegado al 5% anual, un número que no se ve desde la crisis de 2008.
El viernes la tasa a 1 año terminó a 4,7% anual, mostrando que la fiebre financiera ya está alta.
Sergio Massa refinancia
De los $13 billones que Massa tiene que refinanciar antes de que se vote en octubre próximo (una cifra equivalente hoy a US$ 37.142 millones), vencen $1,5 billones en los próximos 81 días.
Y luego antes de las PASO que se realizarán dentro de 32 semanas, vencen otros $9,8 billones.
De ahí que Massa, asesorado por el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, que es el que sabe hacer los cálculos, le haya dicho al oficialismo "la tormenta no terminó".
Es que hasta ahora mucha deuda se pudo canjear gracias fundamentalmente a títulos que había en organismos públicos.
Para seguir haciéndolo, el BCRA va a tener que seguir emitiendo sin parar, para comprar bonos y poder rolear de modo indirecto, y eso tendrá impacto en la inflación, en el dólar y, por supuesto, en la montaña de deuda en pases y Leliq del BCRA, que ya roza actualmente los $10,5 billones, que son fondos que los que tienen pesos en el sistema financiero creen que están en los bancos.
Pero, además, anticipando a la elección de octubre, se vienen como agregados otros interrogantes como miembros de la compleja ecuación.
Está por supuesto la presión a la Corte Suprema, que una Comisión de la Cámara Baja intentará profundizar pidiendo espiar oficialmente los celulares de los jueces para buscar alguna paja en el ojo ajeno y, sobre todo, hay 13 domingos electorales en el medio.
Los datos de inflación
En números estrictamente financieros, con la desaceleración de EE.UU. y el canje de Massa hubo cierta descompresión.
Y habrá que pasa este jueves, ya que tanto en EE.UU. como en la Argentina se anuncian cuáles fueron los índices de inflación de diciembre.
El mercado, por ahora, ve en EE.UU. que la inflación podrá ser algo menor al 7% anual y que en Argentina puede estar en torno al 5% {... pero mensual}
La tasa actual de EE.UU. (4,7% anual a 1 año) y la de Argentina (75% anual) son negativas contra la inflación.
Por ahora, a nivel local, el titular del BCRA Miguel Pesce dice que la tasa de los plazos fijos argentinos seguirá sin moverse.
Y en EE.UU. Powell subiría la tasa corta norteamericana de 4,5% a 5% anual, veremos.
Con esa foto, en la primera semana de 2023 el dólar global estuvo mixto: subió 0,8% contra el yen, 0,6% contra el euro y 0,5% contra el franco suizo, pero bajó 0,1% contra la libra, 0,9% contra el yuan, cedió 1,1% en Chile y achicó 1,3% en Brasil, lo cual fue un gran alivio, luego de dos días iniciales complicados para Lula.
El dólar en Argentina
A nivel local, con mucha intervención oficial, ya que Massa está jugando todo su futuro aplastando a la inflación y al dólar aunque tenga que hipotecar al sistema solar, el dólar blue igual subió 2,3%, el dólar oficial aumentó 1,1%, el MEP avanzó 0,6% y la sorpresa fue el contado con liquidación, que bajó 1,5%, con grandes operativos vía agroexportadores (que tienen el Puerto de Rosario tomado) y con mayoría de inversores moviéndose por cuestiones impositivas (pagar menos bienes personales).
Otro dato que no escapó a los analistas es que el jueves se consiguió la mayor cantidad de reservas líquidas en mucho tiempo y el mayor número de reservas brutas en quince meses.
Pero lanzaron una luz amarilla: suponen que las reservas líquidas al jueves alcanzaron un pico de US$ 7.350 millones, pero el viernes se perdieron US$ 406 millones por entrega a importadores para insumos, para que las fábricas no paren, y hoy hay que pagar US$ 1.020 millones por cupones de los bonos que emitió Martín Guzmán en el canje de 2020, y hay que devolverle al FMI Derechos Especiales de Giro por US$ 1.282 millones.
O sea, entre el viernes y hoy se habrá volado US$ 2.782 millones de las reservas líquidas y hasta bien finalizado abril no se ve que puedan entrar dólares desde el campo, la sequía no dejó cosecha para vender.
Los bonos para arriba
Lo más sorprendente de toda esta apertura anual es que los títulos argentinos arrancaron el 2023 con amplias sonrisas.
Los bonos argentinos tuvieron una muy buena semana con una suba del 3%, algo que llevó al riesgo país a 2094 puntos básicos, el menor nivel de los últimos siete meses, desde el 9 de junio.
Esto fue por una movida de grandes inversores para quedar exentos de bienes personales y como una clara reacción tras el procrastinamiento de deuda que hizo Massa, que limpió de vencimientos hasta fines de marzo, pero aumentó el paredón que habrá entre abril y setiembre.
Casi toda la plata grande está metida en lo que se denomina "money market" plata a un día, que paga una tasa no muy alta pero que permite retiros inmediatos.
Juegan con que el carry trade soporte hasta fines de marzo.
Calculan: "Hoy el dólar está a $354, si llega a $400 tendrá una suba de casi 13%, por lo que la tasa en pesos es algo mayor. El problema es si llega a $450, pero son pocos los que esperan ese valor en marzo, Massa quemará el rancho para que eso no pase.
Por eso se montan en posiciones cortas, incluso en Letras a Descuento en pesos.
Acciones que vuelan
Pero más allá del empate con el dólar y el buen resultado con los bonos, lo mejor de todo estuvo en las bolsas, con la Bolsa de Buenos Aires destacándose entre las mejores de todas.
El índice Merval medido en dólares cerró el viernes con su mejor valor desde las PASO de 2019.
La cuestión es que con el empleo de EE.UU. afectado y con la posibilidad de que la Fed sea un poquito paloma y no tan halcón, las Bolsas tuvieron un inicio de año extraordinario: México (con guerra anti-narco en Sinaloa, a cargo de los militares) saltó 6,6%, Madrid con fuerte baja en el precio del gas mejoró 5,7%, la Bolsa de Buenos Aires trepó 5,5% en pesos y 3,1% en dólares, Frankfurt con Putin mostrando flaquezas repuntó 4,9% e incluso la Bolsa de Nueva York estuvo en alza: el Dow subió 1,5% y el Nasdaq mejoró 1%. Solo hubo tres bajas para destacar: Chile cayó 2,4%, San Pablo retrocedió 0,7% y Tokio achicó 0,5%.
Pero atención, que el movimiento de la Bolsa porteña estuvo con muchísima volatilidad.
Solo por dar las dos puntas, en la primera semana del mes Fiplasto subió 61% y Carboclor mejoró 20%, pero Capex cayó 12%, Havanna y Polledo bajaron 9% y el Grupo Clarín perdió 8%.
Y los expertos bursátiles advierten: "las acciones ya recuperaron mucho, ya no están tan baratas, y si los números llegan a mostrar que el FdT, con Massa, tiene chances de renovar, se comprenderá que la emisión de deuda infinita continuará, y el trade electoral se puede convertir en un boomerang".
Con todo este movimiento los que buscan refugios alternativos no saben bien qué hacer.
El oro subió 2,4%, pero la onza de plata achicó 0,3%.
A pesar de sucesivas empresas del sector cripto entrando en default, el Bitcoin se sostuvo 2,3%, pero hubo monedas del panel a la que no les fue tan bien.
¿Qué puede pasara a partir de ahora?
El BCRA no podrá juntar reservas, al contrario las irá perdiendo para que haya compra de insumos o para frenar los dólares.
Queda como incógnita qué harán los que cobren los cupones de los bonos que se pagan hoy.
¿Los venderán para pagar gastos en pesos?
¿O los sacarán del país para comprar bonos AAA, como es la mayor recomendación de los grandes bancos de inversión en este momento?
Por otra parte, ¿se concretará la nueva caída de Wall Street?
Hasta hace 10 días los bancos de inversión veían al S&P en 3.100 puntos, pero el viernes terminó muy robusto en casi 3.900.
Mientras tanto, la Fed le repite al mercado, la tasa corta irá al 5,1% anual y no se moverá de ese nivel durante todo este año y bien entrado 2024.
El mercado no le cree: piensa que si Powell hiciera eso provocaría una recesión con crisis interna que lo obligaría a levantar el pie.
Sin embargo, Goldman Sachs, en línea con la Fed, fue más allá: adelantó que este año la Fed subirá sus tasas tres veces más.
Y, a nivel local, el BCRA tiene a los argentinos sin circulante y con billetes con denominación mínima ($1.000 son US$ 2,74), por lo que no hay dinero en la calle.
Todos comprenden que estamos en un veranito forzado.
Ahora se viene un salto en las prepagas, en los colegios, en los alquileres, en las expensas... La inflación no bajará.
Y ya van cuatro meses seguidos con la construcción en baja.
Mientras tanto, incluso los que tienen dólares en el colchó o en cajas de seguridad sufren: saben que con la inflación su ahorro pierde poder de compra.
Por eso crece la cantidad de gente que va a los bancos, abre cuentas en blanco en el exterior y, a fuerza de pagar más impuestos, pone el dinero a tasa en bonos privados AAA, ganarán algo, rogando que no se produzca una ola de quiebras, pero les permitirá tener sus ahorros fuera del alcance del ajuste que haga obligado este Gobierno o con política de shock el Gobierno que surja en octubre.
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fuente
"El Economista", 09.01.2023
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