9 feb 2023

TIERRA ARRASADA Y… EL FUTURO

 

 

 

 

TIERRA ARRASADA

Y…

EL FUTURO

 

 

 

La herencia más pesada será la deuda remunerada del Banco Central

 

20230204_banco_central_bcra_grassi_g BCRA. Las miradas de los expertos apuntan a la autoridad monetaria. | Néstor Grassi

 

04.02.2023

Eugenio Marí

Economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

 

Al cierre de enero, la deuda remunerada del Banco Central (BCRA) superó los $ 10,5 billones

 

Este valor representa aproximadamente dos veces la base monetaria y equivale a 8,6% del PBI

 

En dólares al tipo de cambio oficial, es cerca de US$ 55 mil millones; más de 12 veces las reservas internacionales netas

 

Esta deuda devenga intereses anuales por $ 7,8 billones; lo que equivale a 28% del presupuesto de la Administración Pública Nacional para 2023 y varias veces lo presupuestado a funciones básicas del Estado. 

 

Es 13 veces lo asignado a Seguridad Interior, 4,5 veces lo presupuestado para Educación y Cultura y 70% de las erogaciones proyectadas en jubilaciones y pensiones.

 

Los orígenes de esta verdadera bola de nieve de endeudamiento hay que rastrearlos, como los de toda la deuda pública, en los desequilibrios fiscales. 

 

En los pasados tres años, se usó intensivamente al BCRA como el cómplice monetario del déficit.

 

En 2020 el financiamiento monetario alcanzó 7,4% del PBI, en 2021 el 3,7% y en 2022 más del 4%.

 

Para sostener la demanda de pesos y evitar la escalada inflacionaria y el salto en el tipo de cambio que habría significado trasladar este financiamiento directamente a emisión monetaria, el BCRA amplió los volúmenes de su deuda

 

Deuda que, debemos recordar, tiene plazos de vencimiento sumamente cortos, menores a treinta días.

 

Además, para poder captar cada vez más fondos del sector privado, fondos que al final del día financian el gasto público, el Central debió ir aumentando su tasa de interés

 

En el último año, la tasa de política monetaria pasó del 38% al 75% (TNA), mientras que la tasa de Pases Pasivos se elevó desde 32% hasta 70% durante 2022 y en los últimos días alcanzó el 72% (TNA). 

 

Por su parte, la TEA se ubica en 107,35% para el primer caso y en 105,3% para el segundo

 

En consecuencia, se encarece la deuda remunerada del Banco Central y su stock crece a una mayor velocidad

 

Así, es como pasó de $ 4,7 billones a comienzos del año pasado a los $ 10,5 billones actuales.

 

Las consecuencias sobre el sector privado. 

 

El financiamiento monetario del déficit fiscal tiene una consecuencia directa que es la aceleración en el ritmo de depreciación del peso, esto es, inflación

 

Argentina está en el podio de países más inflacionarios en el mundo, con un registro que se acerca a los tres dígitos

 

Esta volatilidad implica que la economía pierde a su principal ordenador en materia de eficiencia económica, que es el sistema de precios.

 

En simultáneo, la expansión de la deuda pública fue desplazando el crédito al sector privado. 

 

Cada vez mayor cantidad de los recursos disponibles en el sistema financiero se volcaron a financiar al sector público

 

Y, por contraposición, cada vez menos quedó para la inversión privada. 

 

Dentro de esto, la mayor absorción vino de parte de la deuda del BCRA. 

 

Hoy en día, alrededor del 70% del activo del sistema financiero está en crédito al sector público.

 

Todo esto se vio potenciado por las medidas ad hoc que se tomaron para emparchar la situación. 

 

La más distorsiva de ellas, el cepo cambiario.

 

Pero también complementada por restricciones a las exportaciones, “administración” de las importaciones y controles de precios internos.

 

No hay crecimiento económico posible bajo estas reglas de juego.

 

La dinámica de los próximos meses y la herencia de diciembre

 

En este marco, la propia deuda del Central adquirió un volumen y una dinámica que resultan incluso más preocupantes que las del déficit del Tesoro. 

 

Otra vez estamos discutiendo cómo resolver el déficit cuasi fiscal, como en la década de 1980.

 

Si se mantiene la política monetaria actual, el stock de deuda remunerada llegaría a casi $ 18 billones para diciembre, cuando asuma el próximo gobierno

 

Habría aumentado hasta 2,7 veces la base monetaria de ese entonces.

 

Esta situación coloca a este gobierno (y al próximo) en una encrucijada

 

Si el BCRA no quiere continuar con el crecimiento explosivo de la deuda remunerada, deberá incrementar su ritmo de emisión y, en consecuencia, estar dispuesto a la consecuente aceleración en los precios

 

Esto, dando por descontado que no habrá una recuperación en la demanda de saldos reales bajo este gobierno. 

 

Por el contrario, si mantiene el actual ritmo de emisión, o si decide disminuirlo, el BCRA deberá acelerar aún más el ritmo de expansión de Leliq y Pases para “pagar” los vencimientos de intereses y de capital con más deuda.

 

Para una autoridad monetaria que ya es insolvente, esto equivale a agravar todavía más su situación patrimonial futura

 

No olvidemos que, históricamente, la quiebra del BCRA ha sido acompañada de crisis monetarias, cambiarias y políticas.

 

Si se toma la primera estrategia, en la cual el Banco Central mantiene el actual ratio de deuda remunerada sobre base monetaria, debería incrementarse la emisión a un ritmo del 79% interanual para octubre y cerrar el año con una tasa de crecimiento del 71%

 

Hay que tener en cuenta que el ritmo de emisión actual se encuentra en torno al 45% interanual.

 

Desde luego que esto no solo es incompatible con una baja de la inflación, sino que provocaría un importante aumento de la misma, incluso con riesgos hiperinflacionarios.

 

Por el contrario, si se decide mantener el ritmo de emisión de base monetaria en los valores actuales (en torno al 40% anual), la deuda remunerada debería crecer de manera sostenida para cerrar 2023 en $ 17,9 billones, elevándose hasta 266% de la base monetaria. 

 

La situación patrimonial del BCRA se tornaría crítica

 

Y lo mismo la del sistema financiero argentino, que aumentaría todavía la proporción de sus recursos, que son finitos, asignada al crédito público.

 

El dilema, entonces, es dejar que siga la dinámica creciente de la deuda remunerada, manteniendo estable el ritmo de emisión, pero amenazando con una quiebra del BCRA. 

 

O, por el contrario, emitir a un mayor ritmo para contener la deuda remunerada, a costa de una mayor alza de los precios.

 

El desafío del próximo gobierno. 

 

Por ahora, el cepo y la red de distorsiones cambiarias y financieras que hay en vigor actúan como un muro de contención que permite al actual gobierno seguir acumulando deuda y posponer la definición de los problemas económicos de fondo

 

Pero esto se hace a expensas de seguir achicando el sector privado y reduciendo su productividad

 

Esto significa menor actividad económica y mayor pobreza y marginalidad.

 

Hay dos cosas ciertas. 

 

Cuanto más se extienda el esquema actual de endeudamiento del BCRA, más aumentará la probabilidad de entrar en una crisis macroeconómica, y más severa será esta.

 

La dinámica que mencionamos antes dejará al próximo gobierno, en un escenario optimista, con poco margen para el gradualismo

 

Y es que el gradualismo exige financiamiento, algo que difícilmente esté disponible.

 

La única solución pasa por hacer los ajustes necesarios para cumplir tres objetivos: devolver rápidamente la solvencia al sector público, bajar la inflación y devolver los incentivos a la inversión privada y productiva

 

Nótese que evito hablar únicamente de lo fiscal y monetario, que es a lo que usualmente se refiere cuando se habla de planes de estabilización. 

 

Si bien no es poca cosa, sin reformas estructurales que instauren reglas de competencia y libre mercado en Argentina, el plan de estabilización que se implemente tendrá un éxito, con suerte, transitorio, como nos han mostrado experimentos pasados.

 

fuente

"PERFIL", 04.02.2023

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.