LÓPEZ (JOSÉ) SOBRE…
LA SEÑORA FERNÁNDEZ
CASOS DE CORRUPCIÓN
López acusó a Cristina de digitar pagos de obras para favorecer a sus
socios

JOSÉ LÓPEZ
En su última declaración, el exfuncionario
relató cómo ella intervenía en la distribución de partidas y beneficiaba a
Cristóbal, Báez, Electroingeniería y Relats
17 de marzo de 2019
Hacía pocos meses que había
fallecido el expresidente Néstor Kirchner y el esquema de recaudación ilegal
construido alrededor de la obra pública estaba desmadrado.
En
2011, hubo una importante reunión en la quinta de Olivos.
La entonces
presidenta, Cristina Kirchner; su ministro de Planificación Federal, Julio De Vido , y el secretario de Obras Públicas, José López , se encontraron.
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Hace unos días, el propio López relató de qué se
trató ese encuentro y reveló que el listado de empresas viales que debían
recibir pagos era entregado todos los meses al ministro y que era él quien se
lo pasaba a la entonces mandataria.
Finalmente, ella definía cuánto y quiénes
iban a cobrar.
La última declaración indagatoria del
exsecretario preso -en la que amplió sus anteriores comparecencias en la causa-
fue la que entregó los datos finales de aquel esquema que existía alrededor de
las obras públicas que licitaba y pagaba Vialidad Nacional.
Fue esta vez cuando
relató que en 2011, Cristina Kirchner le pidió a De Vido que confeccionara un
listado mensual con todos los pagos de obra pública que dependían del
Ministerio de Planificación.
Le pidió, además, que esté discriminado por
empresas.
Por pedido del ministro, López tenía que hacer lo
propio con los proyectos de Vialidad.
Con la información de los certificados de
obra que le entregaban los directivos del organismo y con el monto disponible
para pagar ese mes, que fijaban Roberto Baratta y De Vido, se elaboraba la nómina.
Mes a mes, el ahora
arrepentido lo entregaba a la Presidenta y al ministro, a cada uno por su lado
y en papel.
Luego, la entonces mandataria fijaba los montos que debían cobrar
Austral (de Lázaro Báez), CPC (de Cristóbal López), Electroingeniería (de
Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta) y JCR (de Juan Carlos Relats).
Lo que
sobraba se repartía en forma proporcional con el resto de las empresas.
Es la primera vez que López hace referencia
directa al papel que tenía la expresidenta en el reparto de los pagos,
justamente, a tres grupos económicos - Austral, CPC y JCR- que tenían directa
relación con los emprendimientos hoteleros de la familia Kirchner, lo cual
habilitó a otras causas por presunto lavado.
Hubo una afirmación más, como para no dejar
dudas.
López dijo que todos los pagos se debían ajustar a lo que cobraban esas
cuatro empresas y que solo una vez satisfecha esa demanda, se repartía lo que
sobraba entre el resto de las firmas.
Así las
cosas, el esquema crujía.
El financista Ernesto Clarens, encargado de cobrarles
el retorno a los constructores, era el que recibía las quejas de los inquietos
constructores que no estaban con sus certificados al día.
López y los suyos
anotaban la deuda para el mes próximo.
En
su nueva indagatoria, López, actualmente detenido en un lugar secreto, repitió
en varias oportunidades que no tenía poder de decisión sobre el monto de los
pagos.
Y entonces utilizó la figura de dos corsets.
Por un lado, el pago de las
cuatro empresas que, según sus dichos, definía la expresidenta, y el cupo
mensual, determinado por De Vido y Baratta.
El recorrido del dinero
Verborrágico,
el hombre que quedó en la retina de los argentinos por revolear ocho millones
de dólares en una madrugada de convento, también contó cómo era la ruta final
de los billetes de los sobornos, que variaba según el destinatario final.
Si el
que recibía era Baratta, Clarens se lo entregaba al número dos de López, Germán
Nivello y este se lo daba al colaborador de De Vido.
Pero todo cambiaba si el
destinatario final era De Vido.
En ese caso, la plata le llegaba al
exsecretario de Obras Públicas a la oficina del ministerio.
Justamente, en la
oficina de al lado trabajaba su jefe.
López contó que él personalmente iba a la
oficina del vecino, llevaba "el físico" y lo dejaba en el baño.
Un
detalle: el dinero iba escondido en carpetas que contenían sobres con montos
que oscilaban entre 100.000 y 300.000 dólares.
Fue,
entonces, cuando dio algunos detalles más.
Le comentó al juez que siempre que
iba a la oficina de De Vido, el ministro estaba presente.
Lo hacía pasar y
López, prolijo y diligente, dejaba aquellas carpetas en sobre el lavabo o sobre
la tapa del bidet, bien a la vista.
Luego seguía una reunión para hacer el
reporte del tesoro que ya descansaba en el baño.
Según
las pruebas que ya están en el expediente y que fueron leídas a López, JCR, la
empresa del inquilino de Cristina Kirchner en un hotel, pagó, entre los meses
de febrero de 2011 y diciembre de 2013, alrededor de 85,4 millones de pesos.
Aquella
estructura de Vialidad ya era conocida por el juez Claudio Bonadio.
De hecho,
aquellos funcionarios que eran los que drenaban la información desde el
organismo a las oficinas de Clarens están detenidos.
Nelson Periotti, Sergio
Passacantando, German Nivello y Sandro Férgola ya prestaron declaración
indagatoria y quedaron presos.
Uno
de los primeros testimonios que empezaron a revelar la organización fue Carlos
Wagner, el histórico presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.
López
volvió a repetir que el dueño de Esuco fue uno de los organizadores del esquema
que funcionaba en lo que denominaban "la camarita", por Cámara
Argentina de Empresas Viales.
Dijo, además, que Clarens llegó a convertirse en
el financista del sistema de retornos de la mano del empresario de la
construcción.
Hubo
unos párrafos para la recaudación de campaña.
López contó que en los años de
elecciones, De Vido o Baratta le indicaban cuánto dinero tenían que juntar y
para qué fecha.
El funcionario le pasaba, a su vez, el requerimiento a Clarens
y él, en función del listado de la Camarita y del ranking de cobro, se
encargaba de llamar a cada empresa para que hiciera el pago correspondiente.
Ya
pasaron más de 80 empresarios indagados, además de varios funcionarios, entre
ellos López.
Ahora, Bonadio deberá resolver si los procesa o no.
La mayoría de
los empresarios creen que sí, que correrán la suerte de sus colegas, aquellos
que estaban anotados originalmente en los cuadernos .
Por: Diego Cabot
Fuente
“LA NACIÓN”, 17.03.2019
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