EXTINCIÓN DE DOMINIO
CUANDO LA ESTULTICIA VISTE TOGA
{ estulticia
Dictionary
result for estulticia
1.
nombre
femenino
FORMAL
Ignorancia, necedad o estupidez de una persona.}
Clarín en los depósitos fiscales
Extinción de dominio: los bienes incautados
de la corrupción se están pudriendo y se gastan fortunas en cuidarlos
Hay casi 1.000 vehículos, camiones y hasta ropa.
El Gobierno paga alquiler de galpones y destina personal a
custodiarlos.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósitos en Campo de Mayo, Gendarmería Nacional. Fotos Alfredo Martinez
Lucía Salinas
25.01.2019
Un cementerio de camiones sobresale a
mano derecha sobre el kilómetro 24,5 camino a Ezeiza.
Maquinaria pesada que
sufre las inclemencias del tiempo, perdiendo su valor patrimonial y que, con el
correr del tiempo, contamina el suelo a pocos metros de donde la Policía
Federal Argentina (PFA) cría y prepara los caballos de las fuerzas especiales.
En el corazón del barrio de la
Boca, un galpón que demanda $ 250.000 de alquiler por
mes es usado para albergar 35 autos de alta gama secuestrados
en causas de narcotráfico y corrupción, y que no pueden utilizarse.
En la extensión del predio de
Campo de Mayo, nueve contenedores intentan conservar documentación, objetos de
los más diversos, que ya no tienen valor y se convirtieron en basura.
Ropa
amontonada desde 1998, bolsas y cajas de zapatillas.
Todo
echado a perder.
La
ley de extinción de dominio,
según las autoridades a cargo, sería “la solución a estos desperdicios”
que representan una erogación millonaria para el Estado en pretender una
conservación que no logra ser efectiva.
Clarín recorrió
tres depósitos de las Fuerzas Federales que dependen del ministerio de
Seguridad que conduce Patricia Bullrich, que son destinados por la Justicia
para el resguardo de bienes incautados en causas de lavado de dinero, corrupción,
narcotráfico y contrabando.
Mirá también
Así funciona la extinción de dominio en Santa Fe, donde ya subastan bienes de narcos y criminales
Con el paso de los años, y sin una
decisión judicial para que esos bienes tengan un destino específico, esos
espacios que albergan una gran variedad de objetos se transformaron en “cementerios”
de chatarra y en algunos casos, basureros.
BMW,
Mercedes y Ferraris
Como
parte de su jurisdicción, el personal de la Prefectura en el barrio porteño de
la Boca es responsable de un galpón custodiado las 24 horas,
donde un banner en su principal acceso explica en pocas palabras de qué se
trata: “Vehículos recuperados de la corrupción”.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósito de La Boca, Prefectura Nacional. Fotos Alfredo Martinez
Uno al lado del otro, se observan BMW,
Mercedes Benz, color blanco, gris plata, y entre ellos
sobresale una Ferrari roja que tiene un valor de mercado de U$S
1.600.000, secuestrada en el marco de la causa que
investigó al sindicalista Pata Medina.
Ese
galpón que resguarda 35 vehículos de alta gama es alquilado.
Exige una erogación mensual para el Estado de $ 250.000 sólo para el resguardo de los vehículos que no pueden ser utilizados y, en caso que así lo autorice la Justicia, “no son funcionales al trabajo de la Fuerza -no podemos realizar ningún tipo de trabajo con una Ferrari-, son onerosos y poco prácticos”, indicó a Clarín Néstor Scarzello, el prefecto Nacional Naval.
Exige una erogación mensual para el Estado de $ 250.000 sólo para el resguardo de los vehículos que no pueden ser utilizados y, en caso que así lo autorice la Justicia, “no son funcionales al trabajo de la Fuerza -no podemos realizar ningún tipo de trabajo con una Ferrari-, son onerosos y poco prácticos”, indicó a Clarín Néstor Scarzello, el prefecto Nacional Naval.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósito de La Boca, Prefectura Nacional. Fotos Alfredo Martinez
La Fuerza no dispone de esos
bienes, pero debe -al margen del alquiler del lugar-, destinar fondos para el personal
que sólo se ocupa de la custodia y el mantenimiento de los vehículos.
Estos gastos, sumado el alquiler representan $ 1,2 millón por mes.
Estos gastos, sumado el alquiler representan $ 1,2 millón por mes.
“Destinamos millones
de pesos y personal que no está cuidando a la gente para cuidar bienes de
corruptos, narcotraficantes y contrabandistas, por eso se
requiere una ley de extinción de dominio que sea ágil, que permita la venta de
estos bienes o destinarlos a algún uso para que no pierdan su valor”, explicó
la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a Clarín.
Al recorrer ese espacio que oficia de taller de mantenimiento, el prefecto Scarzello da la orden para que algunos vehículos se pongan en marcha.
El sonido invade el galpón.
Todos funcionan y están en perfecto estado.
La
Ferrari roja sobresale y capta la atención de todos.
“Así como nos entregó la Justicia estos bienes porque la Prefectura intervino en los procedimientos, se deben conservar, en funcionamiento; eso demanda recursos humanos y económicos”, detalló.
“Así como nos entregó la Justicia estos bienes porque la Prefectura intervino en los procedimientos, se deben conservar, en funcionamiento; eso demanda recursos humanos y económicos”, detalló.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósito de La Boca, Prefectura Nacional. Fotos Alfredo Martinez
En todo el país la Fuerza Federal
cuenta con 72
depósitos que albergan 992 vehículos y 242 embarcaciones.
Pese a las distancias hay un común denominador: inversiones millonarias para la conservación de bienes secuestrados en causas de corrupción sin destino específico.
Pese a las distancias hay un común denominador: inversiones millonarias para la conservación de bienes secuestrados en causas de corrupción sin destino específico.
“Es un gasto para el Estado”, repiten
desde la Fuerza y añaden: “Se afecta personal que no
está cumpliendo sus funciones reales para custodiar bienes que ni siquiera
sabés si van a quedar en manos de la Prefectura para algún fin”.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósitos en Ezeiza, Policía Federal. Fotos Alfredo Martinez
Camiones
y caballos
Con
un marcado antagonismo, otro predio bajo el concepto de guarda judicial se
erige en un haras que pertenece a la Policía Federal.
Allí, conviven 52 camiones para actividad industrial desde septiembre de 2018, con un establo dedicado a la cría y entrenamiento de 72 caballos para la policía montada.
Allí, conviven 52 camiones para actividad industrial desde septiembre de 2018, con un establo dedicado a la cría y entrenamiento de 72 caballos para la policía montada.
Alejado
de la ciudad y con más de 150 hectáreas, contrasta la imagen de la naturaleza
con la de los camiones oxidados, con sus cubiertas pinchadas y deterioradas.
Una gran cantidad de vehículos que no quedan ajenos a las inclemencias del tiempo y cuyo valor se deprecia mes a mes.
Una gran cantidad de vehículos que no quedan ajenos a las inclemencias del tiempo y cuyo valor se deprecia mes a mes.
Esta propiedad originalmente es el hábitat de aquellos caballos que son parte de la PFA.
“Si no estuvieran los camiones, cuando se los suelta, los caballos circularían por allí”, cuenta a Clarín uno de los encargados del cuidado de los equinos.
Los
animales, que son de una raza especial argentina, cumplen un ciclo de
preparación de unos cinco años hasta que “entran en funciones”, como detalla la
subinspectora veterinaria María Soledad Gargolina.
Hace cuatro meses conviven con 52 camiones.
Hace cuatro meses conviven con 52 camiones.

Y allí, en medio del campo, desde
la ruta se observa lo que ya comienzan a denominar un “cementerio de camiones”.
Se trata de una flota de maquinaria pesada para labor industrial que se buscó ingresar al país desde Estados Unidos como camiones de ruta y fueron secuestrados.
El predio sobre el kilómetro 24.5 camino a Ezeiza era -para la Justicia-, el más apto para alojarlos hasta que avance el expediente y se decida qué hacer con el medio centenar de camiones.
Se trata de una flota de maquinaria pesada para labor industrial que se buscó ingresar al país desde Estados Unidos como camiones de ruta y fueron secuestrados.
El predio sobre el kilómetro 24.5 camino a Ezeiza era -para la Justicia-, el más apto para alojarlos hasta que avance el expediente y se decida qué hacer con el medio centenar de camiones.
Mabel
Franco, la primera mujer en ser subjefe de la PFA junto al comisario inspector
Mariano Giuffra, realizan una cuenta veloz y sostienen que en
ese campo tienen más de $ 205 millones en maquinaria pesada.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósitos en Ezeiza, Policía Federal. Fotos Alfredo Martinez
No es sólo la contaminación
visual que ese parque automotor genera, las autoridades de la PFA también
cuentan sobre el daño ambiental que se produce con el avance del deterioro
de la maquinaria, los fluidos que pueden expedir y su estancia prolongada allí.
En ese marco, Giuffra señaló que con una ley de extinción, “no se utilizaría el personal que debería estar cumpliendo funciones de seguridad, para custodiar los camiones”.
En ese marco, Giuffra señaló que con una ley de extinción, “no se utilizaría el personal que debería estar cumpliendo funciones de seguridad, para custodiar los camiones”.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósitos en Campo de Mayo, Gendarmería Nacional. Fotos Alfredo Martinez
Un
basurero millonario
El recorrido concluyó en Campo de Mayo, en la división a cargo de Gendarmería Nacional, donde se encuentra una suerte de “basurero” contenido por un galpón de 600 metros cuadrados.
En
su pared derecha alberga una montaña de ropa.
Sobresalen en esa desprolija pila que llega hasta el techo sacos, pantalones, remeras, camperas.
Todo está podrido. No sirve.
Está depositado en ese lugar desde 1998 en el marco de una causa por contrabando.
Al fondo de ese largo espacio donde el calor es agobiante, bolsas de color blanco y otras de consorcio, se transforman en un cúmulo de DVD y CD; ya no tienen ningún tipo de valor.
Sobresalen en esa desprolija pila que llega hasta el techo sacos, pantalones, remeras, camperas.
Todo está podrido. No sirve.
Está depositado en ese lugar desde 1998 en el marco de una causa por contrabando.
Al fondo de ese largo espacio donde el calor es agobiante, bolsas de color blanco y otras de consorcio, se transforman en un cúmulo de DVD y CD; ya no tienen ningún tipo de valor.
Conviven
en ese depósito objetos de los más diversos: cubiertas, tachos industriales de
aceite, bicicletas, zapatillas de una gran variedad de números, computadoras,
documentación.
Todo se echó a perder y para evitar daños ambientales tanto como de salubridad, Gendarmería realiza licitaciones trimestrales para desinfectar la zona.
Ese galpón albergaba vehículos de la Fuerza que ahora están a la intemperie.
Todo se echó a perder y para evitar daños ambientales tanto como de salubridad, Gendarmería realiza licitaciones trimestrales para desinfectar la zona.
Ese galpón albergaba vehículos de la Fuerza que ahora están a la intemperie.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósitos en Campo de Mayo, Gendarmería Nacional. Fotos Alfredo Martinez
Nada se puede tirar ni mover de su
lugar: dependen de una orden judicial.
El subdirector Nacional de Gendarmería, comandante general Ernesto Robino, explicó que ofician de depósito judicial de efectos secuestrados en diferentes causas.
“Cuatro hombres por día están afectados a la custodia del lugar”.
El subdirector Nacional de Gendarmería, comandante general Ernesto Robino, explicó que ofician de depósito judicial de efectos secuestrados en diferentes causas.
“Cuatro hombres por día están afectados a la custodia del lugar”.
Nueve contenedores (cada uno cuesta $ 15.800 por mes en concepto de alquiler), complementan el almacenaje de objetos.
Ya no hay espacio y una gran
cantidad de indumentaria quedó a la intemperie. “La ropa, las zapatillas, otros objetos de
utilidad podrían haberse destinado a personas con necesidad, pero al no tener
una orden judicial que lo habilite, sólo nos compete la tarea de su resguardo,
hay ropa que tenemos desde 1998”, detalló Robino.
A pocos minutos de allí, por unos caminos internos de Campo de Mayo, se llega a un corralón lindante a un predio con una pista de aterrizaje y un hangar del Ejército.
Unos lockers metálicos de vestidores marcan el perímetro, reflejando el improvisado espacio.
En la primera fila, en un suelo donde sobresalen el pasto y flores silvestres, se observan autos Mercedes-Benz, BMW, Audi y un Camaro Rojo que pertenecía a Balcedo.
Hay en total 266 vehículos, cuyo
importe estiman en más de $ 30 millones.
Pero día a día, pierden valor.
En las filas siguientes de autos, el deterioro es más notorio.
Pero día a día, pierden valor.
En las filas siguientes de autos, el deterioro es más notorio.
Detrás
de un alambrado hay vehículos oxidados, sin neumáticos, sin vidrios y
con chapas corroídas están desde 1996.
“Ese (señalando ese lado del alambrado) es el futuro de estos autos nuevos de alta gama”, prevé el subdirector de Gendarmería.
“Ese (señalando ese lado del alambrado) es el futuro de estos autos nuevos de alta gama”, prevé el subdirector de Gendarmería.

Recorrida por depositos judiciales a raíz de la ley de extinción de dominio. Depósitos en Campo de Mayo, Gendarmería Nacional. Fotos Alfredo Martinez
“Perdemos millones de pesos por
mes, la
ciudadanía pierde dos veces, por el robo perpetrado por
los delincuentes y porque después se destinan fondos del Estado a cuidar los
bienes de los corruptos, narcotraficantes. Por eso necesitamos otro
mecanismo que sea eficiente”, sostuvo la ministra de Seguridad.
Estos
depósitos son sólo una muestra de otra gran cantidad que se encuentra,
principalmente, en el NEA y la zona de frontera al norte del país.
Allí la cantidad de elementos secuestrados es superior, pero con la misma impronta: el deterioro de bienes que se vuelven ociosos.
Allí la cantidad de elementos secuestrados es superior, pero con la misma impronta: el deterioro de bienes que se vuelven ociosos.
Fuente
“Clarín”, 25.01.2019
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