SOBERANÍA VS. CUMPLIMIENTO
Bruselas inicia el proceso para sancionar el
derrape presupuestario de Italia
La Comisión da al
gobierno de Conte dos semanas para justificar el desvío de sus objetivos de
deuda pública para 2018 y 2019
El ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria, junto al comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici en el último Eurogrupo. JULIEN WARNAND EFE
La Comisión Europea ha dado este martes el primer
paso para someter a Italia a un procedimiento disciplinario que puede acabar en
importantes sanciones e incluso un recorte de fondos estructurales por no
contener la deuda pública.
Bruselas remitió el lunes por la noche una carta al
gobierno de Giuseppe Conte en la que advierte de que los números que tiene a su
disposición indican "un desvío significativo" de la deuda pública
para este año y el que viene.
En los últimos años, Italia ya había sido
reprendida por el ejecutivo comunitario, pero Bruselas había aceptado las justificaciones
aportadas por Roma.
Sin embargo, este año la Comisión Europea parece estar
dispuesta a usar este instrumento para frenar los planes de expansión fiscal
con los que el ejecutivo italiano ha desafiado a las normas comunitarias.
La carta –firmada por Marco Buti, director general de Asuntos Económicos—
arranca recordando que Italia ya está advertida por su borrador de
Presupuestos, que no está “en línea con los compromisos presentados” en su
Programa de Estabilidad de abril de 2018.
Sin embargo, el documento
enviado al director general del Tesoro, Alessandro Rivera, pone el foco en los
efectos que las políticas fiscales y el frenazo en el crecimiento tendrán en la
evolución de la deuda pública.
La carta es, pues, el
preludio de la puesta en marcha del mecanismo para incorporar a Italia en el
brazo correctivo de la Comisión.
En este caso, no obstante, no por su déficit
público, sino por no cumplir con sus obligaciones para rebajar la deuda (de más
del 130% del PIB) hasta el 60% que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
“La deuda pública de Italia sigue siendo una vulnerabilidad crucial”, sostiene
la Comisión Europea.
30.000 millones de
flexibilidad
En un comunicado, el Gobierno
italiano ha sostenido que Italia ha recibido esa misma carta en otras
ocasiones.
Hasta ahora, la Comisión siempre había aceptado las razones del
país.
Lo recuerda así el dictamen del pasado 23 de octubre, que servía como
base para rechazar las cuentas enviadas por el gobierno del M5S y la Lega.
En total, evitó ajustes por 30.000 millones de euros –el
1,8% del PIB—.
De hecho, en esta última carta
Bruselas recuerda que Italia ya cerró 2017 con un endeudamiento equivalente al
131,2% del Producto Interior Bruto (PIB).
Y ese dato, a su juicio, confirmaba
un progreso insuficiente para cumplir con los objetivos fijados en 2017.
Basándose en el borrador entregado, Buti señala que “a primera vista”, lo mismo
ocurrirá tanto en 2018 y 2019.
“Dado el tamaño de la economía italiana, es una
fuente de preocupación común para el conjunto de la zona euro”, agrega.
La Comisión, pues, en esta
ocasión no parece dispuesta a seguir la dinámica de otros años y dejar pasar el
desafío lanzado desde Roma.
Y remacha que de los planes enviados a Bruselas
solo puede extraerse una conclusión: que el desvío en la senda de reducción de
la deuda pública de 2017 continuará este año y el que viene.
Los motivos son la
“expansión fiscal” proyectada para 2019 y los riesgos de que el crecimiento no
se el previsto. Italia prevé que el año que viene se expandirá un 1,5%.
La senda fiscal, afirma Buti,
“será incompatible con la necesidad de reducir de forma decisiva” la enorme
ratio entre deuda y PIB.
De acuerdo con las normas comunitarias, la Comisión da
la oportunidad a Italia de que justifique esa expansión de la deuda pública.
Pero probablemente deberá hacerlo antes.
En concreto, en el Eurogrupo del
próximo lunes, en cuya orden del día está la discusión de los borradores de
Presupuestos que los países miembros han mandado a la Comisión.
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Fuente
“EL PAÍS”, España, 31.10.2018