VENEZUELA:
APAGONES Y… CARNE PODRIDA
En Maracaibo, venezolanos compran carne podrida por
apagones #23Ago
Agencia
| AP |
Los residentes de Maracaibo,
hacen fila para comprar carne podrida.
Los refrigeradores fallan por los cortes
de electricidad que sufren desde hace nueve meses y que recientemente fueron a
peor.
Algunos caen enfermos por
tomar la carne estropeada, que se vende a precios muy bajos y es la única forma
de poder comprar proteína ante la profunda crisis que vive el país.
“Huele un poquito mal, pero eso se lava con un poquito de vinagre y limón”,
dijo Yeudis Luna, padre de tres niños que compra cortes echados a perder en una
carnicería en la segunda ciudad del país.
Los venezolanos soportan la
peor crisis económica en la historia de la nación petrolera.
Los servicios
básicos como el agua corriente y la electricidad se han convertido en lujos.
Nicolás Maduro, culpa de los
problemas a la guerra económica librada por Estados Unidos y otras potencias
capitalistas.
Omar Prieto, gobernador del estado de Zulia declaró recientemente
que se estaban reparando los apagones, pero el cambio no se ha hecho notar.
A orillas de un vasto lago,
la ciudad portuaria de Maracaibo sirvió en su día de centro de producción
petrolera, generando casi la mitad del crudo que se exportaba al resto del
mundo.
Un puente sobre el Lago
Maracaibo sirve como recordatorio de los buenos tiempos. La estructura, de ocho
kilómetros (cinco millas) de largo que se erigió hace cinco décadas y brillaba
por la noche con miles de luces, unía la ciudad con el resto del país.
Maracaibo estaba limpia y llena de restaurantes internacionales.
Hoy en día, las luces del
puente no funcionan y las plataformas petrolíferas rotas vagan por un lago con
las orillas sucias de petróleo.
Los que fueran centros comerciales lujosos
cayeron en la ruina y los negocios internacionales cerraron sus puertas y se
marcharon.
Durante los últimos nueve
meses, los residentes de Maracaibo sufrieron apagones escalonados, pero la
situación se complicó el 10 de agosto, cuando un incendio destruyó una de las
líneas principales que abastecían a los 1,5 millones de habitantes de la
ciudad.
Las unidades de refrigeración
dejaron de funcionar y la carne comenzó a pasarse.
Al menos cuatro carnicerías
han estado vendiendo productos en mal estado en Las Pulgas, el mercado central
de Maracaibo.
El carnicero Johel Prieto
explicó que los cortes de luz estropearon un lado de la carne que él picó y
mezcló con otra fresca para tratar de enmascarar el deterioro.
Una bandeja de carne acre
picada y otras piezas grises expuestas en el mostrador atraían a las moscas y a
un flujo constante de clientes.
Algunos se la dan a sus perros, explicó Prieto,
pero hay quienes la cocinan para alimentar a sus familias.
“Claro que comen carne,
gracias a Maduro”, manifestó Prieto. “La comida de los pobres es la comida
podrida”.
En otro puesto, un carnicero
sin camisa que fuma un cigarrillo ofrece bandejas de carne ennegrecida.
“La gente lo va a comprar”,
señaló José Aguirre, mientras manipulaba un pollo en mal estado.
Luna, un vigilante de
estacionamiento de 55 años, se llevó un kilo de carne a casa sabiendo que
estaba mala, pero haciendo lo posible para que fuese comestible.
Su mujer se marchó a Colombia
el año pasado, abandonándolo a él y a sus tres hijos de 6, 9 y 10 años.
Según
Luna, ya no podía soportar el hambre, y no ha vuelto a saber nada más de ella.
Mientras preparaba la carne,
Luna contó que primero la enjuaga con agua y luego la deja macerando en vinagre
durante la noche. Exprimió dos limones y la dejó hervir a fuego lento con un
tomate y media cebolla.
Luna y sus hijos se la
comieron.
“Me dio miedo que se
enfermaran porque están pequeños”, apuntó. “Pero sólo le cayó mal al pequeñito,
que le dio diarrea y vómito”.
Fuente
“EL IMPULSO”, Lara, Venezuela,
23.08.2018
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