SANTA CRUZ Y...
EL 9 DE JULIO
El aporte de Santa Cruz a la “marcha”, los mismos
de siempre y la extraña dama del bolso pesado
10 julio, 2018

El aporte de Santa Cruz a la “marcha”, los mismos de siempre y la extraña dama del bolso pesado – Foto: Perfil.com
11:00 – (Por Rubén
Lasagno) – En “la patria está en peligro” de fines de mayo de este
año y “La patria no se rinde” de ayer, se encontraron los mismos
kirchneristas con la izquierda funcional rodeando el obelisco y puteando al
FMI, pidiendo (y rogando) la caída de Macri y soñando con la vuelta de ellos al
poder.
A eso solamente se resume lo ocurrido el 9 de Julio, que para nada tuvo
que ver con una fecha patria conmemorativa de la independencia y una fiesta
nacional como se pretendió disfrazar desde los sectores reaccionarios y
caóticos de la Argentina.
La gente de buena madera, los que
trabajan día a día y realmente se preocupan por el país y por el desacierto del
gobierno nacional, las arremetidas de la economía, la suba de las tarifas, el
aumento del dólar, la inflación y la inseguridad, entre tantas cosas que al
gobierno de Macri lo superan, no estaba allí.
Nadie quiere mezclar sus sufrimientos
verdaderos y sus pesares con los vividores que aprovechan cualquier
convocatoria para desestabilizar y sembrar el caos para obtener
ganancias políticas espurias, como es su verdadero y único propósito.
Con eslogan setentistas, el
kirchnerismo que mancha todo lo que toca, ha logrado hacer de cada
fiesta nacional un desierto en las calles.
La gente ya no sale a marchar
con la bandera argentina, solo para no mezclarse con esta disparatada facción
política financiada por algunos intendentes del conurbano y la provincia de
Santa Cruz, especialmente, desde donde sin duda salen los fondos para abastecer
gran parte de los gastos generados por estas estructuras que movilizan, como es
costumbre, cientos de micros y barriadas completas para rodear al obelisco con
40 o 50 mil personas, ahora con el agregado de los artistas K, los periodistas
K y el inefable mundo de la izquierda autóctona.
No hay un solo acto, reunión
o concentración que pueda hacerse en paz si median estos personajes resentidos que
sufren la abstinencia del poder.
Les ha sido cortado el hilo de
plata (literalmente hablando) y destilan un odio visceral hacia Macri y
cualquiera que se oponga a su vuelta.
El país punga (sic) por cambiar, ellos, son los
mismos de siempre. Son tan intensamente obtusos y disparatados que putean al
FMI y gran parte de esos fondos en los que se endeuda el país, son para
mantener la clase planera que instaló CFK y aumentó Macri.
Ni siquiera piensan.
Si lo hicieran actuarían (al menos) en defensa propia.
Lo bueno, lo interesante y realmente reconfortante es que nadie
se les suma; son siempre los mismos.
Como leprosos políticos, deambulan por el
centro porteño cada vez que tienen oportunidad, personajes como Andrés Larroque
y Máximo Kirchner, Omar Plaini, Facundo y Pablo Moyano, Agustín Rossi, Axel Kicillof,
Mayra Mendoza, Luis D´Elía, Estela de Carloto, Gerardo Romano, Carolina
Papaleo, Patricio Contreras, Juan Palomino, Paola Barrientos, Daniel Filmus,
Felipe Solá abrazado con Edgardo Depetri, la diputada Cristina Álvarez
Rodríguez, el “chino” Navarro, Bonaffini y un número ya identificados en cada
marcha y actos de estos nombres reiterados en cada movilización, donde el
objetivo es simple y llanamente pedir por la salida del gobierno, quien con sus
continuos desaciertos, les sirve la mesa a estos detractores de la democracia.

La gobernadora Alicia Kirchner en el acto del 9 de julio – Foto: Prensa Gobierno
En Santa Cruz, mucho más
morigerado porque aquí el ambiente político es de total indiferencia hacia
estas reuniones eminentemente políticas travestidas de conmemoración de fechas
patrias, excepto alguna manifestación de un puñado de militantes coreando a un
ignoto presidente de una sociedad de Fomento en zona norte, Alicia Kirchner
organizó un acto en el Boxing Club donde no se reunió más de un centenar de
militantes, funcionarios y algunos concurrentes, muchos de los cuales silbaron
a la gobernadora que lucía al lado del Vicegobernador Pablo González y el
Intendente Roberto Giubetich quien no la pasó muy bien, habida cuenta de la
profunda crisis ambiental de infraestructura e higiene en la que tiene sumida a
la capital.
Fue más copado y denso el humo de las hamburguesas que hizo
neblinoso todo el acto, impregnando la ropa de los presentes, que la gente
convocada para el día de la Independencia.
Casualmente, en el vuelo de Aerolíneas Argentina de la madrugada
(01:30 hs) del sábado 7 llegó a Río Gallegos, proveniente de Buenos Aires, una
extraña mujer vestida de campera inflada celeste larga que tiraba de un bolso
muy pesado.
La extraña dama conversó con alguien en vuelo y dijo ser la
organizadora del acto del 9 de julio en el Boxing, motivo fundamental que la
traía a esta capital con regreso a Buenos Aires el lunes a la noche.
Según le confió a un circunstancial compañero de viaje, estuvo
trabajando 12 años con el kirchnerismo en nación y ahora “hace lo que sale…”.
La
extraña dama se alojó en el Hotel Aire de Patagonia, en el centro de la ciudad.
En el mismo avión, pero sin tener contacto con ella, volaba el Vicegobernador
Pablo González.
El funcionario lo hacía el primera clase, mientras la extraña
dama viajó en el asiento Nº 18 de clase económica.
Alicia Kirchner, en su discurso dijo algunas frases magistrales
por su irrevocable contrastación con el absurdo de la realidad que aplica en la
provincia, como “debemos advertir el avance de la pobreza en el mundo,
mientras los recursos quedan en manos de unos pocos”.
No sabemos si fue un discurso generalizado hacia el mundo, pero
la verdad sonó bastante autorreferencial, más aún
si uno advierte los números de Santa Cruz, los fondos que ingresan mensualmente
y la situación precaria en que viven los trabajadores y los habitantes de la
provincia.
(Agencia OPI Santa Cruz)
Fuente
“OPI Santa Cruz”, 10.07.2018
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