6 abr 2018

SANTA CRUZ: RUMBO AL... ¿FUTURO?












SANTA CRUZ:
RUMBO AL... ¿FUTURO?


YCRT es el reflejo de la forma en que se entregará la provincia al nuevo gobernador


Abr 4, 2018




13:30 – (Por Rubén Lasagno) – Es muy simple y en la práctica resultan absolutamente comparables los dos ejemplos: YCRT y la provincia

Hoy todos vemos lo que pasa con el yacimiento de Río Turbio. 

Una empresa utilizada por años para cualquier fin, menos el de obtener carbón. 

Destruida, vaciada, sobreabundada de personal, inerte, improductiva, politizada, costosa y que solo ha servido para negocios, transas políticas y apropiación indebida de fondos públicos.

Ahora, haciendo un ejercicio simple de memoria y anudando algunos componentes comunes entre YCRT y la provincia, como el político, periodos ininterrumpidos de gestión, controles en manos de los mismos que gobiernan y sobre todos los mismos personajes ocupando alternativamente lugares y funciones a lo largo de todo el tiempo que han sido gobierno, cuando algún día (si esto es posible) se abra esta verdadera “Caja de Pandora” que se llama Santa Cruz, nos encontraremos con un caos similar o tal vez peor que el patético ejemplo del yacimiento de carbón.

Esto podríamos denominarlo : “Efecto residual de kirchnerismo explícito, practicado por años en un territorio determinado”. 


Si ampliamos la mirada y vemos cómo quedó el país después de 12 años de soportar el mismo régimen, no hay mucho para agregar sobre “el modelo”, el cual tiene como base de sustentabilidad la corrupción, la estatización, la concentración de poder y la manipulación total de los recursos en beneficio de algunos y en detrimento de la productividad, el progreso y la inversión genuina.

Esto nos debe servir para hacer una trazabilidad de los hechos y las consecuencias en el tiempo, tomando como ejemplo más claro, YCRT; realizar un pequeño balance de lo que ha gastado el yacimiento en los últimos 15 años y contraponerlo con lo producido.


Elaborar una simple tabla donde se visualicen los costos y los beneficios. 


Sin duda el resultado será lo que hoy estamos viendo: una empresa sin rumbo, tapada de deudas, dependiente de los fondos públicos, de los subsidios millonarios para sostener su estructura improductiva, sobredimensionada en personal, con inversiones supermillonarias que no han resuelto el aspecto productivo, cargada de privilegios y sin plan de trabajo ni futuro, por voluntad de los mismos que antes la usaban de caja política y hoy ya no tienen poder pero siembran el caos para evitar los cambios.

Nadie sabe exactamente quién va a ganar las elecciones del 2019 en Santa Cruz. 


Lo lógico sería que los que están dejen el poder y llegue un recambio político, como sucedió a nivel nacional. 


Ahora bien, en este momento, el único referente político de la oposición que asoma con alguna chance es Eduardo Costa, sin embargo, las últimas encuestas no le aseguran al empresario que vaya a tener un triunfo claro y con margen suficiente como para descansar tranquilo


El 28% estable del FPV es un piso demasiado alto para demolerlo con un discurso insulso y poco propositivo como el de Costa, por lo tanto, digamos que su llegada al poder es solo una posibilidad y la otra es que el kirchnerismo, tal vez con alguna cara “remozada”, reaparezca como el ave Fénix.

Pero suponiendo que Eduardo Costa gane las elecciones y corone la gobernación 

¿Qué hará luego? 

¿Decir que no esperaba encontrarse con una provincia dinamitada? 

¿Se asombrará (después de asumir) del estado calamitoso en que va a recibir la salud, la justicia, la educación, el patrimonio y la administración central? ¿Va a empezar a pedir paciencia, aplicará impuestos para paliar el déficit y denegará aumentos y actualizaciones salariales replicando las recetas de ajuste de Macri tras el desastre kirchnerista en la década robada?.

Si Eduardo Costa va a hacer todo esto y mucho más, es bueno que lo diga ahora, en sus discursos de campaña, porque nadie le va a creer que sus promesas podrán llevarse a cabo en la práctica del gobierno, sin herirse en un jardín de espinas. 


Si no lo hace, la hipocresía quedará de manifiesto, la mentira suplirá a la confianza y el electorado puede llegar a ser muy sensible con los nuevos mentirosos (pregúntenle a Daniel Scioli)

Si Costa va a ser el nuevo gobernador debe pensar, desde ahora, que tendrá en sus manos (comparativamente) una YCRT potenciada, con dependencia directa del gobierno central, un universo de viejos problemas que resolver y además de todo esto, al enemigo político que lo combatirá con todas sus armas (lícitas e ilícitas) en un territorio donde la justicia está cooptada hace años por “el modelo” y las estructuras del Estado provincial junto con los municipios, están plagados de militancia y favores políticos 


¿Va a tener la decisión de terminar con esto? 

¿Podrá (y querrá) hacer cambios reales o solo aparentes?.
Posiblemente el senador esté pensando que su gestión (en caso de llegar a la gobernación) se verá favorecida por el eje “Nación-provincia” y sobre ese modelo de asistencia descansa su relativa “tranquilidad” para asegurarse la gobernabilidad. 


Pero será un error político muy grave sustentar la viabilidad de un gobierno, sobre la base de la dependencia nacional


Es lo que siempre hizo el kirchnerismo en la década ganada, lo cual le permitió mantener enmascarada la realidad tras la llegada indiscriminada de los fondos públicos a Santa Cruz y cuando trastabilló el proyecto, perdiendo el apoyo principal que le iba a dar la fórmula Scioli-Zanini, cayó el velo y comenzamos a vivir en esta provincia la realidad que se manifestó cruda y más aceleradamente desde el 2016 con desocupación, administración central y municipios abarrotados de ñoquis y empleados públicos sin funciones, salarios por debajo de la línea de pobreza, pagos por goteo, atrasos en los sueldos y en los aguinaldos, la vuelta de pagos en negro, atrasos en las jubilaciones, Caja de Servicios Sociales intervenida, desfinanciada y sin servicios, Caja de Previsión de la misma manera con funcionarios ganando sueldos del primer mundo, regalías hipotecadas por años, con la provincia sin energía, sin industrias y comprometido futuro.

Pero como con YCRT, Costa tendrá en la puerta exigiéndole todo tipo de reclamos a gremios afines al kirchnerismo, una justicia sorda ciega y muda que no le va a ser muy potable, un sector de los sindicatos no afines al poder K que le exigirán les dé lo que los otros les negaron y la sociedad le exigirá transparencia, denuncias concretas y un balance de la corrupción pasada, sin admitirle una omisión como la de Macri, quien cuando debiera haber hablado no habló y cuando lo quiso hacer, era tarde.

¿Querrá (y podrá) Eduardo Costa, realmente, ser gobernador de Santa Cruz?. 


Debe saber, además, que perder en las próximas elecciones, sea por medio lícito o ilícito como fue la instauración de la Ley de Lemas para gobernador, será su última apuesta política


Si sufre un nuevo traspié, ya no podrá volver a intentarlo y le va a hacer muy difícil, también, mantener el liderazgo dentro de su propio partido. 


(Agencia OPI Santa Cruz)

Fuente
“OPI  Santa Cruz”, 04.04.2018

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