10 mar 2017

SANTA CRUZ... Y LAS COSAS DEL ABUELO









SANTA CRUZ… 
Y LAS COSAS DEL ABUELO






Publicado el: 9, Mar, 2017

Pietragalla con Bayer: el cinismo del relato y la parodia de querer ser derecho y humano



Pietragalla con Bayer: el cinismo del relato y la parodia de ser derecho y humano


09/03 – 13:30 – El kirchnerismo no deja de sorprender, aún después de tanto tiempo. 
La contradicción y la mentira son esenciales elementos a la hora de ser parte del clan político, cuyos retazos se cobijan en Santa Cruz. 
Lo insólito, lo patético y especialmente cínico, es que Pietragalla, kirchnerista “defensor” de los huelguistas, borró de “su historia” la actividad de un colaboracionista del Coronel Varela en 1921; su nombre era Karl Kirchner, abuelo de quien años después fuera Néstor, Intendente, gobernador y presidente de la República y de Alicia la actual gobernadora de Santa Cruz. (Por Rubén Lasagno)

La crónica de hace unos días dice que el Secretario de Derechos Humanos de Santa Cruz Horacio Pietragalla, el mismo que pegaba a una mujer policía en Jujuy cuando fue a “defender” a Milagros Sala, se reunió con Osvaldo Bayer para conversar respecto de los fusilamientos sufridos en la Patagonia durante las huelgas de 1921.

Horacio Pietragalla se encontró con el reconocido historiador, Osvaldo Bayer, con el propósito de ahondar en datos referidos a los fusilamientos ocurridos durante las huelgas patagónicas” dice la información y agrega “Al finalizar el encuentro, el Secretario de DDHH, agradeció al historiador por la investigación realizada en todos estos años, gracias a la cual no quedaron en el olvido estos crímenes atroces, sino que se mantuvo viva la memoria, en la provincia y en el país, de aquellos que buscaban una Patagonia justa, en la que se respete los derechos de cada trabajador”.

Hasta aquí todo parece “normal”, aún sufriendo un poco de miopía analítica, a la hora de considerar quién es Pietragalla y como “defiende” los derechos humanos, especialmente cuando se lo ha visto golpeando gente para recuperar la libertad de una delincuente como Milagros Sala. 

Sin embargo, el tema no pasa por ahí, va por el lado del recorte magistral que hace el kirchnerismo (en este caso encarnado en el representante de los DDHH en la provincia), cuando conviene a la foto.

Pietragalla no sabía, se olvidó o se hizo el que no recordaba, lo sucedido durante los años de plomo de la Patagonia con la ascendencia de la familia política ideóloga del partido que representa (FPV), allí cuando el Comandante Varela arrasó con cuanto peón de campo protestara por mejorar mínimamente su dignidad, aplastada por los entonces terratenientes que actuaban bajo la corona británica.

Quien estaba encargado de registrar y documentar fotográficamente tales atrocidades, era el abuelo del ex presidente fallecido y la actual gobernadora.

También parece ser que Pietragalla no leyó el libro de Osvaldo Bayer, porque al menos, de haberse enterado de los detalles y el pensamiento que el anciano escritor tiene de la familia Kirchner, tendría que haber hecho la salvedad histórica de que lo sucedido en aquel entonces, corresponde a una época donde los pecados de los abuelos y padres no necesariamente tienen que ser pagados por hijos y nietos, pedir el correspondiente perdón a la misma historia, a Bayer y a partir de allí, tras hacer una simbólica reconciliación con esa historia que tuvo como protagonista a la familia que está en el poder y lo tiene de empleado en un gobierno de los Kirchner, decirle a Bayer, algo así como, “reconocemos (porque Pietragalla fue en representación del gobierno de Alicia) los errores y el colaboracionismo de los antepasados de nuestro líder político y estamos aquí para reivindicar los derechos humanos que nunca se tendrían que haber olvidado y pedir perdón por los colaboracionistas de aquel genocidio que pudiera haber tenido que ver en aquella triste historia que Ud relata”. 

Con eso (palabras más palabras menos), Pietragalla podría haber “limpiado” su relato, trazar una línea y lograr que Bayer creyera en su actitud. 

Pero no fue así. El titular de DDHH de Santa Cruz, no leyó el libro de Bayer y nunca se enteró que el abuelo de Néstor y Alicia, Karl Kirchner, fue parte de aquella masacre.

Olvidar es bueno (… en estos casos)
Pietragalla es evidente que ignora que Osvaldo Bayer en 1974 escribió en su libro “La Patagonia Rebelde”: Karl Kirchner era el fotógrafo de los militares. Los acompañaba y sacaba las fotos de los obreros que eran detenidos ilegalmente y luego fusilados, dijo Bayer sobre la actuación de los antepasados de la gobernadora y el Secretario de Estado ni hojeó la revista Noticias donde en su momento, aparecieron las fotos de los fusilamientos tomadas por el abuelo de Néstor y Alicia con el relato descarnado del escritor-historiador, ofreciendo detalles inéditos de la crueldad y las complicidades de entonces, en la matanza.

Hoy Pietragalla se rasga las vestiduras por los “compañeros trabajadores fusilados” y su memoria no registra que el propio Bayer recuerda en su obra literaria, que Karl Kirchner se refería a estos mártires como “los revoltosos”.

Bayer también escribió “el abuelo de Kirchner facilitaba dinero a quien se lo pidiera en Río Gallegos a cambio de una devolución con suculento interés. Tenía un restaurante con señoritas ¿Me entiende?”, aclaró el historiador para referirse a los prostíbulos y agregó “Además era prestamista o usurero, como se decía en aquella época”.

En su libro Bayer cuenta cómo los militares fusilaron a cientos de trabajadores en la Estancia Anita y en los panfletos que mandaba a imprimir la Sociedad Obrera de Río Gallegos, el sindicato llamaba al boicot contra Karl Kirchner y cinco comerciantes más de la ciudad a los cuales calificaba de explotadores y zánganos de la colmena social.

«Como mi padre también hablaba alemán se juntaban a charlar – cuenta Bayer allí, cuyo padre vivió en esta capital – Y un día el viejo Kirchner le pidió prestados 10.000 pesos (unos 24.000 euros de hoy en día). Era mucho dinero. Con eso se podía comprar una casa. Después nunca la devolvió por eso fue la persona que más odió mi padre”.

Cinismo y olvido, una condición necesaria para tener la suficiente entereza, fuerza, coraje y poca vergüenza para erigirse como defensor de los derechos humanos en representación de un gobierno K, ante quien describió con lujos de detalles en un libro, cómo los antepasados de la actual gobernadora participaron en los hechos que hoy se reivindican. (Agencia OPI Santa Cruz)

fuente
"OPI Santa Cruz", 09.03.2017

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