UN POEMA DE CRISOLOGO LARRALDE

29.01.1902 / 23.02.1962
“Envuelto en polvo
al cabo del camino estoy
La voz quebrada, la mirada opaca,
sin fuerza el paso.
El viejo corazón abatido
en cien luchas, la sien encanecida.
La mano huesuda y flaca.
El rostro sin color
El pie inseguro
/ .../
Todo quedó atrás, menos el sueño,
mi viejo, mi joven, mi niño sueño
igualitario, libertario, fraternal.
El marcho adelante mío
/ .../
me alumbra su horizonte
¡He peleado por tantos que lo ignoran!.
Sufrí tantas derrotas
… Pero allí, delante mío deslumbrante pertinaz, sigue mi sueño en pie,
/ .../
creer, creer, creer siempre
obstinadamente
en el sueño increíble,
en el canto no escuchado,
en la acción irrealizable,
en el goce no sentido
de un tiempo no alcanzado
en la meta inalcanzable.
Andar sin trabas, ser libres.
Combatir para los otros.
La vida, la hermosa vida.
Sólo se realiza
cuando la vamos dando
paulatina, totalmente
por la vida del hombre ignorado,
por el hermano que nos desconoce
y acaso nos golpee.
Y entonces, por creer, por querer
impertinentes, incurables
utopistas obstinados,
ya no somos viejos,
ni el corazón afloja.
Simplemente nos gastamos
como las piedras que ruedan mucho
y siguen siendo piedras
con vetas de luz y durezas de juventud”
Crisologo Larralde
{VER ENTRADA DE DICIEMBRE DE 2009}
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