BAÑOS DE SANGRE...
1 – ACTUAL Y 2 -
PRÓXIMO
Arrancamos
la semana con noticias preocupantes en las dos potencias que en su día
protagonizaron la guerra fría.
Putin arrasó ayer en Rusia y Trump lucha
por llegar a la Casa Blanca con un discurso cada vez más peligroso.
Putin y Trump, dos líderes que cada vez dan más miedo
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MILAGROS PÉREZ OLIVA 
Vladimir
Putin logró ayer perpetuarse en el poder en unas elecciones que eran
un simulacro de democracia porque no había oposición que pudiera
confrontarle. En un clima de persecución de la disidencia, llenó las
urnas de papeletas de adhesión, como explica en esta crónica Javier G. Cuesta. La propia magnitud de la victoria revela la naturaleza de la farsa, la
de una especie de zar que utiliza poderes dictatoriales para ser
refrendado en las urnas.
Desde el extranjero, la oposición pide a la comunidad internacional que no reconozca los resultados, mientras en el interior del país apenas hay contestación porque, como explica aquí Pilar Bonet, desde la reforma de 2012, se aplica el sambenito de “agente extranjero” para perseguir a cualquier amago de crítica.
- Pero
el Kremlin puede permitirse desafiar al mundo y hasta amenazar con una
represalia nuclear porque tiene el respaldo económico y político de
China, ayuda militar de Irán y Corea del Norte, y la colaboración de
países como Bielorrusia.
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- Encontraréis las claves en este gráfico de Andrea Rizzi y Luís Sevillano.
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| Trump augura un baño de sangre si no gana | |
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| Donald Trump sigue su avance hacia la Casa Blanca con una actitud y un mensaje cada vez más amenazantes:
en un mitin en Ohio dijo que, si no resulta elegido presidente, habrá
un baño de sangre. Según un portavoz, se refería a la industria
automovilística, de la que estaba hablando, pero después de casi cuatro
años clamando que fue víctima de un fraude electoral y de calificar como
“rehenes” a quienes han sido juzgados por el asalto al Capitolio, esta
advertencia ha sido interpretada como un llamamiento a no aceptar una
posible derrota.
Y
no solo eso: también dijo que a los extranjeros indocumentados “no se
les puede llamar personas”, subiendo un peldaño más su peligrosa
escalada contra los inmigrantes. |
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fuente "EL PAÍS", España, 18.03.2024
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