6 sept 2020

LOCADEMIA LEGISLATIVA Y… JUDICIAL







LOCADEMIA LEGISLATIVA Y…
 JUDICIAL




Avance sobre la Justicia

El verdadero golpe de los Kirchner

6 de septiembre de 2020
Máximo Kirchner era una mezcla de Felipe González, Julio Sanguinetti y Ricardo Lagos.

Esa era la versión que distribuían, hasta hace poco, amigos y conocidos. 

Puro marketing para instalar al delfín como una figura consensual, casi presidencial

Como las personas se conocen no por lo que se dice que son, sino por los hechos que consuman, debemos concluir que el gen autoritario de la familia está presente en el vástago

Tampoco Sergio Massa es una víctima de la familia Kirchner

Lo han dejado sin margen para sus acrobacias políticas, es cierto, pero cualquier político (y cualquier persona) puede decir que no

O puede decir que no aceptará las imposiciones a cualquier precio. 

Los dos han convertido la Cámara de Diputados en una institución vacía, en la que ya nadie cree, sobre todo porque nadie está seguro de que es legal lo que aprueba o rechaza.

 Cristina Kirchner, desconfiada hasta la soledad, ya había declarado al Senado en estado vegetativo

Una cámara que baila al ritmo de la expresidenta, si es que ella quiere que baile algún ritmo. 

Los dos Kirchner, con no pocas complicidades, están perpetrando el verdadero golpe, después de que se hablara de tantos golpes. 

Es el que busca anular a la institución parlamentaria y, de paso, también a la judicial

Las dos instituciones van de la mano en estos momentos, camino al cadalso.  

Desde diciembre pasado no hay reuniones de labor parlamentaria en el Senado

Esas reuniones son importantes, indispensables.

Son convocadas por el presidente del cuerpo (Cristina en este caso, si las convocara) y concurren todos los jefes de bloques. 

Sirven para organizar las reuniones de la cámara y para ordenar el tratamiento de los temas. 

La vicepresidenta decidió ser solo ella la que organiza y ordena las reuniones del cuerpo

La oposición no tiene diálogo con ella ni existe interrelación con el peronismo

No porque los peronistas sean alérgicos a la conversación, sino porque son inservibles.

Todos deben consultar todo, hasta los mínimos detalles, con Cristina

Un secretario administrativo o parlamentario designado a dedo por ella tiene más poder real que un senador peronista elegido popularmente

La vicepresidenta aprovecha las reuniones telemáticas para cerrarle el micrófono a la oposición o para decidir quién habla y quién calla

"Es más que una líder o una jefa. Es la dueña del Senado", sintetiza un senador.


No es que los peronistas sean alérgicos a la conversación, son inservibles. Todos deben consultar todo, hasta los mínimos detalles, con Cristina


Cristina no ignora lo que significa ser minoría extrema. 

Lo fue cuando el peronismo de Menem la expulsó del bloque justicialista. 

Conoce la segregación que pueden llegar a cometer mayorías pasajeras. 

En aquellos años, su opinión se conocía por medios periodísticos que hoy aborrece y por algunos periodistas que ella persiguió cuando fue presidenta

Cristina no agradece ni perdona ni olvida.

Las cosas en la Cámara de Diputados eran más civilizadas hasta que estalló el reciente escándalo. 

La disputa no habría existido si el kirchnerismo no se preparara para votar y aprobar, con buenas o malas artes, la reforma judicial.

Apareció Máximo Kirchner, el auténtico, el que dinamitó cualquier esbozo de acuerdo que no incluyera la votación por videoconferencia de la reforma judicial. 

Es una forma ostensible de anticipar que habrá trampa

En síntesis, lo que el peronismo no quiere (y la oposición sí quiere) es prorrogar el protocolo de las reuniones telemáticas, pero con una clara excepción de los temas de seriedad institucional, como la reforma judicial

El oficialismo está en desventaja con la reforma en el conteo previo de los votos, pero solo necesita que se caiga el sistema de internet en Córdoba para dar vuelta los resultados

Los números de la votación eventual, hoy favorables a la oposición, son relativos. 

Los diputados de Roberto Lavagna y de Juan Schiaretti fueron solidarios con el kirchnerismo en las maniobras para aplicarle a la reforma judicial el protocolo de la crisis sanitaria. 

La crisis sanitaria, que se está llevando miles de vidas, sirve para cualquier cosa cuando deciden el poder.


 




 

 

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