14 feb 2020

DIOS ESE DESCONOCIDO












DIOS ESE DESCONOCIDO



DIOS
NO TOMES EL NOMBRE DE DIOS EN VANO


¿Existe Dios?

Eso depende del Dios que el lector tenga en mente.

¿El misterio cósmico o el legislador mundano?

A veces cuando la gente habla de Dios, se refiere a un enigma grandioso e impresionante, acerca del cual no sabemos absolutamente nada.

Invocamos a ese Dios misterioso para explicar los enigmas más profundos del cosmos.

¿Por qué hay algo, en lugar de nada?

¿Qué modeló las leyes fundamentales de la física?

¿Qué es la conciencia y de dónde procede?

No tenemos respuestas para esas preguntas y damos a nuestra ignorancia y damos a  nuestra ignorancia el nombre grandioso de Dios.

La característica fundamental de este Dios misterioso es que no podemos decir nada concreto sobre Él.

Es el Dios de los filósofos, el Dios del que hablamos cuando nos sentamos alrededor de una fogata en el campo a altas horas de la noche y nos preguntamos sobre el sentido de la vida.

En otras ocasiones, la gente ve a Dios como un legislador severo y mundano, acerca del cual sabemos demasiado.

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Sabemos exactamente qué piensa sobre la moda, la comida, el sexo y la política, e invocamos a este Hombre Enojado en el Cielo para justificar un millón de normas, decretos y conflictos.

Se molesta cuando las mujeres llevan blusa de mangas cortas, cuando dos hombres practican sexo entre sí o cuando los adolescentes se masturban.

Algunas personas dicen que a Él no le gusta que bebamos alcohol, mientras que según otras Él exige absolutamente que bebamos vino todos los viernes por la noche o las mañanas del domingo.

Se han escrito bibliotecas enteras para explicar hasta el más mínimo detalle qué es exactamente lo que Él quiere y lo que no le gusta.

La característica fundamental de este legislador mundano es que podemos decir cosas muy concretas de Él.

Es el Dios de los cruzados y los yihadistas, de los inquisidores, los misóginos y los homófobos.

Es el Dios del que hablamos cuando nos encontramos alrededor de una pira encendida lanzando piedras e insultos a los herejes que están quemándose en ella.

Cuando a los creyentes se les pregunta si Dios de verdad existe, suelen empezar hablando de los misterios enigmáticos del universo y de los límites del conocimiento humano.

“La ciencia no pude explicar el Big Bang – exclaman -, de modo que tiene haberlo hecho Dios.

Pero, al igual que un mago que engaña al público sustituyendo imperceptible una carta por otra, los creyentes sustituyen con rapidez el misterio cósmico por el legislador mundano.

Después de haber dado el nombre “DIOS” a los secretos desconocidos del cosmos, lo utilizan para condenar de alguna manera biquinis y divorcio.

“No comprendemos el Big Bang; por tanto, debes cubrirte el pelo en público y votar contra el matrimonio gay”

No solo no existe ninguna conexión lógica entre ambas cosas, sino que en realidad con contradictorias.

Cuanto más profundos son los misterios del universo, menos probable es que a quienquiera que sea responsable de ellos les importe un pimiento los códigos de la vestimenta femenina o el comportamiento sexual humano.

El eslabón perdido entre el misterio cósmico y el legislador mundano suele proporcionarlo algún libro sagrado.

El libro está lleno de las normas más tontas, pero no obstante se atribuye al misterio cósmico.

En teoría lo compuso el creador del espacio y del tiempo, pero Él se preocupó de iluminarnos obre acerca de arcanos rituales del templo y tabúes alimentarios.

Lo cierto es que no tenemos ninguna evidencia, de ningún tipo, de que la Biblia o el Corán o el Libro del Mormón o los Vedas o cualquier otro texto sagrado fuera compuesto por la fuerza que determinó que la energía sea igual a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado, y que los protones sean 1.837 veces mayores que los electrones.

Hasta donde llega nuestro conocimiento científico, todos esos libros sagrados fueron escritos por Homo sapiens imaginativos.

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Solo son narraciones inventadas por nuestros antepasados con el fin de legitimar normas sociales y estructuras políticas.

Yo siempre estoy preguntándome acerca del misterio de la existencia, pero nunca he comprendido qué tiene que ver con las exasperantes leyes del judaísmo, el cristianismo o el hinduismo.

Estas leyes fueron sin dudas muy útiles a la hora de establecer y mantener el orden social durante miles de años.

Pero en esto no son fundamentalmente diferentes de las leyes de los estados e instituciones seculares.

El tercero de los Diez Mandamientos bíblicos instruye a los humanos a no hacer nunca un uso arbitrario del nombre de Dios.

Muchas personas creen en esto de una manera infantil, como una prohibición de pronunciar el nombre explícito de Dios (como en la famosa escena de los Monte Python “Si dices Jehová…”).

Quizá el significado profundo de este mandamiento sea que nunca hemos de usar el nombre de Dios para justificar nuestros intereses políticos, nuestras ambiciones económicas o nuestros odios personales.

La gente odia a alguien y dice “Dios lo odia”, la gente codicia algo y dice “Dios lo quiere”.

El mundo sería un lugar mejor si siguiéramos de manera de manera más devota el tercer mandamiento.

¿Quieres emprender una guerra contra tus vecinos y robarles su tierra?

Deja a Dios afuera de la cuestión y encuentra otra excusa.

Al fin de cuentas, se trata de una cuestión semántica.

Cuando uso la palabra “Dios”, pienso en el Dios de Estado Islámico, de las cruzadas, de la Inquisición y de las banderolas “Dios odia a los maricones”.

Cuando pienso en el misterio de la existencia, prefiero usar otras palabras, para evitar la confusión.

Ya diferencia del Dios de Estados Islámico y de las cruzadas (al que preocupan mucho los nombres y sobre todo Su nombre más sagrado), al misterio dela existencia le importa un comino qué nombres le damos nosotros; los simios.

Yuval Noah Harari Makes Lecture Of Artificial Intelligence In Beijing : Fotografía de noticias

Fuente
“21 Lecciones para el siglo XXI”
Yuval Noah Harari
DEBATE, 2018


SOBRE EL AUTOR

Yuval Harari





 Yuval Noah Harari sapiens



Nacimiento
Nacionalidad
Israelí
Religión
Educación
Educación
doctorado Ver y modificar los datos en Wikidata
Educado en
Información profesional
Ocupación
Historiador, medievalista, escritor, historiador militar y filósofo Ver y modificar los datos en Wikidata
Área
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  • Universidad Hebrea de Jerusalén Ver y modificar los datos en Wikidata
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