LA SEÑORA FERNANDEZ EN… LAS SEYCHELLES
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I -

2 de febrero de 2018
Pasaron
cinco años y después de aquel viaje nada es igual.
Las explicaciones oficiales
y el detalle de la contratación al que accedió LA NACION jamás
alcanzaron para cubrir todos los puntos oscuros que dejó la escala en Seychelles.
¿Por qué
no se contrató el avión con la escala incluida si el decreto presidencial,
fechado el 10 de enero, tres días antes de la partida, establecía la visita oficial a Seychelles por dos días?
¿Por
qué el decreto se publicó el 13 de marzo de 2013, dos meses después del inicio
del viaje?
¿Se hizo después ese documento?
Y, en ese caso, ¿por qué si la
entonces presidenta tenía previsto detenerse en ese archipiélago esgrimió la
propia Casa Rosada la explicación del descanso de los pilotos?
Sólo unos pocos
que iban arriba de ese avión tienen esas respuestas.
Cinco
fuentes consultadas coincidieron en que hubo una decisión de detenerse en ese
lugar por alguna razón externa a la tripulación.
De hecho, Cristina Kirchner varias veces voló con
tripulaciones al límite sólo por el hecho de que ese tipo de raid merece
toda la diligencia para estar a disposición de quien paga semejante servicio.
En dos
viajes anteriores, la comitiva oficial se trasladó muchas más horas sin
detenerse.
Jorge Pérez Tamayo, expiloto presidencial en varias oportunidades,
aportó dos datos.
"Como piloto presidencial hicimos Buenos Aires-Moscú (en
diciembre de 2008) en 15 horas y fue un viaje sin escalas. A la vuelta, por una
cuestión de vientos, tuvimos que bajar en Río de Janeiro. Y cuando fuimos a
Arabia Saudita, que aterrizamos en Doha (en enero de 2011), tuvimos 16 horas y
25 minutos de vuelo. Todo sin escala", dijo el excomandante de Aerolíneas
Argentinas.
Palabra de gremialista, hombre que en ese momento dedicaba parte de
su tiempo a defender los derechos de los pilotos.
Sin embargo, el pasajero
presidencial merece la excepción.
"No había ninguna razón desde lo técnico
para detenerse ahí", dijo al recordar aquel periplo.
LA NACION, a través de un pedido de
información pública, accedió a documentos que, hasta el momento, estaban
guardados en oficinas cercanas a la Presidencia.
De ellos surge que hubo una
decisión de detener el avión en Seychelles, un aeropuerto
alejado de todo, en medio del Océano Índico, sin ninguna estación aérea
alternativa para aterrizar en caso de que saliera de servicio por alguna
circunstancia.
Nadie recomendaría ese punto de descenso, en un paraíso fiscal y mucho menos si el pasajero
transportado es un Jefe de Estado.
La
protagonista excluyente de las suspicacias que dejó el descanso en
Seychelles, la ex presidenta Cristina Kirchner , ahora es investigada en
varias causas, una de ellas por asociación ilícita y lavado de dinero en
carácter de "jefa" junto a su hijo Máximo Kirchner.
En tanto que
Florencia Kirchner es considerada coautora de esos delitos.
LA NACION
intentó comunicarse con los Kirchner a través de la Fundación Patria pero no
hubo respuestas.
Las
explicaciones quedaron asentadas en los documentos a los que accedió LA
NACION y en los comunicados que entonces firmó el secretario General de la
Presidencia, Oscar Parrilli.
Demasiado escuetos como para no generar sospechas
y suspicacias.
Por: Diego Cabot
Fuente
“LA
NACIÓN”, 02.02.2018
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