BOLIVIA:
ELECCIONES 2019
Evo
Morales se distancia del mar y de una nueva reelección
La oposición
responsabilizó a Morales de llevar al país a la “humillación internacional” y a
la vez se sintió empoderada a retarlo
25/12/2018
La Paz.- El presidente Evo Morales se veía
a sí mismo como el artífice de una negociación que devolvería a Bolivia una
salida al mar, pero el fallo contrario de la Corte Internacional de La Haya
truncó el centenario sueño boliviano y le quitó al mandatario su mejor carta
electoral para un cuarto mandato.
Bolivia había exigido ante el
tribunal internacional que Chile negociara de buena fe una salida al Pacífico
para los bolivianos.
No obstante, la Corte rechazó el pedido en octubre,
informó AP.
El fallo se vivió con gran
frustración en Bolivia, que por prima vez acudía a un tribunal internacional
por el litoral que perdió en una guerra con Chile entre 1879 y 1883.
La oposición responsabilizó a Morales
de llevar al país a la “humillación internacional” y a la vez se sintió
empoderada a retarlo.
De hecho, el fallo precipitó
la carrera electoral para los comicios de noviembre de 2019 y el expresidente
Carlos Mesa (2003-2005) aparece por encima de Morales en las encuestas de
intención de voto.
El mandatario había despertado el
sentimiento nacionalista, confrontado con las autoridades chilenas, organizado
una exhibición con la bandera más larga del mundo y recreado batallas.
Vendió
la idea de que una victoria diplomática era posible: “estamos cerca del mar”, dijo
en una ocasión.
Aunque el impacto del fallo judicial
aún no puede apreciarse en toda su dimensión, según los analistas empezó a
mover las fichas del tablero electoral.
“La situación de Morales es más
complicada que hace un año. La derrota en La Haya fue más contundente que
algunos pronósticos y aceleró la campaña”, dijo
Gaspard Estrada, director del Observatorio Político de América Latina y el
Caribe con sede en París.
Tras trece años en el poder, los
escándalos de corrupción y las acusaciones de autoritarismo y de
manipulación de la justicia han debilitado al primer presidente indígena de
Bolivia, según opositores y analistas.
Amplios sectores rechazan su
pretensión de volver a postularse después de perder un referendo en 2016 que
rechazó su reelección para el próximo año.
Aun así, todavía es un político
influyente ante una oposición dispersa con ocho candidatos
presidenciales.
“Los opositores de derecha no tienen
plan de gobierno. Su único plan es cómo repartirse candidaturas, cómo
volver a privatizar empresas y recursos naturales. Atacan con mentiras
porque no tienen propuestas, pero nuestro pueblo tiene memoria”, tuiteó
recientemente Morales.
El próximo año se anuncia difícil
para Morales en un contexto externo adverso con la elección del derechista Jair
Bolsonaro en Brasil, el primer socio comercial de Bolivia, dijo Estrada.
A su vez, su apoyo a los mandatarios
Nicolás Maduro, de Venezuela, y Daniel Ortega, de Nicaragua, aisló más a
Morales en la región.
La Unión de Naciones Sudamericanas
(UNASUR), cuya fundación alentó el fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez
para contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región, quedó fracturada con la salida de seis de sus doce
socios precisamente cuando Morales asumió este año la presidencia del
bloque.
Un moderno edificio para el Parlamento de UNASUR que Morales
mandó a construir y que significó un costo de 50 millones de dólares quedó sin
uso.
En tanto, la reciente decisión del
Tribunal Supremo Electoral de convalidar la postulación del mandatario pese al
referendo en contra desató protestas y derivó en la quema de oficinas
electorales en la ciudad oriental de Santa Cruz, la más importante del país.
Aunque Morales se mantiene en
carrera, las manifestaciones populares no han parado de crecer y podrían
debilitarlo más, según analistas.
La fortaleza del gobernante está en
la economía: Bolivia todavía es una isla de estabilidad con niveles de
crecimiento por encima del promedio regional.
Pero allí también se vislumbran
nubarrones en el futuro mediato.
Los ingresos registran una caída, el
gas natural y los minerales, las principales fuentes de riqueza del país
andino, muestran un estancamiento por las bajas inversiones externas.
A
ello se suma un creciente déficit que bordea el 8% del Producto Interno Bruto
por el exceso del gasto público y la caída de las reservas internacionales,
según un reciente balance de la Fundación Jubileo, un centro de estudios
socioeconómicos vinculado con la Iglesia católica.
“A Bolivia le va bien en la región,
pero después de trece años de gobierno de Morales hay cansancio y una voluntad
de alternancia”, según Estrada.
Fuente
“EL UNIVERSAL”,
Venezuela, 25.12.2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario