EL MUNDO ENDEUDADO
El FMI alerta de un nuevo récord histórico de deuda
mundial: más de 150 veces el PIB español
Lagarde anticipa
una ralentización del crecimiento global por debajo del 3,9% previsto hace solo
tres meses
LUIS DONCEL
Madrid – 01 oct 2018

El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa tormenta.
Antes de inaugurar la cumbre de la
próxima semana en Bali (Indonesia), la organización muestra su inquietud ante
la marcha de la economía internacional en los últimos meses y, sobre todo, lo
que puede ocurrir en los próximos.
En un discurso pronunciado este lunes en
Washington, la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, no se ha preocupado solo por la ralentización de la
economía —el PIB global crecerá menos que el 3,9% que pronosticaba hace solo
tres meses—, sino por unos peligros que hasta hace poco parecían hipotéticos y
que ahora están materializándose.
Lagarde también ha alertado sobre un problema
que en realidad nunca ha dejado de existir, pero ahora parece más presente que
nunca.
La deuda global —tanto
pública como privada— encadena récord tras récord.
Según calculan los
economistas del Fondo, ha alcanzado ya los 182 billones de dólares (unos 157
billones de euros al cambio actual).
Más o menos el equivalente a 156 veces el
PIB español.
Desde su informe de la pasada primavera, la cifra ha aumentado en
18 billones de dólares.
El monstruo de la deuda
no deja de crecer.
Supera ya en un 60% el nivel de 2007, un año antes de que la
Gran Recesión llegara con toda su virulencia para cambiar el mundo.
Y esta
cifra es más preocupante ahora que la época de estímulos monetarios por parte
de los grandes bancos centrales parece haber llegado a su fin.
Abruptas correcciones en el
mercado
“Gobiernos y empresas son ahora
más vulnerables a un endurecimiento de las condiciones financieras. Las
economías emergentes y en desarrollo ya están notando el pinchazo mientras se
adaptan a una normalización monetaria en el mundo avanzado”, ha asegurado
Lagarde en Washington.
Por si fuera poco, esta situación puede ir a peor.
Porque en el FMI pronostican abruptas correcciones en el mercado y en los tipos
de cambio si el proceso de endurecimiento de las condiciones financieras
continúa yendo más allá.
Lagarde ha comenzado su
intervención con las buenas noticias: el mundo sigue creciendo al ritmo más
alto desde 2011, el desempleo sigue cayendo en la mayor parte de los países y
el porcentaje de personas que vive en pobreza extrema ha alcanzado un nuevo
mínimo, por debajo del 10% de la población mundial.
Son sucesos importantes,
sí, pero las alegrías acaban aquí.
Porque, según ha dicho la jefa del Fondo,
“el clima de la economía global está empezando a cambiar”.
Si un año atrás
Lagarde recomendaba aprovechar la buena racha para hacer reformas —“El sol
brilla. Arreglad el tejado”, decía—; y hace seis meses advertía de los
nubarrones en el horizonte, ahora reconoce que los riesgos que veía entonces
“han empezado a materializarse”.
Y, como ya ha advertido el FMI
y diversas instituciones en otras ocasiones, el mayor riesgo es el
desencadenamiento de una guerra comercial.
El problema es que este ya no es un
peligro hipotético, sino que, en palabras de Lagarde “la retórica está mutando
en una nueva realidad de barreras comerciales efectivas”.
Estas no solo dañan
al comercio, sino también a la inversión y a la industria, que se ven
perjudicadas por unas incertidumbres al alza, ha continuado la directora
gerente del FMI.
Por ahora, entre las economías
desarrolladas, los más afectados por este nuevo clima de descontento son la
eurozona y Japón.
Mientras, EE UU, el auténtico desencadenante de esta nueva
oleada proteccionista, parece estar resistiendo mejor el vendaval en principio,
gracias a la reforma fiscal expansiva de la Administración Trump.
Pero todo
esto puede cambiar si las peleas comerciales continúan.
Hay ya unos claros perdedores:
los países emergentes, que están sufriendo las repercusiones negativas de estas
tensiones.
En el caso de que la guerra arancelaria se agrave, Lagarde tiene una
recomendación. “Si no se puede llegar a acuerdos entre todos los países, los
Gobiernos pueden usar pactos comerciales flexibles en los que colaboren, en el
marco de la Organización Mundial del Comercio, aquellos con una forma de pensar
similar”, ha concluido.
LAS
MUJERES, MÁS PERJUDICADAS POR LA AUTOMATIZACIÓN
Lagarde también
habló de la pérdida de empleos asociada a la revolución tecnológica, pero lo
hizo mencionando un aspecto al que habitualmente se presta poca atención: cómo
esta destrucción —26 millones de puestos de trabajo corren el riesgo de
desaparecer en los 36 países de la OCDE— afecta sobre todo a las mujeres.
El
argumento es que estas suelen ocupar puestos con actividades rutinarias, y son
estos precisamente los más amenazados por la automatización.
El Fondo anunció el
lunes que la economista indio-estadounidense Gita Gopinath sustituirá a finales
de 2018 a Maurice Obstfeld como economista jefe.
Es la primera vez que una
mujer ocupa este puesto; uniéndose a las que ya desempeñan estas mismas
funciones en el Banco Mundial y la OCDE.
Fuente
“EL PAÍS”, España, 01.10.2018
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