IRRESPONSABILIDAD
La matanza en la frontera sitúa a Gaza al borde del
colapso sanitario
Los hospitales de
la Franja están muy por encima de su capacidad con la llegada de más de medio
millar de heridos de bala, una cifra superior a la del conflicto de 2014
Juan Carlos Sanz
Gaza 16 de MAY de
2018

Una palestina abraza este martes a su hija de ocho meses, fallecida en los enfrentamientos con Israel en Gaza. MAHMUD HAMS FOTO: AFP / VÍDEO: ATLAS
Hospitales
desbordados por más de un millar de heridos de bala y el demoledor luto de 60
cortejos fúnebres en una sola jornada contribuyeron el martes a frenar las protestas palestinas en la
frontera de Gaza con Israel.
La población seguía aún conmocionada,
un día después de la mayor matanza sufrida en el enclave desde la devastadora
guerra de 2014 con Israel.
Solo unos centenares de manifestantes se atrevieron
a desafiar de nuevo a los francotiradores en la valla de separación, donde
fuentes sanitarias locales dieron cuenta de dos nuevas víctimas mortales por
disparos de los soldados israelíes.
Después de siete semanas de
marchas en las que 114 personas han perdido la vida y más de
10.000 han resultado heridas, Gaza parece tomarse ahora un respiro en el 70º aniversario de la Nakba,
el “desastre” que empujó al exilio a cientos de miles de palestinos tras el
nacimiento del Estado de Israel.
Los
médicos del hospital de Shifa, el más importante de la capital de la franja de
Gaza, llevaban al mediodía de este martes más de 24 horas sin dormir.
Una
jornada ininterrumpida de quirófano para atender al aluvión de heridos en las
manifestaciones del lunes en la frontera de la Franja, coincidiendo con el traslado de la Embajada
estadounidense a Jerusalén.
“Estaban llegando a las urgencias una
cifra de heridos 25 veces superior a la de nuestra capacidad habitual”,
explicaba el doctor Ayman Sahabbani, portavoz del hospital central de Gaza,
entre camillas instaladas en el patio.

Zona de cribado del hospital de Shifa, en la capital de la Franja. J. C. SANZ
El
lunes fueron abatidos a tiros 60 palestinos por el Ejército israelí.
Otros
2.400 resultaron heridos, la mitad de ellos por impacto de munición real.
Y
como en Shifa, los centros médicos del enclave costero se hallan completamente
desbordados.
El hospital central ha recibido más de 500 heridos de bala.
La
mayoría han sido alcanzados en una o en las dos piernas y presentan heridas
severas, ya que la munición empleada por el Ejército israelí tiene una gran
capacidad de penetración. Entre ellos hay 185 en estado muy grave (y 25 críticos)
en un hospital en el que hace falta sangre, se carece del 50% de los fármacos
más básicos y del material quirúrgico necesario.
Desde
la guerra de 2014 no se había visto en el hospital central de la Franja una
situación similar.
Y ni siquiera entonces se produjeron tantos heridos en un
mismo día, apunta Sahabbani.
A causa de la intensidad de los disturbios del
lunes, muchos de los ingresados tuvieron que permanecer en el suelo en un
primer momento. Bassem Karera, policía de 23 años, se encontraba este martes ya
en planta.
Relata que había acudido de paisano junto a varios familiares a una
manifestación en la zona norte de Gaza.
Cuando estaba a unos 400 metros de la
valla fronteriza, recibió un disparo que le fracturó la pierna por cuatro
lugares.
“He acudido a todas las marchas de protesta en las últimas siete
semanas”, asegura.

En
medio de la huelga general decretada por la Autoridad Palestina, las fronteras
de la Franja registraron el martes unas protestas de mucho menor intensidad que
la víspera.
Frente a los cerca de 40.000 manifestantes palestinos concentrados
en 13 puntos distintos el lunes, el Ejército de Israel solo contabilizó este
martes 4.000 en cinco lugares.
En
el antiguo paso de mercancías de Karni, varios centenares de personas se agrupaban
a primera hora de la tarde para iniciar una nueva marcha hacia la valla
fronteriza.
Mahdi Baduan, de 17 años, perdió a su padre en la Segunda Intifada
(2000-2005) y a dos de sus hermanos mayores.
“Ahora vengo aquí a vender
limonada para sostener a mi familia”, reconocía ante el terraplén de seguridad
que mantiene a salvo a los manifestantes de las balas de francotiradores
israelíes.
Investigación

El
Ejército hebreo sostiene que quienes acuden a las marchan participan en actos
terroristas impulsados por Hamás, el movimiento islamista que controla de hecho Gaza desde
hace más de una década.
La oficina del portavoz castrense sostenía
que “al menos 24 terroristas con antecedentes documentados” militantes de Hamás
y de la Yihad Islámica se encontraban entre los 60 palestinos abatidos.
Sentada
en una silla de plástico sobre el terraplén de Kari, Mona Raschid, de 50 años
había acudido con sus mejores galas a la concentración.
“Mi familia tuvo que
escapar de Ashdod, al otro lado de la frontera, hace 70 años”, explicaba.
“En
el Día de la Nakba esto es lo más cerca que puedo estar de la tierra de mi
familia”.
El 70% de los dos millones de habitantes de Gaza están considerados
como refugiados por la ONU.
El
día de huelga y de luto en los territorios palestinos se extendió a Cisjordania
y Jerusalén Este.
El mandatario palestino, Mahmud Abbas, anunció durante la jornada que
retirará el reconocimiento al Estado de Israel.
Además, Abbas ordenó
el regreso de su máximo representante en Washington en rechazo del traslado de
la Embajada de EE UU a Jerusalén.
El
martes resultaba difícil encontrar en la Ciudad Vieja de Jerusalén alguna
tienda abierta cuyo dueño no fuera judío.
Mientras, con los comercios,
instituciones y colegios también cerrados, al mediodía, las sirenas sonaban en
Cisjordania para recordar el 70 aniversario de la Nakba, “la catástrofe
nacional”.
Miles de palestinos participaron en la Gran Marcha del Retorno en
Ramala coreando consignas contra la ocupación israelí.
El
Gobierno palestino ha anunciado que acudirá a la Corte Penal Internacional para
pedir que se ponga en marcha una investigación sobre la actuación de los
militares israelíes.
Fuente
“EL PAÍS”, España, 16.05.2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario