ARGENTINA Y…
LA MÁS FEA
Por qué Macri va al Fondo
Hay un pero
que es el pero de siempre: qué ajuste exigirán. ¿Habrá otros cambios?

Ricardo Roa
El momento de la decisión está en la foto de tapa de este
martes.
El ministro de Finanzas va, cabeza gacha, junto al
presidente del Banco Central, que lo consuela o que lo empuja con la mano sobre
la espalda.

Es la noche del lunes y Luis Caputo y
Federico Sturzenegger acaban de salir de la Casa Rosada y de ser copartícipes de la decisión más difícil que tomó Macri
hasta ahora: pedir el auxilio del Fondo
Monetario.
Auxilio que es auxilio para el Gobierno y que es auxilio para
una economía acosada por la corrida del
dólar, la inflación y el déficit.
Y encima con la oposición unida
contra el aumento de tarifas y de tarifas atrasadas por años, como si sólo y nada más se tratara de un
acto de campaña electoral anticipada.
Ese
problema, sobre todo nuestro, va de la mano de otro, común a muchos: el impacto
de la suba de la tasa de interés norteamericana.
Un combo de crédito caro y
fuga de capitales que acá precipitó una crisis que se veía venir.
Les dijo Macri a los
ministros: “Ya que hay que hacerlo,
lo mejor es hacerlo ya”.
Quiso
mostrar y mostrarse como alguien que toma decisiones fuertes y está dispuesto a
pagar los costos de esas decisiones.

Macri
recibió cuentas públicas fuera de control, un Banco Central desfondado y una
montaña de subsidios imbancable.
Todo, más una inflación artificialmente contenida.
Eligió el
gradualismo para enfrentar la herencia o mejor sería decir que eligió el
gradualismo porque lo creyó el mal menor.
Otra cosa es si no subestimó la magnitud de la crisis.
Y si acertó con las políticas: enteramente suyas fueron la costosa reparación a
jubilados y el presupuesto extra para grupos piqueteros.
Tiene que hacer ahora el ajuste que muchos le dicen que
tiene que hacer pero que al momento de comprometerse lo único que harán es
pedir que a ellos se los exceptúe.
Ingratitud o mezquindad. O un poco de las dos cosas.
Ajuste y FMI
son dos palabras de las que todos huyen. Tienen la peor prensa.
Huyen los
peronistas y también huyen los radicales o una parte grande de los radicales.
Si el macrismo a veces o a menudo tiene
problemas de comunicación, mejor que no los tenga esta vez: por el pacto con el
Fondo lo acusarán de las peores cosas, empezando por entregar la soberanía y
arrodillarse ante el poder financiero internacional.
Pólvora segura para la batalla política y quizás calma para
la batalla económica.
Al Fondo le sobra plata que a la Argentina le saldrá mucho más barata que cualquier otro crédito.
Pero no sólo eso: con
el Fondo detrás, el Gobierno aparecerá más sólido ante el mundo.
Pero hay un pero que es el pero de siempre: qué ajuste exigirá el Fondo.
Habrá que
ver si es cierto que el Fondo está buscando un caso exitoso y si el
antipopulismo del macrismo merece un tratamiento especial como cree el
macrismo.
Y hay otros
interrogantes.
Uno es si Macri hará cambios en un equipo económico que siempre
corrió esta crisis de atrás.
Y otro es si Dujovne será el interlocutor
del Fondo. Justo quien se la pasó minimizando
la existencia de la crisis.
¿Qué significa, si no una crisis, acudir al auxilio del
Fondo?
Fuente
“Clarin.com”, 08.05.2018
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