SANTA CRUZ: YCRT
CONFLICTO QUERIDO
Siguen tensando la cuenta en YCRT. Violencia,
desacuerdos y política, amenazan seriamente
al yacimiento Río Turbio
Mar 22, 2018

15:10 –
(Por
Rubén Lasagno) – En las últimas horas los trabajadores de YCRT han
decidido “profundizar la protesta” con “medidas sorpresivas”, en contra de la
intervención de YCRT y la decisión del gobierno nacional de reestructurar la
empresa, haciendo perder privilegios a un sector importante del personal
jerárquico, que no es aceptado especialmente por la dirigencia gremial que
actúa dentro del complejo minero.
Paralelamente anoche YCRT
emitió un comunicado con el adjunto de dos videos donde se observa al señor
Ramón Morales, a quien en la nota adjudican ser propietario de una radio en Río
Turbio que alienta el caos y agita a los trabajadores de la empresa, rompiendo
los relojes biométricos dentro de las oficinas de acceso a la empresa y al
paritario de ATE Daniel Castellón cortando los cables de las cámaras de
seguridad para dejar “ciega” a la seguridad de YCRT, a fin de que no puedan
identificar a los saboteadores.
El comunicado
asume que los culpable de los destrozos “no son
más de 30 o 40 personas” y el mensaje está dirigido exclusivamente a los
trabajadores mineros, pero guarda una importancia que tal vez no se perciba a
simple vista: admite que si los mineros no se ponen a trabajar seriamente y de
manera urgente, las instalaciones, las herramientas y en general todos los elementos
electromecánicos que operan en el yacimiento, sufren un deterioro por imperio
de la inactividad que puede atentar contra la propia seguridad de los mineros.
Por ese motivo, alude a la necesidad de poner en marcha el yacimiento y buscar
la producción perdida hace tantos años.
En tanto la dirigencia sindical del yacimiento,
mezclados con algunos componentes políticos y otros que apoyan desde el
kirchnerismo en las sombras, han decidido seguir adelante con medidas como no
marcar tarjeta, hacer cortes sorpresivos y presentar a la intervención una
nueva propuesta que no incluye ajuste y pide la reincorporación de los mineros
despedidos, algo que desde el inicio el gobierno nacional dijo que no se dará
marcha atrás.
De la asamblea surgió que
“están dispuestos a dejar de percibir algunos ítems como “Dedicación funcional”
y “Casa habitación”, que el bono anual de producción (150 millones de pesos)
sean destinado a los despedidos y que como condición innegociable, los que
fueron despedidos sean reincorporados.
Emplazan a la intervención que en 48 horas defina si tiene o no
“voluntad de discutir las contrapropuestas” y le “fija” una reunión en no más
de cinco días, advirtiendo que en caso de “silencio o negativa” los gremios
aplicarán medidas de acción directa.
Comparando una y otra posición, es clave para llegar a un
acuerdo que tanto los gremios como la intervención se sienten a negociar y no a
imponer; sin embargo cuando uno lee a los sindicatos, está claro que aplican un
“ultimátum” donde corren de la discusión a cualquier tipo de ajuste o achique
de personal, a pesar de que la intervención ha demostrado con números la
inviabilidad del yacimiento con 3.000 empleados y con un sector que ganan
sueldos por encima de los 100 mil pesos más todas las prebendas que tenían
anualmente.
Mientras todo esto se debate en el plano “discursivo”, un grupo
de trabajadores pertenecientes a YCRT, movilizados por sectores políticos del
FPV y de los gremios dedicados a preservar todos y cada uno de los privilegios
que gozaron todos estos años, rompen todo, hace destrozos en la empresa,
amenazan, cortan rutas y duplican la amenaza contra la propia población de la
cuenca.
Nuestras fuentes del
Ministerio de Economía de la nación (hecho que ya lo dijimos en otra nota)
admitieron que el gobierno nacional no va a dar marcha atrás con las medidas de
reducción y readecuación de la empresa carbonífera.
Es decir, todo lo que hagan
los gremios para destruir la empresa y/o impedir su funcionamiento, atenta de
manera directa contra la preservación de la fuente laboral, porque al
presidente Macri “no le va a temblar la mano para liquidar el yacimiento o
cerrarlo”, le confirmó a OPI la fuente.
Sin embargo, a pesar de todo y de la
cantidad de señales que llegan desde el gobierno nacional, la situación de YCRT
sigue empantanada y en las últimas horas se puede comprobar que la actual
intervención ya no “se dirige” a los que sostienen el conflicto, sino al
trabajador minero y a la sociedad de la cuenca en general, diciéndoles que si
no ponen en marcha el yacimiento los sistemas de producción sufrirán las
consecuencias de la falta de mantenimiento, lo cual se traduce en problemas de
seguridad.
Y si llega a deteriorarse una vez más el yacimiento ¿Decidirá Macri
volver a reinvertir para poner de pie lo que destruyeron los mismos empleados?.
Estamos ante un gobierno con baja potabilidad en lo que a
“sensibilidad social” respecta.
Plantear el conflicto de la manera que lo están
haciendo algunos sectores sindicales y políticos del FPV es arriesgarse a
obligarlo a Macri a tomar decisiones que no van a convenir a nadie y mucho
menos a los habitantes de la cuenca.
Creer, como sostienen los sindicalistas y
el gobierno de Santa Cruz, que se puede presionar al gobierno nacional con
YCRT, es estar lejos de una evaluación seria de riesgo político.
Permitir que
rompan todo, vandalicen y destruyan patrimonio de YCRT, aceleran decisiones que
pueden ser irreversibles y muy negativas para los pueblos de la cuenca.
Plantear desde el discurso político que “castigarán a Cambiemos” en Santa Cruz
y que ante eso a Macri le doblarán la mano, decidida a achicar de 4.000
millones a 2.000 el presupuesto de YCRT, es una infantilidad absurda.
A Macri
no le importa Santa Cruz ¿O alguien tiene duda de ello?
Y lo peor, al
kirchnerismo, tampoco.
(Agencia OPI Santa Cruz)
Fuente
“OPI Santa Cruz”,
22.03.2018
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