FUTURO LABORAL:
UN INTERROGANTE
¿Cómo ganarle a un robot que podría hacer tu
trabajo?
Aprender
habilidades —o la manera en que elegimos y aplicamos conocimientos— significa
hacer lo que una máquina no sabe hacer, según los expertos
MARÍA VICTORIA OJEDA
Buenos Aires - 13.02.2018

El mercado laboral del futuro requiere de nuevas habilidades. BANCO MUNDIAL/ISTOCK
¿Cuántos de los siguientes conceptos te sirven en tu trabajo o vida diarias?
- "La razón (división) entre el perímetro y el diámetro de una
circunferencia recibe el nombre de p (pi) y su valor aproximado es
3,14".
- "Clorofila: Pigmento de color verde presente en hojas y tallos
de muchos vegetales, responsable del proceso de fotosíntesis; se emplea en
farmacia y cosmética".
- "El pretérito pluscuamperfecto indica una acción pasada
ocurrida con anterioridad a otra también pasada, o sea, con anterioridad a
otro tiempo pretérito".
Muchos de nosotros crecimos repitiendo una y mil veces estas frases.
De niños y jóvenes absorbíamos conocimiento, pero entre dientes cuestionábamos "¿para qué me sirve saber esto?", una pregunta que dejaba perplejo a más de un adulto.
De niños y jóvenes absorbíamos conocimiento, pero entre dientes cuestionábamos "¿para qué me sirve saber esto?", una pregunta que dejaba perplejo a más de un adulto.
Lo que antes parecía una
rebeldía, en la actualidad cobra más sentido: mientras los conocimientos
básicos se pueden buscar en Google —de hecho, los anteriores fueron tomados de
allí—, ¿qué debemos aprender en las aulas?
La respuesta está en la boca de
todos los responsables de diseñar políticas educativas: las habilidades.
"Las habilidades son la
capacidad de hacer algo bien. Así como el conocimiento alude a la manera en que
percibimos, entendemos y recordamos la información, las habilidades se refieren
a la manera en que elegimos, utilizamos y aplicamos conocimiento en diferentes
circunstancias, al enfrentar retos diversos y frecuentemente
impredecibles", explica Paula Villaseñor,
economista y consultora del Banco Mundial, quien lideró Construye T, un programa para la adquisición de
habilidades socioemocionales desarrollado en México.
Pero el interrogante tiene que
ver con qué es lo que se necesita para enseñar las habilidades que buscan los
empleadores de hoy y del futuro.
Los expertos apuntan que
estamos ante una oportunidad única.
Nunca como ahora hubo tantos niños en las aulas.
Los niveles de escolarización son altísimos —en América Latina y el Caribe la inscripción escolar en la escuela primaria está al 100% y en el secundario al 75%—, sin embargo, el rendimiento académico es bajo. Lo mismo ocurre con la educación terciaria: hay 20 millones de jóvenes latinoamericanos en las universidades, pero solamente la mitad se gradúa y solo hay 10 instituciones de educación superior entre las 500 más prestigiosas del mundo.
Nunca como ahora hubo tantos niños en las aulas.
Los niveles de escolarización son altísimos —en América Latina y el Caribe la inscripción escolar en la escuela primaria está al 100% y en el secundario al 75%—, sin embargo, el rendimiento académico es bajo. Lo mismo ocurre con la educación terciaria: hay 20 millones de jóvenes latinoamericanos en las universidades, pero solamente la mitad se gradúa y solo hay 10 instituciones de educación superior entre las 500 más prestigiosas del mundo.
Todos esos años de estudio no
siempre se traducen en mejores niveles de aprendizaje, mejor inserción laboral
o mejores salarios.
Esto tiene que ver con los
requerimientos actuales del mercado laboral.
De acuerdo al informe de desarrollo mundial, "Aprender para hacer realidad la promesa de la educación", las deficiencias en el aprendizaje durante los años de escuela se manifiestan más tarde como brechas de habilidades en la fuerza laboral.
De acuerdo al informe de desarrollo mundial, "Aprender para hacer realidad la promesa de la educación", las deficiencias en el aprendizaje durante los años de escuela se manifiestan más tarde como brechas de habilidades en la fuerza laboral.
Ganarle a un robot
Con la Cuarta Revolución
Industrial —o Industria 4.0 como también se le conoce— pisándonos los talones, un modelo educativo anticuado, los
conocimientos básicos al alcance de un clic y muchas tareas siendo
automatizadas, la idea detrás de la educación tiene que ser otra: saber lo que
una máquina no sabe hacer.
"Poder escribir es
distinto que tener habilidades de comunicación.
De hecho, una definición más técnica de habilidades —o competencias— involucra conocimiento, habilidades,
actitudes y valores, lo que significa que, en el ejemplo del correo
electrónico, no solamente se espera que las personas hagan un buen uso de la
gramática sino que además muestren empatía y respeto",
añade Villaseñor.
Entonces, ¿cómo se enseñan
habilidades como la resolución de conflictos, la toma de decisiones o comunicar
efectivamente?
Lo primero es entender que las habilidades no se enseñan, ni se aprenden, ni se evalúan como se hace con los conocimientos.
Es mucho más difícil medir si un alumno está adquiriendo o no habilidades, pero no es imposible.
Lo primero es entender que las habilidades no se enseñan, ni se aprenden, ni se evalúan como se hace con los conocimientos.
Es mucho más difícil medir si un alumno está adquiriendo o no habilidades, pero no es imposible.
Villaseñor rescata seis prácticas:
- Enseñar habilidades socioemocionales de forma explícita como "planear, hacer, revisar" (es decir, planear, ejecutar y revisar una tarea con los maestros y demás estudiantes), se pueden utilizar materiales específicos, como en el programa Construye T de México.
- Utilizar lenguaje socioemocional: esto motiva a los estudiantes
utilizando lenguaje que alienta el esfuerzo y trabajo.
- Mejorar la interacción maestro-estudiante.
- Promover el aprendizaje basado en la cooperación: más que poner a
sus estudiantes a trabajar en grupo, los maestros pueden alentarlos a
trabajar juntos de forma activa y significativa.
- Establecer expectativas y etiquetas positivas.
- Mejorar la gestión del salón de clase.
Este tema es clave para el desarrollo
de América Latina.
Un estudio realizado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) explica que las ocupaciones menos rutinarias suelen contener altos requerimientos de habilidades socioemocionales y también de habilidades cognitivas como la creatividad, que no son propias de las máquinas.
En este sentido, si la región quiere estar preparada para un futuro tecnológico desafiante debe apostar a la formación tanto de buenas habilidades cognitivas como socioemocionales.
Un estudio realizado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) explica que las ocupaciones menos rutinarias suelen contener altos requerimientos de habilidades socioemocionales y también de habilidades cognitivas como la creatividad, que no son propias de las máquinas.
En este sentido, si la región quiere estar preparada para un futuro tecnológico desafiante debe apostar a la formación tanto de buenas habilidades cognitivas como socioemocionales.
El cambio tecnológico está
rehaciendo, nuevamente, el mercado laboral.
Hoy más que nunca las habilidades deben tener un lugar preponderante en las aulas para preparar a la nueva generación de profesionales.
Hoy más que nunca las habilidades deben tener un lugar preponderante en las aulas para preparar a la nueva generación de profesionales.
María Victoria Ojea es productora digital del Banco Mundial.
Fuente
“EL PAÍS”, España, 13.02.2018
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