DEUDA EXTERNA:
UNA VIEJA “AMIGA”
¿Cuánto creció la deuda externa desde que asumió Macri?
02-01-2018
La deuda sube, pero el consenso es
que aún es sostenible.
Las dudas son en largo plazo, sobre todo porque la gran
batalla es contra el déficit fiscal
Argentina se
endeuda.
La confianza
de los mercados internacionales le abrió otra vez las puertas al crédito y el
presidente Mauricio Macrihizo uso de él.
Los datos oficiales llegan hasta junio pasado y marcan una
suba de 20 puntos en la deuda, hasta
los u$s307.295 millones, equivalentes al 56% del PIB.
Hay que buscar en consultoras
privadas para tener la cifra a diciembre: u$s342.000 millones,
un 35% más que hace dos años.
El Observatorio Fiscal Federal
estima que la ratio deuda-PIB ya es del 60%.
La deuda sube, pero el
consenso general es que aún es sostenible.
Las discrepancias surgen con el
largo plazo, sobre todo porque la verdadera batalla es contra el déficit fiscal,
el origen de las necesidades de dinero fresco.
La llegada de Macri ha sido un verdadero shock de
confianza y los bonos de la
deuda argentina son ahora muy
codiciados.
El
ministro de Finanzas negó que la
ratio actual sea peligrosa para la economía argentina, y la ubicó en torno al 28,5%
del PIB si no se toman en cuenta los intereses.
"Es un índice
bajo con respecto los países desarrollados y de la región. Como
dijimos muchas veces este endeudamiento es transitorio y
perfectamente sostenible.
[La ratio] se estabilizará en niveles cercanos al 37%
y descenderá a partir de 2021", dijo Caputo.
A
la oferta de dinero externo, Argentina ha
sumado intereses bajos, como nunca antes.
"Hemos reducido
el diferencia de tasa con respecto a los vecinos y otros
países de la región en un 80%.
Hoy nos separan apenas 200 puntos de
países como Perú y Colombia, cuando en la década pasada supo ser de más de
1.000 puntos.
Nos estamos financiando a las tasas más bajas de la
historia, incluso más que en los años 90, cuando había niveles de 12 y
12,5 puntos.
El promedio de 2017 fue levemente inferior a 4,5 puntos.
Esto nos
permite elegir este sendero", explicó Caputo.
El viento de
cola aún sopla para Argentina y hay consenso en torno a
la sostenibilidad actual del modelo de
endeudamiento.
"Si tomamos las condiciones que prevalecen en este momento
y continuamos con la estrategia de gobernabilidad y dirección en materia
económica, la situación de la deuda es
manejable", dice Daniel Marx, exdirector del Banco Central, ex
secretario de Finanzas y jefe negociador de la
deuda externa argentina entre 1989 y 1993.
El problema es en el
largo plazo.
Para Marx,
"no hay un momento en el que uno dice que se está pasando un hito" de
sostenibilidad.
"Todo depende de las condiciones", dice, aunque
admite que con el tiempo aumenta el grado de vulnerabilidad, según consigna El
Pais.
"Hay
un crecimiento de la deuda
por el desequilibrio fiscal y la falta de competitividad.
Y como la
vulnerabilidad aumenta es importante mantener la dirección de la economía y los
supuestos que estaban en el rumbo inicial", opina.
Para Juan Carlos
Latrichano, catedrático de historia macreconómica en la Universidad de La
Matanza (ULaM), la gran batalla es contra el déficit, porque "han
vuelto los déficit gemelos, el fiscal y el externo".
"La balanza
comercial viene muy mal y pinta para récord en Argentina, con un rojo de 8.000 millones en
dólares.
El Gobierno no ha podido además dominar el fiscal y las letras del
Banco Central ya superan la base monetaria", dice.
El escenario es
complicado, según Latrichano, siempre que no se corte la provisión de fondos
externos.
"El gobierno todavía tiene aire", explica, "pero todo
depende del acreedor. Los aplausos externos son para la galería, porque la
realidad es otra. Nosotros éramos los chicos mimados del Fondo Monetario
Internacional (FMI) antes del 2001 y ahí terminamos. El dinero no tiene
corazón".
Fuente
“iProfesional”, 02.01.2018
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