EL
ARA SAN JUAN Y…
SUS
BATERIAS
La tragedia del submarino
argentino salpica a dos empresas alemanas
El Parlamento argentino busca la ayuda de Berlín
para investigar presuntos sobornos en contratas de manutención del ARA San Juan
Berlín /
Buenos Aires 11 DIC
2017

La
tragedia del submarino argentino ARA San Juan que le costó
la vida a 44 tripulantes salpica a dos empresas alemanas.
De acuerdo a una
información que reveló el noticiero Tagesschau, la primera cadena de
televisión pública, ARD, dos compañías de este país europeo habrían pagado
sobornos para suministrar baterías.
El Parlamento argentino investiga este
extremo y la posibilidad de un suministro de piezas de mala calidad al
sumergible.
Este
domingo, el Ministerio del Interior alemán confirmó haber recibido un escrito
de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento argentino en la que
solicita información sobre el caso, según la cadena regional Bayerische Rundfunk.
El canal
apuntó que las empresas alemanas, Ferrostaal y EnerSys-Hawker, que tienen sus
sedes en Essen y en Hagen respectivamente, lograron obtener un contrato de 5,1
millones de euros para exportar 964 baterías.
Para obtener el contrato, las dos
firmas habrían pagado sobornos.
“Existe
la sospecha de que hubo sobornos para poder participar en la reparación del San
Juan y que firmas alemanas estuvieron involucradas en ello”, dijo la presidenta
de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento argentino, Cornelia
Schmidt-Liermann.
“En la reparación, que incluyó el cambio de baterías,
participaron firmas alemanas, pero existe la sospecha de que las baterías que
fueron sustituidas no eran, en parte o en nada, de la calidad que debían haber
sido. No sabemos de donde llegaron, si de Alemania o de otro país. Por eso
queremos saber que técnicos estaban en el lugar y quien firmó diciendo: bueno,
esto ya está reparado”.
“Hay un extrabajador arrepentido de Ferrostaal
que denunció en Alemania un pago de sobornos por parte de esa firma para
acceder a las contrataciones”, amplió Schmidt-Liermann en conversaciones con
este periódico.
Asimismo, miembros de la administración de Cristina
Fernández afirmaron que la responsabilidad de la reparación de las
baterías corre por cuenta de técnicos alemanes, aunque eso no consta en ningún
documento oficial.
El
submarino se perdió en el Atlántico Sur, a 450 km de la costa argentina, el 15
de noviembre después de reportar una avería mientras hacía la ruta entre
Ushuaia (extremo austral) y Mar del Plata, a 400 km al sur de Buenos Aires.
A
casi un mes de su desaparición, las autoridades han descartado que haya supervivientes.
La firma
dijo que intermedió con EnerSys-Hawker para la reparación, pero resta
saber cuanto cobró y si la reparación estuvo bien hecha.
“También dicen que las
baterías alemanas terminaron reparándose con repuestos no originales. Por eso
ahora necesitamos determinar si hubo técnicos alemanes presentes en la reparación
y quien firmó ese visto bueno”, afirmó la congresista argentina, quien confía
en la buena predisposición de Alemania, un país que tiene más de 20.000
investigaciones sobre sobornos internacionales en curso.
“Así como
hay cooperación internacional para la búsqueda queremos que la haya para
terminar de dilucidar la cadena de responsabilidades para posteriores reclamos
en la justicia, incluso los que puedan caer sobre miembros de nuestro gobierno,
porque víctimas y familiares necesitan saber que es lo que pasó”, expresó la
diputada, que busca aprovechar la visita a Buenos Aires de Matthias Machnig,
secretario del ministerio de Economía y Energía de Alemania, en ocasión de la
cumbre de la OMC.
La
sospecha sobre el pago de sobornos también la comparte el ministro de Defensa
argentino, Oscar
Aguad, quien señaló a la cadena regional de Munich que la revisión
general del submarino concluyó en 2011 y que los trabajos de reparación fueron
posibles gracias al pago de sobornos.
“Hubo una denuncia sobre presunta
corrupción ante los Tribunales, pero fue barrida bajo la alfombra y nunca se
investigó. También se denunció que los materiales utilizados no respondían a
las normas de calidad exigidas”, dijo el ministro, citado por la cadena
regional.
Las
sospechas convencieron a Schmidt-Liermann a dirigirse al ministerio del
Interior alemán para obtener información sobre la posible responsabilidad de
las dos empresas en la tragedia, pero esta dependencia trasladó la petición al
ministerio de Economía, que admitió, a través de un correo electrónico a
este periódico, que el gobierno alemán “estaba muy afectado” por la noticia del
desastre del submarino argentino.
Las
informaciones sobre la posible responsabilidad de las dos empresas alemanas en
la tragedia del ARA San Juan fueron desmentidas por Ferrostaal, empresa que
desarrolla proyectos para el levantamiento de plantas industriales, y admitió
que su representación en Buenos Aires habría actuado como intermediaria por lo
que había recibido la correspondiente comisión.
La empresa EnerSys-Haker,
especializada en la fabricación de baterías, aún guarda silencio sobre las
informaciones que la relacionan con la tragedia del submarino argentino.
Fuente
“EL
PAÍS”, España, 11.12.2017
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