MAPUCHES
21/11/2017
·
Política
Caso Maldonado
La Justicia neuquina acusa a mapuches del RAM de
cometer atentados con ayuda de activistas chilenos
Según la investigación, el grupo radicalizado buscaba presionar por la
liberación de su jefe, Jonas Huala, detenido en Esquel a la espera de un juicio
de extradición a Chile.

Facundo Jones Huala, lider del RAM mapuche, en la cárcel de Esquel. Foto: Emmanuel Fernández
Claudio Andrade
Una investigación por parte de la Justicia de Neuquén
concluyó que los atentados sufridos en esa provincia y en zonas aledañas de Río
Negro en los últimos meses son obra de organizaciones radicalizadas que
responden a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y que cuentan
con el apoyo directo de activistas chilenos en sus operaciones.
La pretensión de estos grupos es presionar para que sea liberado el lonko Facundo Jones
Huala quien permanece en el Unidad 14 de Esquel a la espera
de un juicio de extradición a Chile.
Jones Huala es el fundador de este grupo
que se caracteriza por sus iniciativas violentas.
La investigación liderada por el fiscal general José Gerez indica la
existencia de material probatorio que apunta a la participación de figuras
trasandinas con amplia experiencia en organizaciones guerrilleras y
que además podrían haber participado de otros hechos delictivos en Neuquén,
incluyendo asesinatos.
El caso del homicidio del sargento José Aigo en 2012 vuelve a
actualizarse a través de las sospechas de que uno de sus perpetradores --Jorge
Antonio Salazar Oporto-- podría haberse sumado a las filas del RAM en el
transcurso del 2017.
Según pudo averiguar Clarín, el dato coincide
con un informe del servicio de inteligencia chileno enviado al gobierno de
Mauricio Macri en el que se refiere que Salazar podría usar pasos
fronterizos no autorizados en la zona de Cushamen.
Este y otros
guerrilleros todavía no identificados cabalmente podrían estar asesorando a los
mapuches en sus ataques contra concesionarias y pozos petroleros en la región
del Alto Valle donde confluyen Neuquén y Río Negro, especulan en las fiscalía
neuquina.
El caso de la muerte de Santiago Maldonado ha quedado sumergido en la
problemática mapuche.
Se sabe que el RAM opera en el interior del Pu Lof en
Cushamen, el predio en el cual fue visto con vida por última vez el
artesano el 1 de agosto pasado.
Es sabida también la admiración que le
profesaba Maldonado al lonko, quien hasta le escribió una carta de
agradecimiento por su “sacrificio”.
El fin de semana, efectivos allanaron siete propiedades en ambas
provincias bajo instrucciones de Gerez y su equipo de profesionales.
En total
se encontraron 5 armas de guerra –entre ellas 1 rifle
winchester y 4 pistolas-- 1 kilo de marihuana, 12 plantas de cannabis y
abundante material gráfico con leyendas en las que cuales aparece reivindicado
el RAM, informaron fuentes oficiales a Clarín.
“En Neuquén no estamos acostumbrados a este tipo de atentados ni de
violencia. Se corresponden con un pedido de liberación violento por Jones
Huala. Esta persona está fuera de lugar y en Neuquén no vamos a permitir que
continúen los hechos violentos” le dijo a este diario el fiscal Gerez.
“Nos
llama la atención la metodología cada vez más sofisticada que
están usando y que revela técnicas de afuera, y la abundante cantidad de drogas
y armas que encontramos en domicilios particulares que tendrían relaciones con
el RAM”, detalla.
Uno de los domicilios registrados fue el de la activista Nadia París.
El
nombre de esta referente aparece mencionado en los llamados “papeles mapuches”,
secuestrados en Cushamen en septiembre, en los cuales se bosquejaba un plan de
prensa destinado a hacer más visible la causa mapuche.
Durante el proceso de investigación de la fiscalía los especialistas
descubrieron en los distintos atentados incendiarios componentes que solo se
consiguen en Chile y que no se pueden adquirir en la región.
Entre ellos
una “lonchera” de origen oriental (se comercializa en
Santiago, Osorno, entre otras ciudades trasandinas) y recipientes de líquidos
inflamables adquiridos con toda probabilidad del otro lado de la Cordillera.
Ya
en Pu Lof los efectivos habían encontrado manuales de guerra con instrucciones
precisas sobre acciones no tradicionales.
Desde que se dio a conocer que el juez federal de Neuquén es quien tiene
a su cargo el proceso por la extradición del lonko Jones Huala a Chile, los
ataques contra empresas en Neuquén y áreas cercanas se han ido sucediendo.
Para
Gerez la relación no admite duda.
“El 1° de septiembre un ataque a la concesionaria Kumenia de Neuquén
capital dejó un saldo de al menos dos vehículos cero K incendiados. El 13 de
noviembre un grupo de desconocidos atentó contra las instalaciones de un pozo
petrolero de la empresa Pluspetrol en las afueras de Centenario y a solo 7
kilómetros de la capital neuquina. El 14 de noviembre trascendió otro ataque,
aunque frustrado, a un pozo gasífero de YPF en la localidad rionegrina de
Allen”, enumera el fiscal.
En este último caso, una bomba de tiempo fue dejaba sobre un zeppelín.
El artefacto no funcionó pero la intención era que la onda expansiva abarcara
los pozos circundantes de la mayor instalación gasífera de Río Negro.
En todos
los casos fueron dejados panfletos y carteles firmados por el RAM en los que se
exigía la liberación del lonko.
Fuente
“Clarin.com”, 21.11.2017
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