CÓRDOBA: INSÓLITA... ADOCTRINAMIENTO “K” SUBSIDIADO POR EL ESTADO EN
2017
Adoctrinamiento K en colegio de Córdoba: obligan a alumnos a idolatrar a Hugo Chávez y a repudiar policías y militares
En la capital de la Provincia de Córdoba, en el Colegio Privado Instituto Escuti, perteneciente a la comunidad religiosa de la Sagrada Familia, los padres del nivel primario sostienen que a raíz de una serie de hechos que se vienen sucediendo desde la conmemoración del 24 de Marzo, la comunidad educativa en su conjunto (padres, docentes y colegio) se diluyó.
Se vienen realizando una serie de reuniones con padres del nivel primario y autoridades del colegio, debido a la preocupación por lo que consideran “adoctrinamiento”. Hugo Chávez, dictadura y graves imposiciones a menores de edad.
El Colegio Escuti es un colegio misionero, tiene subvención estatal, y por esa premisa de misionar, recibe en cada uno de sus grados y cursos a jóvenes de los barrios más pobres cercanos al mismo.
Eso lo alumnos lo comprenden y la integración es total.
Nos preguntamos donde está el límite entre el contenido social que deben impartir las escuelas y el adoctrinamiento de una línea política.
A lo largo del paro docente, más contundente en la Provincia de Buenos Aires, los medios han publicado dibujos, escenas en las que los estudiantes han sido protagonistas de prácticas de simulacros de hechos ocurridos en la dictadura o referidos al desalojo de la escuela itinerante en la plaza de los Dos Congresos en la Ciudad de Buenos Aires.
La alerta comenzó en la conmemoración del 24 de Marzo cuando se colocaron fotografías de militares en un mural y se hizo pasar a los alumnos de primaria a tachar con rojo a quien vestía uniforme, en recortes de diarios y revistas.
Al colegio concurren hijos de militares, incluso nietos de veteranos de Malvinas, que sin muchas explicaciones volvieron a sus casas sin entender por qué tenían que tachar imágenes donde había gente que se vestía y trabajaba como sus padres o abuelos, de quienes les habían dicho “eran los malos”.
El afiche desapareció del colegio, pero quedó el que evoca a los 30 mil desaparecidos, según sostienen las organizaciones de derechos humanos.
No está permitido que padres permanezcan en los actos de entrada y salida, en la formación general, por lo que los alumnos contaron que se hacían minutos de silencio para evocar al Comandante Hugo Chávez, y que a veces se izaba la bandera a media asta sin tener muy claro por qué, porque el comandante estaba en el cielo.
Los acontecimientos provocaron la reacción de los padres de primaria, cuando luego de que se prohibiera la instalación de la escuela itinerante en el Congreso, los docentes se adhirieron al paro, y la vicedirectora explicó a los niños que lo hacían porque “la policía por orden del presidente había pedido que le pegue a sus seños”.
A la institución concurren hijos de policías, algunos de 5 y 7 años que volvieron llorando a sus casas cuestionando a sus padres si le habían pegado a la señorita de sus aulas.
Las redes sociales fueron espacio de discusión, hasta que los padres se organizaron y pidieron explicaciones al colegio.
La respuesta, una nota que pregona los valores cristianos, de la Iglesia y de la institución, pero nada respondía sobre los hechos que los niños venían narrando en sus casas.
Se cursaron denuncias al Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, a cargo de Walter Mario Grahovac, a la Dirección Provincial de Escuelas Privadas, a la Dirección de escuelas Católicas y al Arzobispado de Córdoba.
Los padres sostienen la necesidad de que los niños sean educados en valores, como la solidaridad, respecto de la democracia en conceptos que ellos puedan comprender, como lo son la libertad, pero no el adoctrinamiento premeditado que parte de la bajada de línea del Director de los tres niveles, jardín, primaria y secundaria del Colegio Escuti, Sergio Martino.
Colegio Escuti, provincia de Córdoba.
En una reunión que tuvieron los padres de toda la primaria con él, no negó los hechos narrados al principio de esta nota, sostuvo que no eran de contenido político y que los niños recibían información “sesgada” en sus hogares respecto de esos temas.
Los sacerdotes, que intervienen poco en las actividades de la comunidad educativa, se mostraron sorprendidos, su misión es sólo evangélica.
En la reunión había padres policías y militares, muy enojados, porque se consideran hombre y mujeres de democracia, que se han visto obligados a dar explicaciones a sus hijos por hechos que no han cometido.
A Sergio Martino se le hizo saber que habrá padres de ahora en más, tanto a la entrada como a la salida del colegio, para controlar qué se les dice a los niños, ya que en una oportunidad hizo pasar a hijos de profesionales, abogados, médicos, farmacéuticos y empresarios y los señaló diciendo “bueno, ustedes saben que están en este colegio porque sus papas tienen plata, y pueden pagar la cuota, y a nosotros no nos alcanza para mandar a nuestros hijos a este colegio”.
Estupor, fue lo que esto generó en los padres.
Los contenidos impartidos el 2 de abril estuvieron apuntados al accionar de la dictadura, nada se les dijo de los jóvenes que dieron su vida por la patria.
Fue una guerra equivocada, pero los afiches que se hicieron no apuntan al homenaje.
¿Pueden con ocho años evaluar esos conceptos?.
Hay muchas maneras de evocar la guerra, salvando historias que les den ejemplos de paz, de superación y grandeza, a los ocho años, es lo que se debe priorizar.
La escuela se adhirió a ochos días de paro, de los cuales cinco permaneció cerrada, ante la queja de los padres, los tres días que estuvo abierta, se hizo trabajar a los chicos en cartelería sobre la dignidad de los docentes.
Un claro ejemplo de manipulación, adoctrinamiento.
La comunidad educativa del Colegio Primario Escuti está rota, señalan los padres, y responsabilizan de esto a Sergio Martino y las directivas de primaria, y algunas maestras de confesa militancia kirchnerista que siguen su línea política, ya que en el secundario con otras autoridades esto no ocurre.
La comisión de padres dio un plazo de 2 meses a las autoridades del colegio para que cambien este tipo de prácticas, que los estudiantes no reciban contenidos políticos de ninguna clase, y se prime la calidad educativa que está en franca decadencia.
Señalan que no se usan libros de texto, el nivel académico primario va en caída libre y los de sexto grado no saben dividir.
Claro, las horas de clase se ocupan para impartir contenidos políticos.
Un grave caso, en el que las autoridades deben intervenir de manera urgente.
No hay derecho a sesgar la libertad de los chicos a crecer y educarse, justamente en libertad.
El adoctrinamiento a menores de edad es una actividad delictiva.
Hay que dejar clara la responsabilidad de la Iglesia en estas cuestiones, en colegios que están bajo su órbita, la misión Evangélica no exime de responsabilidades a la comunidad religiosa.
Alicia Panero
fuente
"#PERIODISMOYPUNTO", 21.04.2017
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