MENDOZA: MULTAN A EX FUNCIONARIOS
Sancionan a exfuncionarios por irregularidades con subsidios
Exfuncionarios del Ministerio de Desarrollo Social no pudieron justificar el destino final de 179.000 pesos que formaban parte de un subsidio, que también tiene sospechas de irregularidades.
Condenas del Tribunal de Cuentas.
El Tribunal de Cuentas condenó a un exfuncionario del ex Ministerio de Desarrollo Social a pagar 224.078 pesos porque no pudo explicar el destino final de 179.000 pesos otorgados como subsidio, a través del Fondo de Inversión y Desarrollo Social (FIDES), a una asociación sin fines de lucro, llamada La Rañatela, en 2014, destinado a la Feria de Logros que se realizó ese año.
Se trata del exjefe de Gabinete de Desarrollo Social, Eduardo Ruiz, al cual el organismo contralor señaló como el "responsable" en no poder demostrar lo que sucedió fehacientemente con el dinero "desaparecido".
Además, el Tribunal multó por 10.000
pesos al exdirector de Economía Social y Asociatividad de Desarrollo Social,
Federico Seltzer; a la trabajadora social del mismo organismo, Elvira Yarza; a
la exresponsable de Rendiciones del FIDES, Mónica Moga; y a la presidenta de la
Asociación La Rañatela, María Marcela Segovia, entendiendo que todos tuvieron
algún grado de responsabilidad en la operación.
Por otra parte, exoneró al
exsubsecretario de Desarrollo Social y Comunidad y Administrador del FIDES,
Rafael Moyano, y al exdirector ejecutivo del mismo programa, Jorge Montero.
También se desligó al exdirector de Auditoría de Desarrollo Social, Daniel
Ojeda, aunque su intervención como asesor en la tramitación del subsidio lo
dejaron en "la mira para futuros casos" ya que se sospecha que se
trató de una maniobra para practicar contrataciones directas.
Este fallo se desprendió de otra
sentencia emitida por el Tribunal de Cuentas a fines de abril de este año
respecto a una serie de irregularidades detectadas en la auditoría, practicada
al ejercicio administrativo-financiero 2014 del Ministerio de Desarrollo
Social, por lo cual también el organismo emitió multas contra exfuncionarios de
la gestión anterior.
En el caso puntual de este subsidio a La Reñatela, el
Tribunal solicitó los descargos de los funcionarios y directivos implicados,
además de documentación extra.
De hecho, ya MDZ había revelado varios "desvíos de fondos" desde
la caja millonaria del FIDES a otras actividadesque, en muchos
casos, no tienen relación con los objetivos del organismo.
A entender del Tribunal, Ruiz no pudo
justificar mediante documentación los pagos que debían estar a su cargo,
mientras que los argumentos de Seltzer y Yarza respecto a su buen desempeño en
el trámite administrativo, ya que ambos avalaron la resolución del subsidio,
fueron desestimados.
Por su parte, Moga no presentó su descargo, y el organismo
la encontró responsable de no aplicar los controles que le correspondían.
Respecto a Segovia, el Tribunal manifestó que fue "negligente" que
posibilitó las irregularidades.
Por último, sí se aceptaron los descargos de
Moyano, Montero y Ojeda, aunque éste último con algunas reservas.
La trama
Todo comenzó cuando, en agosto del
2014, La Rañatela recibió un llamado de Ruiz "solicitando la cotización de
algunos productos de merchandising" para la organización de la Feria de Logros, que se llevó a
cabo entre fines de septiembre y principios de octubre de ese año, y
luego el propio exfuncionario, según las declaraciones de las autoridades de La
Rañatela y que el Tribunal tomó como válidas, le comunicó que "los
trabajos necesarios para la realización de la feria estarán a cargo de
productores de la economía social", siendo que "dicha modalidad ha
sido decidida por las autoridades del Ministerio, imputando los gastos como
subsidio para agilizar el pago correspondiente", a lo cual Segovia y la
comisión directiva accedió.
Poco después, Ojeda les informó que
"debían solicitar un subsidio de 479.000 pesos que serviría para la
ejecución de la feria, detallando los siguientes servicios: distribución
eléctrica, instalación eléctrica, folletería, materiales de librería y alquiler
de juegos".
"Además nos explicó que si bien
nosotros íbamos a aparecer como organizadores de dicha feria, solo debíamos
realizar los productos que nos habían pedido presupuestar por un total de
90.000 pesos, con una sola observación, que para poder rendir como subsidio no
podía facturar ni la asociación ni los integrantes de la comisión
directiva", declararon las autoridades de La Rañatela.
Para el resto del
dinero, añadieron, Ojeda les acercó en un pendrive con los detalles a completar
y les aseguró que "él se encargaría de contratar, controlar y pagar"
a los proveedores.
El subsidio (o
"pseudosubsidio", según el Tribunal) de 479.000 pesos fue otorgado a
La Rañatela por el FIDES, con las firmas autorizadas de Yarza y Seltzer,
quienes manifestaron que "la Asociación La Rañatela cuenta con la
capacidad organizativa (infraestructura y sistemas administrativos) adecuada
para administrar los recursos solicitados", aunque Segovia y Ruiz habían
dicho lo contrario.
Según el detalle, ese dinero iba a ser repartido en 340.000
pesos para las instalaciones eléctricas, otros 90.000 pesos para folletería y
librería, y 49.000 pesos para juegos inflables.
Sin embargo, La Rañatela se quedó solo
con 90.000 pesos que destinaron a la folletería y materiales de librería.
Los
389.000 pesos restantes fueron devueltos a Ojeda mediante tres cheques al
portador de 210.000, 130.000 y 49.000 pesos, a solicitud del propio
funcionario, para hacerse cargo del resto de los proveedores.
Pero luego se
supo que los cheques fueron cobrados por Ruiz y posteriormente redirigidos a la
Asociación El Arca (130.000 pesos), Daniela Rúffolo (49.000 pesos), una
administrativa de la misma fundación, y a Daniel Herrera (210.000 pesos), quien
realizó los trabajos en las instalaciones eléctricas de la feria.
De aquí se desprenden algunas
curiosidades. Herrera había facturado 340.000 pesos por sus trabajos, quedando
una deuda pendiente de 130.000 pesos.
Respecto a El Arca, los 130.000 pesos que
cobró estaban destinados al pago de los servicios de catering de la feria que,
en realidad, debía abonar la empresa Fecovita; una vez que la compañía
vitivinícola devolviera el dinero, éste sería reintegrado a Herrera para
cancelar lo adeudado por el ministerio.
Si bien está registrado un pago de
Fecovita a El Arca por 124.740 pesos, no hay constancia documental que esta
fundación haya remitido ese dinero a Herrera, a pesar que el electricista
aseveró que cobró mediante efectivo (100.000 pesos) y un cheque (24.740 pesos)
pero no presentó ningún comprobante.
Incluso los representantes de El Arca
reconocieron al Tribunal que "no hubo recibo" de esas últimas
transacciones.
Por otra parte, los 49.000 pesos restantes
debían ser abonados por Rúffolo a la empresa M&L Lonas y Carpas Maipú S.A.
en concepto del alquiler de juegos inflables, pero la compañía aseguró que
nunca recibió el dinero y en la copia de factura que presentó ante el Tribunal
no aparece la leyenda "Pagado" o una certificación de cancelación de
deuda.
"En el caso que nos ocupa, no ha
sido demostrado con documentación auténtica, legítima y suficiente y con
sujeción a las leyes, decretos y reglamentos, el uso dado a los 49.000 y
130.000 pesos y por lo tanto se tornan en partidas no justificadas",
concluyó el Tribunal de Cuentas.
fuente
"mdz", 16.11.2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario