Además de saber que esté medio lleno o medio vacío, hay que conocer que contiene. Sócrates
11 mar 2016
BCRA... GENTE MALA Y MAL ENTRETENIDA
BCRA...
GENTE MALA Y MAL ENTRETENIDA
Banco Central 09.03.2016
La trampa de futuros de Vanoli ya obligó a Sturzenegger a emitir 60.000 millones
La bomba que dejó Vanoli ya complica a todo el programa anti inflacionario y presiona la tasa.
Télam
La
bomba de tiempo que dejó el ex presidente del Banco Central, Alejandro
Vanoli, con la venta masiva de futuros de dólar en el mercado de Rosario
(ROFEX), demostró ser efectiva y está condicionando todo el programa
económico.
Durante
mucho tiempo el hecho de que la cotización de la divisa, controlada por
el cepo, al vencimiento quedara por debajo del precio de venta de los
contratos de futuros, le significó al BCRA ganancias en pesos. Pero con
la liberación del cepo definida por Macri, todo cambió.
Según
explicó en su momento el kirchnerismo, la idea de esa jugada era
morigerar las expectativas devaluatorias.
El problema es que el precio
de esos contratos no tenía correlato con la realidad y menos ante la
inminencia del levantamiento del cepo.
Por eso, en su momento Cambiemos
lo denunció penalmente por atentar contra el patrimonio del Central y
hoy Vanoli está imputado.
Cuando el precio de la divisa se liberó y
empezó a flotar por encima del precio de los futuros, la bomba empezó a
detonar.
Cada día que pasa el Banco Central tiene que volcar pesos al
mercado para cancelar esos contratos, pese a que mediante la colocación
de Lebacs hace un esfuerzo por esterilizarlos y sacarlos del mercado con
tal de frenar la inflación.
La consultora Econviews del
economista Migue Kiguel cuantificó que, debido a estos contratos de
futuros de dólar, el BCRA en los meses de enero y febrero ya tuvo que
desembolsar más de 20.000 millones de pesos.
Para marzo, el Banco
Central tiene cerca de 3.500 millones de dólares vendidos en el ROFEX a
un promedio de $12 y por cada unos de ellos, hay una diferencia de $3,70
a pagar.
Por eso, en Econviews consideran que el Banco Central necesita
frenar la suba del dólar, si no quiere tener que emitir aun más pesos.
Desde el levantamiento del cepo hasta ahora, la herencia de los futuros obligó a emitir 60.000 millones de pesos.
"El
costo en términos de emisión de pesos por subir un 10% la tasa de las
Lebacs equivale, según nuestras estimaciones, al adicional que el BCRA
tiene que emitir para pagar por los futuros por cada 15 centavos que
suba la divisa", explicó a LPO Kevin Sijniensky de Econviews.
Por
eso, los analistas esperan que la tasa de las Lebacs a 35 días siga
alta.
Desde la consultora Estudio Bein, Federico Furiase coincidió:
"Esperamos para un retoque de tasas por los altos vencimientos de letras
y para sostener al dólar".
Y efectivamente este martes subió.
"Como
el dólar sigue con presión alcista y va a seguir así hasta abril,
cuando comience la liquidación de la cosecha gruesa, es de esperar en
las próximas semanas una mayor esterilización mediante Lebacs con tasas
de interés a 35 días más altas que las actuales", opinó Sijniensky. Como
el Banco Central se adelantó a bajar la tasa de interés, para ambos,
era esperable el overshooting de la tasa de interés.
Recientemente
la suba de dólar obligó al Banco Central a salir a intervenir volcando
dólares de las reservas en el mercado cambiario.
"Pero mucho más impacto
tuvo en la emisión de pesos en el mercado de futuros.
A fin de año, la
devaluación por la salida del cepo implicó la emisión de aproximadamente
40.000 millones de pesos a los que se les suman otros 20.000 millones
en los últimos dos meses por la suba del dólar por encima de los $15,50"
agregó el consultor.
Es decir que, desde el levantamiento del cepo
hasta ahora, la herencia de los futuros obligaron a emitir 60.000
millones de pesos.
Corregir la pendiente
Para
Sijniensky, por ahora no esperan el cambio de la pendiente de la curva
de tasas de interés que hoy paga más por las colocaciones de corto
plazo.
Es decir que, por el momento, el BCRA va a seguir pagando una
tasa más alta para las colocaciones a 35 días que las que ofrece para
plazos más largos.
"Por ahora el
mercado no le oferta por Lebacs de más largo plazo, es decir que mucho
por ahora al Banco Central no le creen", agregó Sijniensky.
Así,
el Banco Central le indica al mercado que no convalidará expectativas de
alta inflación ni de devaluación y que, por ende, la tasa en el futuro
será más baja.
"Es un momento muy sensible en el que prima la
volatilidad y la incertidumbre. Por ahora el mercado no le oferta por
Lebacs de más largo plazo, es decir que mucho por ahora al Banco Central
no le creen", agregó Sijniensky.
"Y nosotros no creemos tampoco
que el Gobierno estime que la inflación va a cerrar debajo del 25%,
consideramos que el ministro (de Hacienda, Alfonso Prat Gay) lo dijo más
para aplacar expectativas antes que como su real objetivo.
Nuestras
estimaciones dan una inflación de 30 a 35% acumulada a diciembre, y sí
un nivel anualizado de inflación rondando el 20% en 2017", comentó
Sijniensky.
Las comparaciones con otros países de la región que se
propusieron metas de inflación tardaron más de cinco años en bajar la
inflación a un dígito como pretende hacer Macri en cuatro.
"El problema es que la presión sobre el dólar, los altos vencimientos
de letras en el cortísimo plazo y el aumento de los encajes de los
bancos presionan sobre el corredor de tasas", estimó Furiase.
Dicho en
criollo, ante cualquier eventualidad, el BCRA se verá obligado a
levantar de un tirón la tasa de interés, lo que tiene un impacto
contractivo sobre la actividad.
El problema, coincidieron los
analistas, es que el Banco Central no prefija las tasas de las Lebacs
para avisarle al mercado que piensa subir las tasas de largo plazo.
Y
por eso, lo que puede hacer es dar señales con subas graduales que
sirvan de indicadores de que está dispuesto a convalidar tasas más altas
a plazos más largos y así estirar los plazos de los vencimientos, aun
si esto implica reconocer que la inflación no está bajando al ritmo que
anunciaron.
Por eso, la noticia de este martes no fue que el
Central subiera un punto a 38% la tasa de corto plazo, como adelantaron
la mayoría de los analistas (y como se espera que siga haciendo hasta
abril), sino que la tasa a 203 días trepó del 28% al 32%, lo que revela
el interés de Sturzenegger por empezar a aplazar los vencimientos que
hasta hoy se concentran a menos de 30 días.
"La
esterilización luce insostenible si la brecha fiscal no cede. La
necesidad de financiamiento genera presión sobre las tasas de interés y
termina rompiendo el 'nuevo equilibrio' de dólar y tasas, volviendo
inevitable la emisión monetaria" advirtió Furiase.
"Mientras el
déficit fiscal no se reduzca es difícil que no se anticipe que el
déficit se monetice. Por ahora el Banco Central avanzó rápido en la
corrección de los desequilibrios macro, pero el Tesoro, por los costos
políticos y sociales del ajuste, no avanzó al mismo ritmo.
Y, de momento
no emitieron para financiar el déficit. Hay que ver si logran sostener
este compromiso en el segundo semestre que es cuando se juega el
partido", adelantó Sijniensky.
El Tesoro Nacional no suele tener
una alta demanda de recursos al comienzo del año.
Este año incluso le
devolvió unos 5.000 millones de pesos al Banco Central.
Pero en el
segundo semestre se concentra el grueso de los vencimientos del Tesoro
"y hay que ver si consiguen deuda en el exterior con la que suavizar el
impacto del ajuste o si se la usan para tapar el déficit sin ajuste. Ahí
sí van a notarse inconsistencias", agregó Sijniensky.
De momento, el Banco Central ha intentado hacer una política de metas de inflación sin mediciones oficiales,
por lo que se ha concentrado en achicar los agregados monetarios.
Mientras que el año pasado le giró 22.000 millones de pesos al Tesoro,
este año el Banco Central amplió agresivamente la cantidad de Lebacs en
100.000 millones de pesos (un 33% en solo dos meses) para contraer el
ritmo de emisión.
De esta forma, según datos oficiales, el crecimiento
de la base monetaria pasó del 38% al 27% en estos dos meses.
Pero los
60.000 millones de pesos que tuvo que volcar el Banco Central al mercado
desde diciembre para cancelar los contratos de futuros de dólar
vendidos por Vanoli le juegan en contra.
"Si bien este intento por
romper el “círculo vicioso” de emisión monetaria para financiar déficit
fiscal -que termina convalidando una inflación más alta y presionando
sobre el tipo de cambio- fue exitoso, la contrapartida fue el aumento
del stock de Lebacs del BCRA (pasivo remunerado) que corre a la tasa de
interés convalidada por el BCRA en las licitaciones", advirtió Furiase.
"Y la esterilización en estos términos, tampoco luce sostenible si la
brecha fiscal no cede.
La necesidad de financiamiento genera presión
sobre las tasas de interés y termina rompiendo el 'nuevo equilibrio' de
dólar y tasas, volviendo inevitable la emisión monetaria en el futuro
cercano para financiar los vencimientos de letras del BCRA", agregó el
economista.
En definitiva, esta estrategia de contracción
monetaria basada en la esterilización "intenta ganar tiempo a costa de
una mayor necesidad de esterilización en el futuro por las tasas de
interés implícitas, o bien, de una expansión monetaria en el futuro si
el BCRA no desea convalidar una tasa de interés más alta", es decir, de
mayor inflación.
"De ahí, la importancia de abrir la cuenta capital para
bajar gradualmente la brecha fiscal y financiar un proceso de inversión
que permita sostener el crecimiento, el camino más apropiado para
licuar el déficit fiscal de manera gradual" concluyó Furiase.
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