Además de saber que esté medio lleno o medio vacío, hay que conocer que contiene. Sócrates
12 may 2015
JUBILADOS - FINANCIAMIENTO - OTROS TEMAS
JUBILADOS - FINANCIAMIENTO - OTROS TEMAS {La nota que sigue es del mes de febrero, pero mantiene su actualidad}
Eugenio Semino07.02.2015
“El petróleo y la minería deberían financiar las jubilaciones”
Por Diego Genoud: El defensor de la Tercera Edad explica por qué el actual sistema previsional es insostenible.
Es
el único vocero reconocido de un sector que nuclea a 6 millones de
personas y –pese al aumento del 18,26 % que anunció el gobierno para
marzo- no duda en aseverar que el sistema político en su conjunto le da
la espalda a la realidad de los jubilados. El defensor de la Tercera
Edad, Eugenio Semino, reivindica algunas decisiones del kirchnerismo en
materia previsional pero advierte que el sistema jubilatorio hoy no es
sustentable sin una reforma impositiva integral que lo financie.
Semino
reclama un incremento de emergencia extra para los pasivos, afirma que
el PAMI funciona sin control, opina que en Argentina hace falta un Pacto
de Toledo como el que firmó España hace 20 años para resolver la crisis
de la seguridad social y se refiere a la suerte de los funcionarios
que, después de pasar por la Anses, saltan a la política electoral. ¿Cómo ve el aumento que anunció la Presidenta días atrás? Estuvo
dentro de lo que fue la media de la ley movilidad. Salvo marzo del año
pasado, donde fue apenas del 11,3 %, el resto de los semestres el
incremento se ubicó siempre en esos porcentajes. Obviamente tiene mucho
menos impacto que otros aumentos porque hubo subas de precios
significativas durante todo el año. El mismo día del anuncio -que se va a
cobrar recién en marzo- se autorizó un aumento del 5 % en los
medicamentos que los jubilados ya están pagando. Los jubilados no
tuvieron bono extra en 2014 y hace falta un plus de emergencia a más
tardar en marzo para que exista recomposición real. Aunque en realidad
nuestro reclamo es que se duplique el haber mínimo para que no haya
pérdida del poder adquisitivo, como sucede ahora. ¿Por qué dice que ningún candidato se ocupa en serio del tema de los jubilados? Hay
tres grandes pilares de la seguridad social que están en crisis y
tienen un elemento de financiación común, aunque se los toma por
separado: el trabajo y la previsión, la salud y la educación. El sistema
político no debate qué hacer hacia el futuro. Con los adultos mayores,
prevalece una mirada que está más basada en la piedad que en el derecho.
“Hay que hacer algo con esa pobre gente”. Es una mirada atrasada
incluso con respecto al criterio del Papa Francisco que el 28 de
setiembre pasado en Roma dijo que hay que pensar el tema en términos de
sujetos de derecho. Usted afirma directamente que el sistema previsional hoy no es sustentable. Si.
La quita de aportes patronales, la sobrevida que aumenta, la
incorporación de muchos trabajadores que no tenían los aportes al
sistema con la moratoria previsional, todo -incluso las cuestiones
positivas- obliga a que se rediscuta el financiamiento. Se sigue
hablando de lo previsional como en la posguerra, cuando era un sistema
financiado por el trabajo. Pero eso ya no ocurre: ahora la mitad de lo
que financia la seguridad social en Argentina son impuestos. La relación
de trabajador activo-pasivo llegó a ser de 3,5 o 3,7 a 1, pero hoy con
un 40 por ciento de trabajo en negro, es de 1,4 a 1. ¿Cree que es necesario modificar la edad jubilatoria? Es
el huevo y la gallina porque si yo aumento la edad jubilatoria, que es
una de las cuestiones que se discute en el mundo, lo que hago es ocluir
la entrada al mercado de los jóvenes. Hoy la seguridad social se
financia con el IVA, que es el impuesto más regresivo, entre un 11 y un
17 %. Y Ganancias, que los que más pagamos somos los trabajadores en
relación de dependencia. ¿Y cómo se debería financiar la seguridad social? Lo
que hoy se está discutiendo es rentas diversas, desde renta financiera y
minera hasta hidrocarburos. En ningún caso, ni el trabajo ni el consumo
pueden financiar al sistema mayoritariamente. Además, nuestro sistema
jubilatorio sigue tomando para el coeficiente los diez últimos años de
aporte, que no son los mejores.
Por
eso, sostiene que el kirchnerismo mejoró muchas cosas pero no modificó
la viga maestra del sistema que son las leyes de Cavallo. Claro,
la 24241 y la 24463 son leyes que siguen generando efecto y son
inequitativas al momento de hacer el cálculo del haber inicial del
jubilado. Tenemos que ver cómo agrandar la torta. Los aportes patronales
tuvieron una quita promedio de 8 puntos durante la gestión de Cavallo y
nunca más se recuperaron. Ninguno de los gobiernos que vinieron después
modificó los aportes, ni el IVA, ni las leyes de Cavallo. Aunque se
hayan querido plantear como reformistas, nadie tocó eso, que es la
estructura impositiva, la madre de todas las batallas en la Argentina. La década achatada
El
menemismo fue la década del congelamiento de haberes y la privatización
del sistema ¿Cómo cree que será recordado el período kirchnerista desde
el punto de vista de los jubilados? Como un período de
inclusión con inequidad. Lo que ocurrió es que se acható la pirámide y
hoy la mínima la cobran el 53 % de los jubilados. Hasta el 77 % cobra
entre la mínima y 6500 pesos. Hace 15 años, sólo el 17 % cobraba la
mínima. Hubo una distribución del ingreso dentro del sistema. Se
redireccionaron ingresos pero no se sacó de otro lado para darle a los
jubilados. Inclusive las moratorias, que yo apoyé fervientemente,
debieran haber sido prefinanciadas con recursos del presupuesto
nacional. 2014 fue el peor año del ciclo kirchnerista para los jubilados. Lo
fue en términos de poder adquisitivo. Dio 30,5 % setiembre a setiembre
2013-2014 y hubo una inflación de entre el 38 al 40 % en cualquier
medición. Además, la inflación es mucho más notoria en la canasta del
jubilado, que aumentó un 44 % según nuestra medición, porque es una
canasta pequeña en la que pesan los alimentos que están fuera de los
Precios Cuidados y los medicamentos. ¿No hay forma de mitigar la inflación en esa canasta en un acuerdo con los laboratorios por ejemplo? Ese
es un tema. Es cierto que el PAMI da hasta medicamentos sin costo para
los jubilados que ganan la mínima. Pero la diferencia en aumentos que en
algunos medicamentos fue hasta del 60 % la pagó el PAMI y ¿cómo lo
hizo? desfinanciando partidas como las sociales. En 2014, hacer una
internación geriátrica con un subsidio por habitación fue imposible. La
industria del medicamento te cortó la prestación dos veces en el año y a
las 48 horas logró lo que reclamaba. Entonces, no hay forma. Bueno,
tenemos hasta una ley de genéricos olvidada. Hoy el PAMI compra los
medicamentos al mismo precio que vos o yo los compramos en la farmacia
de la esquina, cuando en lugar de comprar 1 compra 10 millones por mes.
El cliente de la farmacia no es el paciente sino el médico, que la
mayoría de las veces recomienda los medicamentos de los laboratorios.
Los médicos están sostenidos en gran parte de su formación por los
laboratorios que hacen lo que debería hacer el Estado. Además, el PAMI y
las obras sociales podrían comprar por lo menos el 30 o el 40 % de
medicamentos genéricos. Pero bueno, son las políticas que faltan en
Argentina. PAMI oculta
La Anses aparece como la imagen de la transparencia y el PAMI sigue siendo como una zona oscura. Absolutamente,
porque el PAMI está concebido para poner plata en negro que viene en
blanco. Recauda los aportes solidarios de los trabajadores y jubilados
que pasan a un ente público no estatal que no es controlado por nadie.
La Auditoría General de la Nación pide los balances y no se los dan. Hoy
no se sabe cuáles son sus balances ni su situación patrimonial. No está
publicado en ningún lado. El PAMI consume un tercio de lo que se
consume en medicamentos en Argentina. La industria del medicamento que
nace con Víctor Alderete en 1997 sigue existiendo como tal y sigue
manejando desde el PAMI el mercado del medicamento.
Como una mafia. En realidad, como un cartel. No hay ningún tipo de competencia, se fijan precios directamente. CILFA, Coperala y Caeme. ¿Por qué dice que la Anses es una especie de AFJP estatal? Porque
no cambió el control de los fondos. No se cumple con la pauta
constitucional de que la administración de la seguridad social debe ser
coparticipada y tripartita con trabajadores y jubilados. La asignación
universal no la cuestiono pero el financiamiento a empresas privadas no
se justifica. Hoy el Fondo de Garantía de Sustentabilidad son 480 mil
millones de pesos. La discusión es si debiera invertirse con el criterio
del gobierno de turno o debiera ser resultado de decisiones de un
directorio en el que pesen la opinión de los aportantes. Hoy hay una
Comisión de Seguimiento de los fondos en el Congreso pero hace la
autopsia de lo que ya se gastó. ¿Qué pasa con los juicios contra el Estado? Bossio asegura que el tema se resuelve en 2016.
Mantener
una litigiosidad que sigue siendo importantísima aunque haya decrecido.
Está naturalizando la inequidad, se resuelve porque hay jubilados que
se siguen muriendo, porque los tribunales están colapsando. Estamos
mucho mejor, se paga más transparentemente y más regularmente. Pero en
2014 el flujo de demandas fue prácticamente igual a las sentencias
pagadas: 40 mil nuevos juicios y 43 mil sentencias pagadas. Hace cinco
años que tenemos un amparo de la Defensoría esperando una resolución. ¿La Corte no le está ordenando al gobierno que pague? ¿Qué es lo que esperan ustedes?
La
Corte hizo dos medidas para mejor proveer y Anses respondió que era
imposible. Queremos que la Corte resuelva por sí o por no y que no use
el amparo simplemente para exhibirlo cuando tiene que discutir el
Presupuesto para la Justicia con el Poder Ejecutivo. “Hace falta un Pacto de Toledo”
¿Por qué cuestiona el reclamo del 82 % móvil? Porque
en realidad es aceptar una quita del 18 %. El planteo de máxima es que
aquellos que necesitan más, puedan vivir con menos. Y es menos en forma
directa porque si un jubilado cobra poco y no se alimenta bien, el
Estado le termina dando el doble a través del sistema de salud en
medicación, atención médica e internación. ¿Cómo se resuelven los problemas estructurales? Yo
recuerdo siempre lo que fue el Pacto de Toledo en 1994 en España. Hubo
una crisis en la seguridad social que fue percibida por las fuerzas
políticas, el PP, el PSOE, la Izquierda Unida. Fuimos invitados a un
acuerdo de todos los partidos donde se combino el decálogo de la nueva
seguridad social en España que incluía lo previsional y lo sanitario. Y
ese decálogo se respetó al día de hoy, incluso con crisis de por medio. ¿Hace falta un pacto similar en Argentina? Yo
creo que sí, debería ser tarea del próximo o del actual gobierno. No
hay una sola medida que vaya a resolver hacia 20 o 25 años este tema. El
gran tema es discutir la dependencia. Hoy no existe ningún joven que
esté pensando a los 20, 30 o 40 años que tiene que aportar porque un día
se va a jubilar. Es más, cuando el patrón te ofrece dos mangos más en
el bolsillo, lo acepta en negro para llegar mejor a fin de mes. Eso debe
entenderlo y atenderlo el sistema político. Hacen falta consensos y
salidas creativas.
¿Cuál es el problema de fondo, a su criterio? Que
existe un concepto de vejez como etapa previa a la muerte, como
sinónimo de enfermedad o de pobreza y se justifica la exclusión. La
gerontofobia pasiva, no querer envejecer, que es algo inexorable, es muy
patológico socialmente. Todos los gremios de trabajadores activos
discuten por lo propio, pero los jubilados y los adultos mayores están
fuera de debate, por lo cual se supone que con tres mil pesos pueden
vivir. Moyano y las demás centrales sindicales lo mencionan. Lo mencionan casi como obligación pero no es parte de su política de demanda. ¿Fue distinto en algún momento en Argentina el concepto de vejez? No,
pero no era un fenómeno social de tanto peso como ahora. Hace 50 o 60
años, éramos una sociedad joven. La vejez no era tema ni en términos de
mercado ni en términos de los roles. Antes, una persona que se jubilaba
tenía una sobrevida de 5, 7 u 8 años, hoy tiene una sobrevida de 20 o 30
años. Los candidatos de la Anses
Primero
Massa, después Boudou y ahora Bossio. ¿La Anses se convirtió en un
lugar estratégico para un político que quiere ser candidato? A
ver, el que paga siempre tiene ventajas. En la medida en que la
seguridad social no es vista como un derecho sino como una gracia, el
que genera esa gracia recibe el consenso del que la recibe. El voto de los jubilados incide entonces. Cuando
yo era joven, Francisco Manrique llegó a ser la tercera fuerza nacional
con el “nuevo PAMI” de 1971. Lo preocupante es que después de tanto
tiempo se sigue pensando en términos de dádiva. Porque da resultado electoral. Puede dar resultado electoral. Pero no da resultado social porque cronifica las crisis.
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