(Publicado por "La Nación" el autor Rubén Gioannini (Mesa Nacional de Jubilados, Pensionados y Retirados) agrupación que actua en defensa de los jubilados. También actuan, en el mismo sentido, la Mesa Coordinadora y AAJA)
Continúa el saqueo de los fondos jubilatorios
El Gobierno sigue financiando el
gasto desmedido con el dinero de la Anses, comprometiendo así el presente y
el futuro de los jubilados
La durísima realidad que
afrontan buena parte de los jubilados sigue desmintiendo el panorama cuasi
idílico que se pretende pintar desde el oficialismo.
Prueba de ello es que han vuelto a
aumentar los juicios que los jubilados se ven obligados a iniciar para intentar
obtener un ajuste de sus haberes, siempre rezagados respecto de la inflación.
Fue tal el incremento en la cantidad de pleitos iniciados que hubo que alquilar
un edificio para poder almacenar la enorme cantidad de expedientes, que
actualmente ingresan en los juzgados previsionales a razón de 150 demandas por
día. El promedio diario del año pasado fue de 130.
Mientras tanto, el titular de
la
Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), Diego
Bossio, hace profusa propaganda en su campaña como precandidato a gobernador
bonaerense por el Frente para la Victoria, basándose en su gestión.
En otro país, esto sería un argumento para no confiarle el voto. No le importa a
Bossio que, para cubrir "deficiencias estacionales de caja", el Gobierno ha
renovado un préstamo de 5000 millones de pesos del Fondo de Garantía de
Sustentabilidad (FGS) de la
Anses. El FGS aceptó suscribir Letras del Tesoro en pesos a
corto plazo. A cambio de los fondos que presta, que obviamente estaban
destinados a solventar las jubilaciones actuales y futuras, la Anses se conformará con una
Letra del Tesoro a 91 días que devengará una tasa nominal anual inferior a la
inflación real.
En la actualidad, de los 450.000
millones de pesos del FGS de la
Anses, el 65 por ciento son papeles del Gobierno -Letras y
Bonos- que deben renovarse debido al creciente déficit del Tesoro que es
financiado contrayendo más deuda.
A su vez, la Mesa Nacional de Jubilados,
Pensionados y Retirados de la República Argentina ha
manifestado en un reciente comunicado que la Anses, "con el beneplácito cómplice de
la Justicia,
está violando las leyes, dilapidando los fondos previsionales y estafando
descaradamente al pueblo argentino". Agrega que los jubilados se ven forzados a
hacer juicios que "en la mayoría de los casos terminan cuando el jubilado ya
está muerto" y recuerda que en más de una oportunidad Bossio adujo que la excusa
para no cumplir siempre fue que el dinero no alcanza. "¿Por qué? -se pregunta
la Mesa
Nacional de Jubilados-. Porque la Anses no respeta las leyes y
la Justicia
lo permite."
En los últimos años nos hemos
ocupado en esta columna, cada vez con mayor preocupación, de las dos caras del
drama previsional gestado y continuado por el Gobierno con la más absoluta
indiferencia por la grave situación de los actuales jubilados y la incertidumbre
acerca de qué ocurrirá con los futuros beneficiarios del sistema debido al
saqueo de los fondos de la
Anses por parte del Estado. Es que el Gobierno gasta cada vez
más: en febrero pasado el gasto trepó un 39%, y en el primer bimestre del año el
rojo fiscal subió 176%. De ahí la necesidad creciente de echar mano del dinero
destinado a los jubilados mientras se sigue demorando el pago de las sentencias
que ellos ganan para que les actualicen sus paupérrimos
haberes.
Ése fue el tema del editorial que
publicamos el 19 de enero pasado, titulado "El saqueo de la Anses por el propio Estado",
en el que elogiamos las intenciones de la moratoria que permite jubilarse a
quienes no reúnen los 30 años de aportes mínimos, generalmente por haber
trabajado en negro. Pero al mismo tiempo señalamos allí la enorme duda que
plantea esta política previsional acerca de cuánto tiempo resistirá un sistema
que ve saqueados sus fondos por quienes, en vez de administrarlos como
corresponde, los destinan al proselitismo, cuando lo que en verdad deberían
hacer es pagar en tiempo y forma montos acordes con los aportes realizados sin
colocar a los jubilados en la angustiante situación de iniciar largos, costosos
y engorrosos juicios para ajustar sus haberes.
El aumento del trabajo en negro en
la Argentina
se produjo durante los gobiernos kirchneristas. Si aún existe y sigue creciendo
ese trabajo, que priva de los aportes sociales y jubilatorios a un alto
porcentaje de los trabajadores, es porque el Gobierno no sólo no lo combate,
sino que, lo que es peor, sigue agitando el cóctel de condiciones que lo
fomentan, como una alta y no reconocida inflación e impuestos desorbitados, como
el de Ganancias.
Al financiar su desmedido aumento
del gasto apropiándose de los fondos jubilatorios, el Gobierno desnuda su
indiferencia ante la dura suerte de los jubilados de hoy y de mañana. Sin
ninguna duda, es una enorme bomba de tiempo que el kirchnerismo le deja activada
al próximo gobierno.
fuente
"lanacion.com" (Opinión), 23.04.2015
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