La Auditoría alertó sobre la
“enorme discrecionalidad” en el Presupuesto
Informe
sobre la década K. Denunciaron
la brecha entre lo que aprueba el Congreso y lo que autoriza el Ejecutivo.
La Auditoría
General de la Nación presentó ayer en el Senado un duro documento en el que
denunció una “ enorme discrecionalidad ” en el manejo del Presupuesto a
lo largo de la década kirchnerista y advirtió que la reasignación de partidas
por parte del Gobierno se constituyó en “ la principal arma de
adiestramiento y disciplinamiento político y electoral ”.
El informe,
centrado en el análisis detallado de la rendición de cuentas del Estado entre
2003 y 2012, es el cuarto capítulo de la serie “Una década al cuidado de los
fondos públicos”, confeccionada por la AGN.
En la
presentación, el titular del organismo, el radical Leandro Despouy, estuvo
acompañado por su correligionario Alfredo Martínez, senador por Santa Cruz; el
ex diputado y economista Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) y tres
especialistas técnicos: el auditor Horacio Pernasetti, el contador Alfredo
Fólica, y el profesor José María Fanelli.
La principal
observación que realizó la AGN giró en torno a un tema que, en vísperas de ser
tratado el Presupuesto 2014 en el Senado –ya tiene media sanción de Diputados–,
cobra significativa relevancia: la diferencia entre lo presupuestado en el
Congreso y el gasto final. “Ejercicio tras ejercicio, se comprueba una
brecha significativa entre el crédito inicial aprobado por el Congreso y el
gasto que luego autoriza el Ejecutivo, diferencia que alcanzó un máximo del
31 por ciento en 2007 (el promedio de la década fue superior al 20 por
ciento). La mayor parte de las modificaciones se hizo mediante decretos,
eludiendo el debate legislativo”, advierte el documento. Para Despouy, esta
“discrecional” metodología “es la principal arma de adiestramiento y
disciplinamiento político y electoral” de la gestión K.
En ese
sentido, el documento de la AGN pone especial atención a las disímiles
transferencias discrecionales que recibió cada provincia y detalla que Santa
Cruz recibió a lo largo de la década $9 mil millones mientras que otras
provincias patagónicas mucho menos, como Chubut ($1.900 millones). El distrito
que menos recursos obtuvo durante la era K fue San Luis, gobernado íntegramente
por una gestión opositora al Gobierno nacional, con apenas 371 millones de
pesos. La tierra de los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá no fue la única
perjudicada por ser liderada por un opositor: en 2012, el último año relevado
por la AGN, se ubicaron en el sótano de ese ranking tres distritos gobernados
por la oposición: Santa Fe (el socialista Antonio Bonfatti), Córdoba (el
peronista disidente José Manuel de la Sota) y la Ciudad de Buenos Aires
(Mauricio Macri, del PRO).
La distancia
con dos provincias afines al Gobierno, como Formosa y La Rioja, es abismal: recibieron
entre 21 y 24 veces recursos menos.
Por
último, el informe que se conoció ayer alerta que “a partir de 2009 el
resultado final de la administración nacional pasó a ser negativo y el déficit
acumulado ya superó ampliamente el ahorro de los seis años anteriores”.
Fuente
“Clarin.com”,
15.10.2014 (Facebook, 15.10.2014)
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