FÚTBOL PARA TODOS O SENTENCIAS PARA JUBILADOS
La decisión de admitir pagos de sentencias de juicios de ajuste ganados por los jubilados hasta un total de $2.400 millones durante este año, tal como lo explicó el titular de la Anses, Diego Bossio a los jueces de la Corte Suprema, no debería atribuirse a ninguna maldad de los funcionarios que estén especulando con a edad de los litigantes.
Es sabido que el organismo sus directivos son poseedores de la verdad revelada en materia previsional y así lo destaca cada vez que puede la Presidenta de la Nación, quien rescata como un hito de su gobierno la estatización de los ahorros privados (1). Por lo tanto, no puede pensarse tampoco que lo que ocurre con la falta de pago sea pura mala praxis administrativa.
En rigor de verdad, mantener en el aires 470 mil demandas recibidas, de las cuales casi 300 mil han sido iniciadas para que se aplique el llamado fallo Badaro, que permite los ajustes a todos aquellos jubilados cuyos haberes que fueron congelados durante los años 2002/06, no debería entrar en el terreno de las suposiciones, sino que parecería ser una estricta cuestión de asignación de prioridades, algo que… (no)… debería estar a merced de la lapicera de los funcionarios.
Como bien se sabe, parte de a recaudación previsional y del Fondo de Sustentabilidad de la Anses junto a las utilidades (y el giro de reservas para pago de deuda) del Banco Central son desde hace bastante, la primera línea de sostén de la situación fiscal.
Dicho de otra manera, si el organismo no le facilitará fondos al Tesoro bajo la forma de préstamos, los números no podrían lucir de color negro.
Por lo tanto, más allá de la succión de fondos que le origina al sistema previsional el pago de haberes a quienes se engancharon en el sistema por las moratorias sin tener los aportes (2) y al dinero que recibe la Anses de porciones de la recaudación de impuestos, está claro que el problema de no poder pagar muchas más demandas al año tiene directo correlato con el gasto público.
De allí que sería bien interesante que los políticos, funcionarios oficialistas y legisladores en conjunto, se preocupen por entender el problema, pero que además presionen en los niveles de decisión correspondientes para que se cambie el destino de muchos gastos, atendiendo primero las situaciones sociales, antes que las electorales.
Sólo con la eliminación de parte de los subsidios a uso de agua, gas y luz de muchos usuarios de Área Metropolitana que tienen ingresos tales que podrían pagar muy bien cualquier aumento y con la rebanada que se lleva el Fútbol para Todos ($1.300 millones de piso) fácilmente se podría duplicar,…, el pago de más juicios todos los años.
Ahora, si todo pasador darle fondos sin control a ciertas constructoras para que hagan viviendas sociales o por pasarle plata a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para que ésta se la gire a los clubes… lo que nunca nadie tampoco verifica, la situación de desmadre… (es)… bastante más grave.
… resulta degradante… cuando Daniel Passarella se desentiende de las preguntas de la prensa sobe los barras bravas en River Plate o cuando los jerarcas de Boca Juniors le devuelven la calidad de socios a Rafael Di Zeo y sus amigos.
…, ante tanta impunidad, de algunos por acción y de otros por omisión y sin que se perciba tampoco la respectiva sanción social, el problema de los jubilados se ha complicado tanto desde lo moral que ha dejado de ser únicamente un caso de asignación de prioridades presupuestarias.
…, la compleja situación previsional y todas estas aristas que enlazan situaciones que deberían ser atendidas con otro criterio, desnuda esencialmente la profunda degradación de valores que parece vivir casi toda la clase dirigente.
{(1): Si el Estado hubiera cumplido con su deber de ser fiel y honesto ejecutor del mandato recibido las AFJP nunca debieron haber existido ni tampoco el aprovechamiento oportunista de empresarios y empresas argentinas y extranjeras. Ver en este blog: “¡Qué pena! ¡Qué tan buen siervo tenga tan mal señor! Y “Causa Justa”
(2): No se debe caer en la simplificación que lleva a la lucha de pobres contra pobres. Si el estado quiere y puede llevar adelante políticas sociales que lo haga con fondos del ministerio que corresponda debidamente presupuestados, sin tocar ni afectar los fondos destinados a los jubilados.}
FUENTE
“LOS ANDES”
12.08.2011
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