LA VUELTA DE OBLIGADO
Es mi parecer: los seres humanos y los pueblos no vienen de un repollo; ambos nacen y viven formando parte de una realidad que comparten y en a cual conviven e interactúan con otros hombres y otros pueblos.
También es de mi parecer que quien aborda el pasado y lo relata para otras personas, ambos el relator (emisor) y el lector (receptor) están en una relación en la que ninguno de sus términos es pasivo. Quien aporta un relato histórico queda inevitable e inmediatamente bajo el análisis y examen de lector (receptor), quien cumplirá con su rol según la información y el interés que aporte. A su vez al dar a conocer el juicio que le merece el relato queda bajo el análisis del autor inicial o bien de terceros. La llave que permite esta relación dinámica es el ’análisis crítico de la estructura lógica’ del relato, es por este medio que se puede llegar a conclusiones válidas y compartidas, es por eso que la Historia es una ciencia (humana o social), de lo contrario sólo se llega a relatos parciales, la “opinabilidad” es ahistórica.
Es mi parecer que así funciona la cosa.
El señor Azaretto dice acertadamente que en una nota el espacio es condicionante y que muchas que podrían decirse “no entran en una columna de opinión”. Correcto, es así, por ello es de fundamental importancia la selección de los aspectos que hacen a perfil básico de tema tratado; por ello no parece la mejor elección para tratar la Vuelta de Obligado comenzar, como de pique, con el matrimonio de Mansilla. Es como si al hacer ‘el debe y el haber’ de Roca se hiciera referencia a su vida galante para la cual contó con la ayuda de Wilde y Gramajo.
Tampoco es menor dejar de lado la geopolítica de la época ya que a misma brinda un elemento planetario activo, como fue el imperialismo/colonialismo, que sin duda tuvo que ver y que no se puede dejar de lado. En mis observaciones a la nota del 23 de noviembre ppdo. y que el señor Azaretto tuvo la deferencia de responder, aporte – en una enumeración no taxativa – doce casos que por darse en un segmento temporo-espacial testimonian la relación de la geopolítica con los sucesos previos y posteriores al 20 de noviembre de 1845; de todos ellos sólo el caso de Argelia mereció una referencia por parte del señor Azaretto.
También arguye el señor Azaretto que Rosas era amigo de los ingleses… ¿y quién no lo fue? Entre 1810 y 1933 (Tratado Roca-Runciman) todos los gobiernos trataron con Inglaterra,… pocos de igual a igual (Tratados Arana-Southern y D’Abernon- Oyhanarte).
Argumenta el señor Azaretto: “los ingleses tardaron décadas en invertir en gran escala en el país, cuando navegaron quedaron impresionados por la pobreza del interior”. La relativa severidad de la vida por aquellos años en nuestro país, ¿era pobreza? (¿y en relación a quien, en donde y cuándo?). A juzgar por la invasiones de 1806 y 1807, la ocupación de las Malvinas, las intervenciones de mediados de siglo XIX, el empréstito de la Baring, el Banco de Descuento y el comercio pareciera que tan impresionados no estaban.
El ‘Carlotismo’ sólo fue una posibilidad que al no ser profundizada murió nonata, pero le produjo ‘repelús’ a Inglaterra. ¿Por qué poner sólo el acento en las posibilidades de división y no considerar las alternativas de inclusión? No acepto una historia tipo “fue necesario destruir la aldea a fin de salvarla” La Historia brinda múltiples ejemplos de expansión: ¿Cuántas hectáreas encerró Rómulo con sus surcos?; Castilla y Aragón crearon un imperio donde no se ponía el sol; Inglaterra, esa islita, llego a ser metrópoli de imperio mundial; Brasil, Portugal hace pie por centímetros en América, es el país de mayor territorio en América del Sur; Estados Unidos en el siglo XVIII sólo era una franja en la costa atlántica y por la buenas o por las malas, mediante la guerra o por compra se expandió.
Roma; Castilla y Aragón; Inglaterra; Portugal/Brasil y Estados Unidos puede que no supieran de geografía y economía.
No se trata de justificar expansiones imperialistas, pero tampoco aceptar como inevitable la pérdida de territorios (y sus recursos) que al iniciarse el proceso se hallaban en el núcleo básico original de nuestro país. Una cosa son las cuestiones económicas y otra es la separación y pérdida de territorio. Es como si Mendoza tan maltratada y perjudicada por la Promoción Industrial y una injusta Coparticipación se planteara la segregación.
El señor Azaretto afirma que José María Rosa ha sido totalmente superado. Es mi parecer que un autor es superado cuando sometido al ‘análisis de estructura lógica’ su relato es acabadamente refutado.
El señor Azaretto afirma que Mitre fundo el Colegio Militar de Bolivia y fue su primer director. Es este un episodio que los historiadores de Mitre pasan velozmente y al parecer la fuente son los dichos del protagonista: en abril de 1846 Mitre está en Montevideo e inicia un viaje que lo lleva a Corrientes, Brasil, Bolivia y más tarde Perú. Al parecer invitado por el embajador boliviano Eusebio Guliarte para dirigir un colegio militar, al llegar a destino el presidente Ballivían no reconoció los gastos ni la promesa, tras un golpe el nuevo presidente Manuel Belzú lo destierra a Perú (01.01.1847). Considérese el viaje realizado, el lapso que media entre abril de 1846 y enero de 1847, Mitre tenía 26 años; por todo ello quedo a la espera de prueba documental.
El señor Azaretto hace una extraña referencia al último proceso militar, creo que todos los responsables y Martínez de Hoz esencialmente fueron malas personas. Rechazo los “ismos” y los “istas” por insuficientes e injustos.
La Historia es un dilema a comprender y en ello nos va el futuro.
Creo en una Historia hecha en base al esfuerzo constante, racionalidad y objetividad.
Dos ejemplos: En la “Historia Argentina” dirigida por Livillier (5 tomos) el Banco de Descuentos se le dedican apenas unos pocos renglones, para conocer el tema se debe recurrir a trabajos como el de Bonura.
En “La Nueva Argentina” de Pedro Santos Martínez al hacer referencia al informe sobre la economía argentina de Presbich (diciembre de 1955), se deja de lado – sin mencionar – “El Plan Presbich Retorno al Coloniaje” de Jauretche, su contraparte, que al menos debiera ser considerado aunque sólo fuera para refutarlo.
Rechazo la versión de la historia hecha de afirmaciones.
El señor Azaretto me dice: “Asume una herencia que no le fue otorgada de José maría Rosa”.
No es así. Ese comentario me trae a la memoria la repuesta de Mitre a Saldias sobre los “nobles odios” y también me recuerda a Hernández: “olvidarse de lo malo también es tener memoria”
Julio A. Irrazabal
8152370
P.D.: Sobre la nacionalización del petróleo sería… como la Vuelta de Obligado.
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