EN 6 AÑOS BLANQUEÓ $92 MILLONES
Auge y caída
de un capo sindical: así fue la trastienda del fin del Pata Medina
La
causa que mantiene preso al ex titular de la UOCRA La Plata develó un sistema
sofisticado de corrupción y lavado de dinero, que incluye acuerdos con
empresarios, complicidades de funcionarios y una Justicia distraída.
Ayer 10:50 AM -
Emilia Delfino y Chequeado
El detenido y ex titular de seccional La Plata de la Uocra, Juan Pablo Pata Medina, ingresa a Tribunales platenses para ser indagado en el marco de una investigación por presunta comisión de los delitos de coacción agravada y compulsión a la huelga en concurso ideal. Foto:cedoc
María Eugenia
Vidal interrumpió la reunión que comandaba Federico Salvai, su jefe de
Gabinete.
El invitado en la sede de la Gobernación de la Provincia de Buenos
Aires era Gerardo Martínez, máximo referente de sindicato de la Construcción, y
la gobernadora tenía un solo objetivo: garantizarse el beneplácito del
gremialista para avanzar contra Juan Pablo “Pata” Medina, jefe de la Unión
Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Regional La Plata.
Ese día, Vidal obtuvo lo que fue a buscar. Martínez dio el “sí”.
Fue en el
otoño de 2017. Un mes después, comenzaba la embestida judicial contra el clan
más temido por el empresariado platense.
A tres meses de su caída planificada, las piezas del caso Medina
siguen acomodándose.
En el año en el que la corrupción de la obra pública salió
a la luz en la Argentina y llevó a prisión al otrora superministro de
Planificación Federal Julio De Vido, el
Pata se convirtió en uno de los íconos de la corrupción sindical y de la
violencia al servicio de la recaudación ilegítima, estimada en
decenas de millones de pesos.
Sólo a través de una de sus empresas desde 2011
blanqueó movimientos por más de $ 92 millones.
Su detención “ordenó” la economía de la capital bonaerense,
reactivó la construcción -una de las actividades económicas que Cambiemos
mantuvo a flote en 2017- y calmó las aguas en la provincia.
¿Por qué? Porque
algunos cálculos estiman que el accionar ilícito del “clan” le costó $11 mil
millones y 9.520 puestos de trabajo al sector.
Pero otros poderosos que
posibilitaron su crecimiento exponencial hasta el límite de lo absurdo lograron
resguardarse.
Funcionarios, grandes empresas y miembros del Poder Judicial de
la provincia de Buenos Aires corren mejor suerte que el dantesco personaje que
ayudaron a construir y que por un buen tiempo resultó funcional.
A través del relato de empresarios, investigadores judiciales y
documentos oficiales y comerciales, Perfil y Chequeado reconstruyeron
en los últimos meses cómo operó una organización
síndico-empresarial dedicada a la extorsión, que creció a la sombra
del gobierno de Daniel Scioli, la aparente connivencia de la Justicia
provincial y el silencio de algunas de las empresas más poderosas del país.
Un
ejemplo de cómo cada engranaje de la maquinaria cumple su rol para que todo lo
que los Medina se propusieron marchase sobre ruedas.
Nadie parece haber
escuchado la frase que el propio Medina escribió sobre un afiche que pegó en la
sede de la UOCRA platense: “Yo sólo soy una herramienta de Dios”. Aunque Dios
poco tenga que ver.
Perfil y Chequeado intentaron
consultar a los abogados de Medina para esta nota, pero no fue posible obtener
su versión de los hechos.
Ante la Justicia, el sindicalista se negó a declarar.
Antes de quedar detenido y amenazar con “prender fuego la provincia”, el sindicalista
había dicho desde el balcón de su gremio: “Que vengan con la verdad,
acá hay un presidente democrático que dio la orden a su gabinete para
investigarme sin fundamentos”.

Hoy, los días de
Medina son tristes.
Lejos de sus Toyota
Hilux 4x4, sus siete propiedades, su casa en Cariló y su lancha deportiva.
Habita el penal de
Ezeiza, separado de los más de $ 92,7 millones que movieron sus
empresas pantalla en los últimos seis años.
La rutina carcelaria lo obliga a
levantarse a las 7.30 y estar listo para el recuento de los reclusos.
Comparte
pabellón con algunos de los célebres ex funcionarios kirchneristas detenidos,
como Ricardo Jaime y José López, o el empresario Lázaro Báez.
También se
encuentra junto a su hijo mayor, Cristián, un devoto de su padre, quien supo
ser mano derecha del Pata en la UOCRA platense.
El joven Medina era uno de los
encargados de exigir a los empresarios el cumplimiento de las imposiciones del
gremio, según relataron seis empresarios para esta investigación y reiteraron
como testigos ante el juez federal de Quilmes, Luis Armella.
Ahora, Cristian
está procesado por lavado de dinero.
Medina ya no comanda. Ahora tiene pocas opciones para pasar sus
mañanas: campo de deportes, trabajo en la huerta o talleres.
Las tardes se
matan en el salón de usos múltiples del penal.
Esta semana no recaudará “bonos”
para las Fiestas entre las constructoras que operan en La Plata.
Deberá elegir
entre clases de guitarra, visitas a la biblioteca penitenciaria o deportes.
Puede optar por el metegol o el ping pong.
El accionar ilícito del “clan” le costó $11 mil millones y 9.520
puestos de trabajo al sector
En diciembre,
todas las causas contra los Medina y sus aliados quedaron concentradas en el
juzgado federal de Quilmes.
Son once los imputados por los delitos de
asociación ilícita y lavado de activos.
Eso incluye a la familia directa del
Pata, sus principales lugartenientes y los titulares de Abril Catering, la
empresa de viandas de comida que catapultó a los Medina al éxito... y también
al ocaso.
Blanqueo. Una de las piezas centrales de la maquinaria que comandó el
sindicalista en los últimos once años son las empresas de catering, proveedoras
de las viandas de comida para los obreros de la construcción de las obras
públicas y privadas de La Plata.
La estrella: Abril Catering SA,
una compañía fundada en 2006 en Ensenada, donde viven los Medina.
Se inscribió
a nombre de Horacio Homs y su entonces esposa, Liliana Frontán.
De la mano de
los Medina, pasaron de cocinar 27 viandas en un galpón a montar una empresa con
más de 150 empleados y varias plantas.
Su capital social aumentó de $50 mil en
2006 a $9,5 millones en
2017.
Así consta en las publicaciones de la compañía en el Boletín Oficial.
En
los últimos once años, la proveedora de viandas movió más de $1.032 millones a
través de sus cuentas bancarias, según los documentos bancarios a los que
accedieron Perfil y Chequeado.
El titular de Abril Catering, Homs, se jacta de ser “quien
inventó el concepto de las viandas para las obras” de construcción.
Se lo dijo
al juez Armella tras ser detenido como miembro de una organización montada para
el lavado de dinero de la extorsión comandada por los Medina.
“Antes comían
asado o lo que sea”, agregó Homs durante su indagatoria en el juzgado federal
de Quilmes.
Gracias a los Medina, Abril Catering pasó de cocinar
27 viandas a una empresa con más de 150 empleados
Cuando
comenzó a operar en alianza con Medina, en 2006, Abril Catering registró
movimientos por apenas $192.537.
Año a año (con excepción de 2009, que registró
una caída de las ventas), ese dinero se iba duplicando, de acuerdo con los
registros bancarios a los que accedimos en exclusiva.
En 2016, los fondos que
pasaron por sus cuentas bancarias habían crecido más de 143 mil veces: ese año,
llegó a mover más de $ 277 millones y en 2017, iba por más.
Sólo entre enero y
septiembre había registrado acreditaciones bancarias por más de $ 220 millones.
Pero el 26 de septiembre, la compañía eclipsó.
El juez Armella ordenó detener
al Pata y a su hijo mayor, Cristian “Pulti” Medina, mano derecha del
gremialista.

Inmediatamente
después, el fiscal de La Plata Álvaro Garganta pidió allanamientos y más
detenciones en el marco de una investigación que llevaba adelante por presunta
asociación ilícita desde hacía seis meses.
Garganta tenía intervenidos los
teléfonos del clan y se enteró de que debía activar las medidas en una escucha
en la que el Pata reconocía que estaba a punto de quedar detenido por orden de
Armella, según revelaron fuentes del expediente.
La mayoría de los empresarios consultados aseguran que “no
podían” denunciar a los Medina por su estrecha relación con el poder político.
Hablan también de complicidades de la Justicia, que nunca, dicen, actuó de
oficio.
“Todos sabíamos que
trabajaban con el gobierno de Scioli”, contó un sindicalista de la
UOCRA.
Una de las primeras denuncias concretas contra los Medina ante
la Justicia fue presentada a principios de 2017 por un grupo de empresarios de
La Plata.
Quedó a cargo de la fiscal provincial Ana Medina, quien investigó la
paralización de varias obras de construcción por medidas de fuerza del
sindicato.
En paralelo, el fiscal Garganta investigaba una asociación ilícita
contra el clan desde principios de 2017, a raíz de una denuncia anónima.
Pero
fue una denuncia por presunto lavado de dinero la que dio el golpe certero y
activó al resto.
Se presentó otro anónimo con detalles sobre movimientos
comerciales, automóviles, bienes y roles de los miembros del gremio y la
familia del Pata.
Incluía información precisa sobre los mecanismos de
extorsión.
Ingresó en el turno de junio en el juzgado federal de Quilmes.
Un
mes después de la reunión entre Vidal y Gerardo Martínez, y lejos de La Plata,
el territorio que Medina aprendió a manejar a sus anchas.
En tres meses, el
juzgado federal tenía a Medina y a su hijo detenidos.
Homs niega ser socio de los Medina y adjudica el éxito de Abril
Catering a la calidad de sus viandas.
Nada dice sobre la imposición del gremio
a las constructoras para contratar a su compañía.
Los empresarios plantean que,
además, las viandas tendrían sobreprecio.
Entre desayuno, almuerzo y merienda,
las viandas del combo Medina costaban más de $348 por cada obrero, por día,
según la facturación a la que se accedió para esta investigación.
Seis empresas
constructoras admitieron a Chequeado y
Perfil que el sindicato imponía a las compañías la contratación de esta firma.
“Si una vianda valía $90, ellos te cobraban $150”, contó Jorge Del Río, uno de
los empresarios que más enfrentó a Medina.
Abril Catering se encargaba de proveer los almuerzos y meriendas
de las constructoras más grandes.
Entre los clientes de Abril Catering hay
decenas de compañías de construcción y otros servicios, desde constructoras
pymes hasta multinacionales.
YPF era la vaca lechera de esta compañía.
Todas
las empresas que operaban en su refinería de La Plata contrataban a Abril:
Techint, Contreras Hermanos, BTU, Esuco, Skanska y Panedile son algunas de las
grandes empresas que pagaron servicios a Abril Catering y engrosaron de esa manera
los bolsillos de los Medina.
Así consta en los registros de facturación de la
empresa de catering.
En una obra emblemática de La Plata que está sin concluir, las
constructoras habían contratado a una empresa de viandas.
El gremio exigió la
contratación de Abril.
Las empresas se negaron porque los precios eran
demasiado altos.
Entonces, los delegados pararon la obra y organizaron una
asamblea en donde se determinó que los empleados querían comer viandas de Abril
Catering.
La obra se pudo reactivar sólo cuando las constructoras contrataron a
Abril Catering.
En la
constructora Contreras Hermanos fueron claros sobre este punto y aseguraron:
“La empresa Abril proveía los almuerzos del personal, a requerimiento del
sindicato”.
En Techint informaron que “Abril Catering proveyó entre 2010 y
2012 las viandas de sus obreros en la construcción de un HDG (Unidad de
Hidrotratamiento de Gasoil) para YPF”.
Allí trabajaron entre 800 y 1.000
empleados de Techint.
“Este servicio ya estaba siendo contratado dentro de la refinería
por las otras empresas que realizaban obras de construcción en el lugar”,
aclaró la constructora de los Rocca.
“No teníamos opción, no podés tener otra. Era Abril o te paraban la obra”,
dijeron dos de las empresas más importantes del país.
Pero nadie denunció
penalmente a los Medina o a Abril Catering.
Su radio de influencia no se termina en La Plata.
Techint la
contrató para las obras en la línea H del subte, en Capital Federal, e incluso
se hicieron cargo del catering en la apertura de ShowMatch, el programa de
Marcelo Tinelli.
También facturaron a organismos oficiales como el Ministerio
de Educación (en 2017), la Universidad Nacional de La Plata y la Organización
de Estados Iberoamericanos (OEI).
Según el relato de empresarios, las empresas de catering eran en
sí mismas un mecanismo de extorsión, pero para el juez Armella también servían
para blanquear parte de lo recaudado a través de amenazas y aprietes a
empresarios.
También formaron otras dos firmas para blanquear los supuestos
retornos de Abril Catering: El Rey del Cielo SA y Mejor que en Casa SRL.
Pero
los Medina fueron por más: querían ser los dueños del negocio.
En 2016, Abril vendió viandas a empresas constructoras y
organismos oficiales por más de $ 77,6 millones, según consta en los registros
que la compañía informó a la AFIP y a los que accedieron Chequeado y Perfil.
El 6,36 % de
esa facturación fue a parar a una de las empresas montadas por los Medina: Rey
del Cielo SA.
¿La razón oficial? La empresa del clan sindical, que está a
nombre por una de las hijastras del Pata Medina y por una de sus nueras, habría
sido “proveedora” de materias primas de Abril Catering.
Con esa excusa, en 2016
le facturó a Abril $ 4.938.935, de acuerdo con el informe del Departamento de
Investigaciones de Delitos Económicos de la Prefectura presentado al juez.
Equivale al 18 % de todas las compras que Abril Catering hizo en 2016.
Las empresas de catering eran un mecanismo de
extorsión, pero también servían para blanquear parte de lo recaudado
Rey Del Cielo SA
está a nombre de Marianela Pagnoli, hija de Fabiola García -la mujer del Pata y
“veedora general” de la rama femenina de la UOCRA La Plata- y de Lara Muñoz
-esposa del hijastro del Pata, Agustín Medina-.
La empresa se creó en
2014 para la venta de productos de panadería, confitería y pastelería, según
los registros oficiales.
Seis empresarios consultados para esta nota
coincidieron en adjudicar a Agustín Medina el manejo de Rey Del Cielo.
“Rey del Cielo tiene una fábrica de pan, yo no tenía otra
alternativa que comprarle el pan al señor Agustín Medina, pagándole el 50% más
caro que a la panadería Alejandro, que es otro proveedor”, contó Homs, el
titular de Abril Catering, en su indagatoria ante el juez Armella.
“Todo el pan
que se consumía de Rey Del Cielo era para la UOCRA”, agregó.
Todo lo que Abril
le proveía a otros clientes, como Presidencia de la Nación, el Ministerio de
Educación de la Nación -entonces a cargo de Esteban Bullrich-, Tecnópolis y
empresas de micros de larga distancia “no se lo comprábamos a Rey Del Cielo
-agregó Homs-, ya que la calidad y el precio no servía para nada”.
Rey del
Cielo comenzó también a vender directamente a las constructoras.
Se ocupaba del
desayuno de los obreros en las obras por $48,5 más IVA por trabajador, por día.
No pasaron más de dos años hasta que Rey Del Cielo comenzó a
disputar el negocio de Abril Catering.
“Rey del Cielo estaba terminando su
planta elaboradora y cada vez me consumía más el trabajo que yo tenía”, contó
Homs ante la Justicia. Homs se encuentra detenido y procesado por el juez
Armella como miembro de una organización dedicada al blanqueo de dinero
ilícito.
Los números también hablan de ese quiebre entre Homs y los
Medina.
En 2017, el negocio siguió creciendo, pero no la sociedad.
Abril
Catering vendió viandas por más de $116,3 millones y compró materias primas y
otros productos por $111 millones.
Sin embargo, la entrega de dinero a Rey Del
Cielo SA disminuyó considerablemente: a septiembre de 2017, apenas le “compró”
materias primas por $1.145.462: el 1% de las compras de Abril.
Muy lejos de
aquel 18% de 2016.
Mejor que en Casa movió más de $80,3 millones
entre 2011 y 2017.
Los Medina no
tenían por qué preocuparse.
En los últimos años, no sólo habían creado a Rey
Del Cielo.
También contaban con otra empresa de catering: Mejor que en Casa
SRL.
Fue fundada en 2011 por familiares de Fabiola García: Alberto García,
Eliana García, Marcela García y Beatriz Castello.
En la práctica, era manejada
por Fabiola y su hermano David, uno de los lugartenientes del Pata en la UOCRA.
Así consta en las causas judiciales de Quilmes y La Plata, hoy unificadas.
Mejor que en Casa movió más de $80,3 millones entre 2011 y 2017,
según las acreditaciones en sus cuentas bancarias.
Sus clientes no sorprenden.
Son constructoras que operaron en La Plata y otras localidades donde la UOCRA
de La Plata pisa fuerte.
Esuco, de Carlos Wagner -ex presidente de la Cámara de
la Construcción- le pagó viandas por $259.555 sólo en el mes de septiembre
último.
Paz social. Antes de la caída de Medina, la Gobernación de Vidal venía
recibiendo desde hacía meses informes y denuncias que un grupo de empresarios
afiliados en la Asociación de Pymes de la Construcción (Apymeco).
Amenazas;
extorsión; la presunta complicidad de ex funcionarios y de ejecutivos de la
petrolera estatal YPF durante la gestión del ex gobernador Daniel Scioli;
silencio del Poder Judicial ante las denuncias; y aumento de costos laborales
en al menos un 60% para cumplir con las exigencias del sindicato integran la
larga lista de reclamos.
Se trataba de los mismos reclamos que durante años las medianas
empresas de la construcción de La Plata presentaban en el Ministerio de Trabajo
bonaerense de Scioli, según relataron las autoridades de la cámara empresaria.
“Tienen que arreglar”, “tienen que pagar”, les contestaban los funcionarios de
entonces.
La base de la recaudación de los Medina se basaba en un
“convenio de trabajo regional”, que imponía pautas por encima del convenio
nacional de la UOCRA.
“Nos obligaban a firmar ese acuerdo y además había
exigencias extra”, contó Del Río, uno de los empresarios que viene denunciando
a los Medina desde hace años, primero ante el Ejecutivo provincial y luego ante
la Justicia.
Esos “extra” incluyen “tomar personal que ellos digitan bajo
amenazas de no poder iniciar la obra. No había alternativa, o se firmaba el
convenio o no podías trabajar”.
La base de la recaudación de los Medina se
basaba en un convenio entre YPF y la UOCRA.
La base de esas
exigencias nació en 2011.
Ese año, los Medina firmaron un nuevo convenio con
YPF -entonces en manos de la familia Esquenazi-, que mantuvo su vigencia
después de la estatización de la compañía.
Luego de ese convenio, YPF se
convirtió en la vaca lechera del clan.
El documento estableció que todas las
empresas que operaban para la petrolera en La Plata debían firmar el mismo
acuerdo, fueran o no empresa constructora.
Cualquier compañía de ingeniería,
por ejemplo, debía acceder a los reclamos para poder hacer obras o prestar
servicios a YPF.
Una empresa de ingeniería acababa de desembarcar en YPF.
Recibió
la visita de uno de los lugartenientes de Medina y su lista de exigencias.
El
ejecutivo a cargo de la compañía dijo que “no”.
Tras varias discusiones, pidió
hablar personalmente con Medina.
El sindicalista lo citó en su casa en
Ensenada.
Llegó, le abrieron el portón y le dijeron que aguardara en el patio
delantero hasta que lo hicieran pasar.
Quedó frente a los perros de Medina,
sabuesos bien entrenados para custodiar.
No dejaron de ladrar durante la hora
que debió esperar la invitación para ingresar a la vivienda.
Adentro, un amable
Pata acariciaba a un perrito, un coqueto caniche blanco.
El ejecutivo intentó
negociar el convenio.
Al lado del Pata, un representante del gremio lo patoteó.
Medina tomó cartas en el asunto y le pidió a su lugarteniente que le sirviera
café a su invitado.
Ese día, el ejecutivo sólo se llevó la anécdota.
Así lo
reconstruyeron testigos directo del encuentro.
El convenio
establecía que sólo se contrataría a “trabajadores que aprueben
satisfactoriamente el examen por especialidad”.
Sin embargo, los empresarios y
ejecutivos de distintas contratistas aseguran que accedieron a contratar hasta
70% de los trabajadores de la “Bolsa de Trabajo” del gremio.
“Esos trabajadores
uno no los podía elegir, directamente nos los mandan, los imponen”, contó un
empresario de La Plata en su testimonio ante el juzgado de Quilmes.
Las irregularidades giran en torno a la supuesta Bolsa de
Trabajo.
“Si necesito 15 trabajadores para una obra en la refinería de YPF,
tengo que contratar de la Bolsa. Pero ninguno está calificado, entonces tengo
que duplicar el personal necesario para poder hacer la obra y cumplir con el
gremio y que no paren todo. Termino pagando 25 sueldos, en lugar de 15. Algunos
de los 10 extra van a trabajar al sindicato, por ejemplo”, contó un ejecutivo
de una contratista de la petrolera.
El convenio establece derechos para los trabajadores, como la
contratación de desayuno, almuerzo y merienda durante la jornada laborar, pero
lo que vino de yapa fue que las empresas debían contratar a Abril Catering, Rey
del Cielo y Mejor que en Casa, todas compañías impuestas por el gremio y
vinculadas con los Medina.
Además, como si este sistema fuera poco, el gremio exigía la
“cuota camping”, pagos en negro de $9.150 a $15 mil cada uno por quincena por
obra, que los lugartenientes de Medina pasaban a cobrar obra por obra.
Cada uno
de ellos cubría un área específica.
David García, Miguel Federico, Pablo Neves,
Rubén “El Colo” Roldán y la mano derecha del Pata: su hijo Cristian.
Lo
relataron los empresarios y lo reconstruyó el fiscal Garganta en su pedido de
detención a gran parte del grupo.
Otra exigencia era la contratación de mujeres
en las obras para tareas de limpieza, coordinadas por Fabiola García, la mujer
del Pata.
El gremio exigía la “cuota camping”, pagos en negro
de $9.150 a $15 mil por quincena por obra
Otros pedidos
incluían “colaboración”, casi siempre en negro, para el Día del Niño, el inicio
de clases, Navidad o el Día del Trabajor.
El gremio nunca rindió cuentas y se
desconoce si ese dinero exigido a las empresas llegó a manos de los
trabajadores.
Un empresario contó que también pagaba el “peluquero” (otros
$11.800 la quincena).
De hecho, el gremio montó una peluquería en la sede de la
seccional.
Se suponía que estaba destinada a los trabajadores.
Tampoco el
gremio rindió cuentas de eso.
Tres empresarios relataron para esta investigación que se
quejaron ante las autoridades de Trabajo sciolista sobre las exigencias y
extorsiones del gremio.
Días después, sus empresas recibieron una inspección
del Ministerio.
“Los inspectores llegaron en vehículos del sindicato”,
aseguraron.
Las fuentes que hablaron pidieron reserva de identidad.
Oscar Cuartango fue ministro de Trabajo de la provincia durante
los ocho años de gestión sciolista.
Dice que “nunca” recibió “ninguna denuncia
de parte de los empresarios por extorsiones del gremio”.
“Teníamos una política
de mucha interacción entre empresas y sindicatos, siempre desde la
intermediación y desde la igualdad. Mi relación era tirante con Medina. Cuando
llegué al Ministerio desplazamos a un funcionario que le respondía y hacíamos
inspecciones en obras en las que el gremio muchas veces había arreglado con las
empresas. nosotros caíamos igual y eso generaba malestar. Yo llevaba en el auto
oficial unos prismáticos, iba mirando en las obras de construcción si los
trabajadores en altura usaban arnés y casco. El control de seguridad en el trabajo
fue primordial en nuestra gestión”.
Cuartango: “Medina les fue funcional a muchos
empresarios de La Plata. El ‘cuco’ servía para espantar a empresas de otras
regiones”
Ante la pregunta
de si Medina alguna vez lo amenazó, Cuartango afirmó que él no es “susceptible
a las amenazas”.
“Scioli está pagando indebidamente el costo en este caso.
Jamás me dieron instrucciones para que diera tratamiento especial a Medina”,
agregó el ex funcionario.
“¿Por qué no denunciaron penalmente a Medina antes?
Medina les fue funcional a muchos empresarios de La Plata.
El ‘cuco’ servía
para espantar a empresas de otras regiones que querían invertir en la ciudad”,
dijo.
El ex ministro, que hoy afronta sus propios problemas judiciales por
haber supuestamente exigido más de $50 mil en aportes de campaña a unos 30
empleados de su cartera, negó haber descartado denuncias de los empresarios y
haberles dicho que debían ceder a las exigencias de la UOCRA platense para
trabajar.
Sí reconoció que muchas de las inspecciones del ministerio incluían
la presencia de personal del sindicato de Medina. “Están habilitados por ley”.
Paradójicamente, la salida de Scioli del Gobierno bonaerense
profundizó el impacto de los mecanismos de extorsión, como si Medina
acrecentara los métodos ante la sospecha de que perdería la batalla.
Así lo
reflejan los números.
“A partir de 2016, el gremio aumentó su intervención
sobre el normal funcionamiento de las empresas llevando a la casi paralización
de la construcción privada de emprendimientos de envergadura”, explicó en su
testimonial ante el juez Armella Ricardo Alconada Magliano, presidente de la
Cámara de Desarrolladores Urbanos Región Capital de la provincia de Buenos
Aires.
La Plata pasó de 640 obras de ese tipo en 2013 a sólo 80 en
2016, detalló el empresario.
Los “sobrecostos y la perdida de inversión” le
costó a la ciudad $11 mil millones de desinversión en el sector y los
trabajadores de la construcción perdieron 9.520 puestos de trabajo.
“En la
ciudad de La Plata representa un impacto del 3,4% del empleado total”, agregó.
Gustavo Calvi, representante legal de un grupo de empresas, declaró ante la
Justicia que las exigencias del gremio encarecían entre el 66 y el 87% los
costos de la construcción.
Las exigencias del gremio encarecían entre el
66 y el 87% los costos de la construcción
La familia
ampliada. Hay un año clave para el
negocio de los Medina.
Los empresarios que mejor lo conocen lo adjudican a la
intervención de la mujer detrás del gran hombre: Fabiola García (47).
Machismo,
dirían algunos; o quizás no.
Ese año es 2014 y fue el momento clave en el que
el clan comienza a blanquear los ingresos de la supuesta extorsión.
Un paso más
hacia la evolución financiera del grupo.
Los hijos y la nuera de Fabiola fundan
Rey del Cielo SA y la facturación de Mejor que en Casa SRL -comandada por su
hermano- salta de $6,1 millones a $17,3 millones.
Así consta en los registros
fiscales de ambas compañías.
García se encuentra detenida por pedido del fiscal Garganta y la
Cámara de Apelaciones debía decidir al cierre de esta nota si le otorgaba la
prisión domiciliaria, de la que ya gozan su hija Marianela y su nuera Lara.
García es una de las “veedoras” del gremio, lo que le permite
justificar parte de sus ingresos.
Hasta su detención a fines de septiembre
último, figuraba como empleada de una contratista de YPF: Contreras Hermanos.
Además, era empleada pública en la Dirección General de Cultura y Educación
bonaerense al momento de su detención.
Voceros de Contreras dijeron que la
mujer del Pata Medina “estaba incorporada de manera eventual para el proyecto
como veedora del cumplimiento de las condiciones laborales por parte del
sindicato.
Este era un requerimiento excluyente del sindicato para operar en la
zona Destilería” de la petrolera.
La hija de Fabiola, Marianela Pagnoli,
también es una trabajadora vip de la construcción y figura trabajando para
Contreras Hermanos.
Con anterioridad, cobró sueldos de otras contratistas de
YPF, según los registros de la ANSES.
García tenía registrados a su nombre un auto Sedán 2017 y una
moto Mondial 2015.
Además, junto al Pata, manejaba una camioneta Hilux SW4,
propiedad de Abril Catering.
Tiene también cinco inmuebles, incluida una
propiedad de 999 metros en Cariló, que comparte con su esposo.
En 2016, García y Medina adhirieron al
sinceramiento fiscal de Cambiemos y blanquearon $8 mil millones
En
diciembre de 2016, García y Medina adhirieron al blanqueo de capitales del
gobierno de Cambiemos.
Por primera vez en su vida, el Pata registró bienes ante
la AFIP.
Hasta el momento, el fisco no tenía casi ningún registro del
sindicalista, de 64 años.
Blanquearon unos $ 8 mil millones en sus cuentas del
Banco de la Provincia de Buenos Aires.
La Justicia de Quilmes determinó en base
a informes de la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la entidad
bancaria que ninguno de los dos pudo justificar el dinero blanqueado ni
demostrar el origen legal de los fondos.
Agustín Facundo
es uno de los hijos de García.
Renunció al apellido de su padre -Pagnoli- por
el de Medina.
Tiene 27 años y se alineó por completo con el Pata.
En los
últimos nueve años, el sindicato logró que varias contratistas en la refinería
de YPF en La Plata le pagaran salarios por más de $3 millones, entre ellas la
brasileña Odebrecht, hoy investigada por irregularidades en licitaciones y pago
de sobornos, que lo empleó entre 2009 y 2014 por $ 1,3 millones.
Allí, la
constructora realizó la Planta de Reformado Catalítico Continuo y otras obras.
El contrato de la brasileña comenzó con la gestión de Eskenazi en YPF, en 2009,
y se extendió hasta fines de 2014, cuando la petrolera ya había sido
reestatizada.
El hijastro de Medina está lejos de ser un trabajador calificado
de la construcción.
Maneja un Audi A5. Su esposa, Lara Muñoz, tiene un Peugeot
208 y la empresa de catering, Rey del Cielo SA, ideada según la investigación
del juez Armella para blanquear millones de origen ilícito.
De acuerdo con Odebrecht, Agustín Medina “trabajó en la empresa
como oficial especializado -maquinista-, y era uno de los diez delegados
sindicales indicados por el gremio para el proyecto.
El sueldo y la
indemnización fueron acordes a su categoría establecida en el convenio gremial,
el acta acuerdo vigente y el establecido en la ley laboral.
La desvinculación
fue por la finalización del proyecto”.
De acuerdo con Odebrecht, Agustín Medina
“trabajó en la empresa como oficial especializado y era uno de los diez
delegados sindicales”
Tras su salida de
Odebrecht, el hijastro de Medina siguió cobrando de otras contratistas de YPF:
Zarlass SA (metalúrgica), Tekoa SA (de montaje industrial), Tergen SA
(constructora) y Global Tecno SA (arquitectura e ingeniería).
Los empresarios consultados admiten que uno de los mecanismos de
extorsión de los Medina era exigir a las empresas la contratación del entorno
familiar y de afiliados que nunca iban a trabajar.
Eran los supuestos
“veedores”, una figura que sustituía a los delegados gremiales.
“Era una de las
formas de blanquear el dinero que nos exigían para poder operar en YPF”, contó
uno de los ejecutivos. Si una obra requería diez obreros, UOCRA La Plata exigía
la contratación de otros diez que estuvieran afiliados al grupo de los Medina.
“Estos siempre debían percibir sueldos altos. Así que exigían que figuraran
como veedores o personal especializado, aunque no lo fuera”, agregó otro
ejecutivo. Así, recaudaban una suma fija por mes en cada obra y la blanqueaban
en forma de salarios. El mecanismo se repetía, empresa por empresa, en todo el
territorio de La Plata, “sin excepción”, dicen en las cámaras empresariales.
Una de las formas de extorsión de los Medina era exigir la
contratación de familiares y de afiliados que nunca iban a trabajar.
Agustín Medina recuperó su libertad en noviembre último.
La
Cámara de Apelaciones de La Plata le dictó la falta de mérito por el delito de
asociación ilícita y lo liberó.
La UOCRA en La Plata se encuentra actualmente intervenida por la
conducción nacional del sindicato, que lidera Martínez (ver recuadro).
Las
piezas del caso Medina siguen acomodándose.
Los empresarios, liberados de la
lógica medinista, ahora se niegan a cumplir con las condiciones del convenio
colectivo del que tanto renegaron, dijeron fuentes de la intervención.
“Si esto
no se encamina, se va a repetir la historia”, dice una fuente directamente
involucrada en la reorganización del gremio, que recuerda “una frase del
general Juan Domingo Perón” sobre la corrupción sindical: “Yo les dí dignidad,
la plata se la habrá dado otro”.
Fuente
“PERFIL.COM”,
(30.12.2017)